España lleva la "diplomacia económica" al eje bolivariano
Las empresas españolas piden seguridad jurídica
Las empresas españolas presentes en grandes desarrollos de Bolivia quieren mantener su inversión en el país andino, pero necesitan seguridad jurídica ante el avance de leyes basadas en la nueva Constitución, que otorga al Gobierno de Evo Morales una posición de privilegio para controlar los grandes sectores estratégicos. Así se lo transmitieron ayer por la mañana, de primera mano, a la ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, Trinidad Jiménez, representantes de las empresas españolas con mayor compromiso financiero en el país, como Repsol, Abertis, BBVA, Red Eléctrica, Iberdrola, Maxam y Santillana.
Jiménez hizo de este asunto el eje de su entrevista, a continuación, con su homólogo boliviano, David Choquehuanca. Ambos destacaron que se está preparando una ley de inversiones que dé seguridad y garantías a los inversionistas, y fiaron cualquier conflicto al contenido de esa futura ley.
La seguridad para estas empresas fue uno de los principales temas que trataron José Luis Rodríguez Zapatero y Evo Morales durante la visita a España del presidente boliviano en septiembre del año pasado, y lo será de nuevo en la próxima vista de Zapatero a Bolivia, prevista para diciembre, y a la que el viaje de Jiménez sirve de preparación.
Empresas como BBVA, Abertis o las dos grandes eléctricas españolas que controlan el mercado boliviano de electricidad, ponen sus barbas a remojar tras la experiencia sufrida por la petrolera Repsol YPF, que se vio afectada por un proceso de nacionalización de la gestión de los hidrocarburos de Bolivia por parte del Gobierno de Evo Morales. Repsol llegó finalmente a un acuerdo para cooperar con la nueva situación, de forma que ha mantenido su presencia en el país y su nivel de inversión.
Tras dar la bienvenida y felicitar a la "flamante canciller española", el ministro de Exteriores boliviano no dudó en pedir directamente inversión española en dos asuntos que son prioritarios para el Gobierno de Morales, como el acceso al agua potable "en todas las poblaciones" y los servicios básicos. "El apoyo de España es fundamental", dijo Choquehuanca.
El ministro boliviano dejó claro delante de Jiménez que "Bolivia necesita inversiones, pero con transferencias de tecnología que nos ayuden a salir de la pobreza". "En Bolivia hubo inversiones que nos volvieron más pobres", añadió. Y recordó el lema de Evo Morales que inspira su política con las empresas extranjeras: "Necesitamos socios, no patronos".
Trinidad Jiménez declaró que el viaje, que también la llevará a Ecuador el miércoles, se enmarca dentro del "impulso a la diplomacia económica" que su departamento quiere dar. "Impulsar las relaciones económicas y comerciales con el resto del mundo para crear riqueza en nuestro país". En el caso de Bolivia, Jiménez presentó a España como "un socio" comprometido con su desarrollo. Jiménez aseguró que España se implicará en los "sectores sensibles" que interesan a Morales, como agua, saneamientos y gobernabilidad.
A continuación, explicó que había transmitido a Choquehuanca los "mensajes" de las empresas españolas presentes en Bolivia y aseguró el "firme compromiso" de esas empresas de permanecer en el país. "España respeta las decisiones de Bolivia", dijo en referencia a la agenda nacionalizadora que Morales lleva a cabo desde la aprobación de la nueva Constitución, en línea con las políticas de su aliado bolivariano Hugo Chávez en Venezuela.
"Hay que llegar a acuerdos que sean buenos para las dos partes", coincidió Jiménez, que expresó su "gratitud por la sensibilidad" del canciller hacia el mensaje que le llevaba. La ministra recordó que "todas las inversiones españolas se han quedado en el país por ahora, adaptándose a los cambios normativos".
Las inversiones españolas en Bolivia suman unos 1.000 millones de euros acumulados en los últimos años, aunque fluctúan mucho entre un año y otro. Los principales sectores de inversión aún por explorar son la explotación de litio y quinoa (un vegetal que sirve como base para preparados alimenticios).
Bolivia es uno de los principales destinatarios de ayuda española al desarrollo, con 70 millones el año pasado que se mantendrán este año. Jiménez firmó ayer con el canciller Choquehuanca un acuerdo para crear una comisión mixta que realice un seguimiento de la situación de dicha ayuda en el periodo 2011-2015.
La cooperación al desarrollo española ha cambiado de una estrategia puramente asistencial a buscar la implicación del país destinatario de la ayuda, por ejemplo, con exigencias de inversión en educación.
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