Certezas y dudas sobre una sentencia
Los 18 principales imputados serán condenados a penas superiores a siete años
La sentencia del 11-M se notifica esta mañana en la sede de la Casa de Campo de la Audiencia Nacional. Aunque el hermetismo sobre su contenido es absoluto, hay determinados aspectos que pueden deducirse y aparecen muy claros, mientras que sobre otros planean serias dudas.
- Los principales implicados serán condenados a más de siete años de prisión. Sólo uno de los 19 acusados que estaban en prisión preventiva al finalizar el juicio, Mahmoud Slimane Aoun, fue puesto en libertad a principios de septiembre. A la vista de las medidas cautelares que el tribunal le ha impuesto se puede concluir que Aoun será condenado a seis años de prisión. A los restantes procesados presos les ha sido prorrogada la prisión preventiva, lo que anticipa que serán condenados a importantes penas de prisión, porque de lo contrario, como a Aoun, les hubieran tenido que poner en libertad.
- La dinamita. La sentencia dejará claro que lo que estalló en los trenes fue dinamita robada en Mina Conchita, en Asturias. Las preguntas finales del presidente del tribunal a los peritos de explosivos en el juicio fueron elocuentes. En sus respuestas, todos los peritos coincidieron en afirmar que el explosivo sin estallar encontrado en todos los escenarios del 11-M salvo los trenes -mochila de Vallecas, piso de Leganés, artefacto contra el AVE, Renault Kangoo y vivienda de Chinchón- era Goma 2 ECO.
También coincidieron en que no se podía poner nombre comercial a la dinamita explotada en los trenes. Pero en 22 de las 23 muestras de los focos de las explosiones se encontró ftalato de dibutilo, un componente exclusivo de la Goma 2 ECO, lo que permitiría suponer que también fue esa dinamita la que estalló en los trenes. Además, la única dinamita robada de la que se tiene noticia en esas fechas es la Goma 2 de Mina Conchita.
El argumento manejado por los partidarios de la teoría de la conspiración de que ETA pudo proporcionar Titadyn robado en Francia en 1999 no tiene ningún apoyo en las pruebas. La Guardia Civil, cuyos expertos son los únicos que han analizado con anterioridad dinamita Titadyn explotada, negó en el juicio que el explosivo de los trenes sea el habitual de ETA.
- Los imprescindibles. El minero José Emilio Suárez Trashorras y el portero de discoteca Rafá Zouhier, ambos confidentes policiales, resultaron decisivos en el resultado final de los atentados. Como ya dijo el fiscal Carlos Bautista en su informe, ambos deben ser considerados autores por cooperación necesaria, ya que sin su participación en los hechos los atentados no se hubieran cometido. Zouhier, que coincidió en la prisión de Villabona (Asturias) con Antonio Toro, socio y cuñado de Trashorras, resultó clave al poner en contacto a la célula yihadista de El Chino con el ex minero y hacer de intermediario en el trueque de explosivos por droga. Trashorras, a su vez, es decisivo al proporcionar a El Chino los explosivos con los que luego se realizaron los atentados.
- Los autores fueron los suicidas. La sentencia establecerá previsiblemente que los autores materiales de los atentados fueron los siete suicidas de Leganés; Jamal Zougam, que fue reconocido por cuatro testigos en los trenes; Abdelmajid Bouchar, el gamo que se escapó corriendo de la casa de Leganés cuando estaba siendo rodeada por la policía; Abdelilah Hriz, que será juzgado en una vista posterior, y varios de los huidos, como Daoud Ouhnane, Mohamed Afalah, Mohamed Belhadj, supuestamente muertos en atentados suicidas en Irak, así como otros cuatro individuos cuyos perfiles genéticos permanecen archivados como desconocidos.
Mostafá Ahmidán, hermano del Jamal Ahmidan, El Chino, jefe operativo de la célula islamista autora de los atentados del 11-M, declaró en el juicio el 9 de abril que la última vez que vio a su hermano éste le reconoció que él y gente procedente del barrio de Jamaa Mezuak, de Tetuán (Marruecos), habían puesto las bombas en los trenes. Mostafá precisó que El Chino estaba en ese momento con Rachid Oulad -otro de los suicidas de Leganés- y que se refería a sus vecinos y amigos de Marruecos Mohamed y Rachid Oulad y Abdennabi Kounjaa. Era la primera vez que un testigo reconocía en el juicio la vinculación de los yihadistas con los atentados. La conversación, según explicó, se desarrolló alrededor del 24 de marzo de 2004, es decir, después del 11-M y pocos días antes del suicidio de Leganés. Mostafá aseguró que inicialmente no creyó a su hermano, pero que éste añadió: "Son gente de tu barrio los que han hecho esto. Pide a Dios por nosotros para que no nos cojan vivos".
