ETA vuelve a recurrir a los pistoleros para matar en Euskadi, después de cinco años
ETA fue ayer a lo más fácil: el asesino, un pistolero; la víctima, una persona sin escolta. Era su última baza, después de todos los fracasos anteriores y las sucesivas detenciones de los últimos meses. La organización terrorista sacó un pistolero a la calle -algo que no ocurría desde febrero de 2003- para asesinar a un ex concejal socialista, una persona que por su condición de ex cargo público no tenía medidas de protección personales.
El pasado miércoles, tras un acto electoral en San Sebastián, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, recordaba a EL PAÍS el asesinato del senador Enrique Casas el 23 de febrero de 1984, pocos días antes de las elecciones autonómicas vascas celebradas aquel año. Sólo hablaba de posibilidades, para buscar precedentes al ser preguntado por cómo veía la recta final de la campaña y lo que ETA podía intentar hasta el 9-M. "Pero en ese caso fueron los Comandos Autónomos Anticapitalistas", se respondía a sí mismo. Como intentando despejar esa terrible posibilidad. A partir de ahí hablaba ya de que los terroristas intentarían condicionar la formación de Gobierno, después del 9 de marzo. ETA no ha esperado tanto.
Atentado de Priede
Dos terroristas actuaron ayer en Mondragón (Guipúzcoa), el que descerrajó los tres disparos que alcanzaron al ex edil socialista Isaías Carrasco y el activista que esperaba en un coche para huir. Esta es la versión que ofrecieron ayer fuentes de la lucha antiterrorista vasca y que confirmó después el consejero de Interior, Javier Balza. ETA no asesinaba a tiros a un edil socialista desde el 23 de marzo de 2002, cuando un terrorista tiroteó por la espalda a Juan Priede en Orio (Guipúzcoa). Priede había bajado a tomar un café al bar Gure Txoko después de comer en su domicilio. No avisó a su escolta. Fue su sentencia de muerte.
En el caso de ayer, Isaías Carrasco, no tenía un servicio de escolta personalizado. No había salido reelegido en las últimas elecciones municipales. Iba el sexto en la lista. Y como viene siendo habitual, salvo que exista un riesgo añadido y evidente, los responsables de Interior decidieron retirarle la escolta. Fuentes del PSE-EE de Guipúzcoa aseguraron que el partido le había ofrecido la posibilidad de seguir escoltado, pero Carrasco declinó mantener la protección personal.
Salvado el asesinato en diciembre de dos guardias civiles en Capbreton -con un modus operandi diferente- , la última vez que actuó un pistolero de ETA fue el 8 de febrero de 2003. Ese día, un terrorista disparó al jefe de la Policía Municipal de Andoain (Guipúzcoa), militante socialista y fundador del movimiento ¡Basta Ya!, Joseba Pagazaurtundua.
Los máximos responsables del PSE habían pedido reiteradamente a sus cargos que no se relajaran. Sobre todo tras las amenazas vertidas por ETA el pasado 5 de enero en una entrevista en Gara. Los encapuchados pedían a los socialistas que preguntaran al ministro Rubalcaba "hasta dónde están dispuestos a llegar en sus prácticas represivas". Y añadían "Los militantes del PSOE deberían reflexionar sobre las consecuencias que acarrean para todos esas situaciones".
Las consecuencias se vieron ayer en Mondragón.
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