Mostafá también admitió que la voz que se oye en el vídeo de reivindicación en el que tres encapuchados con armas y explosivos asumen la autoría de los atentados (el 11-M y el de la vía del AVE) es la de su hermano Jamal.
- ¿Figurará ETA en la sentencia? El tribunal tiene claro que ETA no ha tenido ninguna participación en los atentados del 11-M, y de hecho la palabra ETA ni siquiera figuraba en la sentencia a principios de este mes de octubre. Sin embargo, las últimas deliberaciones sobre la redacción de aspectos de la sentencia han podido incorporar al texto definitivo las siglas de la banda terrorista vasca.
- ¿Será condenado El Haski como inductor? Parece probada su pertenencia a banda terrorista -porque de lo contrario ya habría sido puesto en libertad- pero no está nada claro que con la única declaración sumarial del islamista Attila Turk en Francia -el mismo que luego se desdijo por videoconferencia en el juicio- El Haski vaya a ser condenado a 38.952 años de prisión. Previsiblemente, la condena se quedará en sólo 14 años como dirigente de organización terrorista.
- ¿Será condenado El Egipcio por terrorismo? Aunque el fiscal le ha acusado del delito de pertenencia a banda terrorista, Rabei Osman El Egipcio ya fue condenado en Italia a 10 años de prisión -rebajada a ocho años el pasado lunes- como integrante de una organización terrorista islamista. La Audiencia Nacional no condena a los etarras que ya han sido condenados en Francia por pertenencia a organización terrorista, por lo que no es probable que El Egipcio sea condenado. Por el contrario, y a la vista de que no ha sido puesto en libertad, parece probable que Rabei Osman sea considerado autor por inducción de los atentados, dando validez jurídica a las escuchas telefónicas y ambientales realizadas en Italia en las que El Egipcio decía que los atentados de Madrid habían sido cosa suya y que los miembros de su grupo habían muerto.
- Abu Dujanah al Afgani. Habrá que ver si la sentencia establece que Youssef Belhadj es efectivamente Abu Dujanah al Afgani, el dirigente de Al Qaeda en Europa en cuyo nombre se reivindicaron los atentados de Madrid. Así parece deducirse de sus conversaciones con su sobrino Mohamed Moussaten y por el contenido de sus teléfonos móviles, pero deberá ser la sentencia la que establezca como probado o no ese extremo.
- Otman y el clavo grande. El papel de Otman el Gnaoui como miembro del grupo está más que acreditado. Su ADN estaba en la casa de Chinchón y en otros escenarios del 11-M, pero sobre todo en el sumario figura la grabación de la conversación en la que Jamal Ahmidan, El Chino, desde Asturias le pide que vaya a Burgos para ayudarle en el traslado de los explosivos y lleve "el clavo grande". Sus explicaciones sobre esta conversación han sido inconsistentes, pero existen dudas de que el tribunal acepte las tesis del fiscal y lo considere autor por cooperación necesaria de los atentados.
- Carmen Toro. Uno de los aspectos que más dudas suscitan es el papel que la sentencia atribuirá a Carmen Toro, ex esposa de Trashorras. La fiscalía pide seis años de prisión para ella por suministro de explosivos y asociación ilícita. Carmen estuvo en varios de los escenarios donde se consumó la transacción de droga por explosivos que proporcionó la Goma 2 a los islamistas. Ella alega que iba acompañando a su entonces marido y que incluso llegó a discutir con el jefe operativo del grupo, Jamal Ahmidan, El Chino, por su fundamentalismo. Sin embargo, su inocencia se tambalea cuando en la comisaría de Avilés, sentada en las rodillas de Trashorras y con los investigadores acosándoles, le dijo: "Cariño, di lo que tengas que decir pero a mí déjame fuera".
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