Carod renuncia a seguir de presidente de ERC y aplaza la pugna interna
El vicepresidente catalán quiere liderar el independentismo en las elecciones de 2010
Retrasar la gran batalla o huida hacia adelante. Son los análisis más repetidos para lo que provocó ayer el presidente de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod Rovira, al hacer público que renuncia a la reelección al frente del partido independentista. Los republicanos tienen el próximo 7 de junio una votación universal para decidir presidente y secretario general, una semana antes de su congreso.
Carod se cae de la puja por el liderazgo del partido, y allana el camino al actual secretario general de ERC, Joan Puigcercós, y a su maquinaria. Carod sí desea repetir de candidato a presidir la Generalitat, que, si todo evoluciona como debe, se dirimirá el otoño de 2010. La manera será cristalizar su opción de candidato y, sobre todo, de líder indiscutible del independentismo catalán.
El movimiento táctico de Carod responde a otra maniobra, la que hizo Puigcercós hace dos semanas cuando abandonó su cargo en la consejería de Gobernación catalana para dedicarse al partido. El actual presidente de ERC y consejero de Vicepresidencia catalán hace el itinerario contrario, se eleva por encima del partido para centrarse ahora en el Gobierno catalán, y también en 2010, o cuando sean los próximos comicios catalanes. Un modelo, que en principio no era del gusto de Carod, y que es muy parecido al del PNV: una parte de los dirigentes en el partido y la otra en el Gobierno.
Fuentes próximas al actual número dos del Gobierno catalán indican que "los próximos días habrá más gestos y habrá gente importante en el partido que dará pasos adelante". Carod no se va del todo, dejará una herencia, un proyecto, y aún está atando los nombres que lideren esos mimbres que están tomando forma en los últimos meses.
Así, Carod entiende que se aleja de la guerra cainita de su partido y se podrá refugiar en la hoja de servicios gubernamental, pensando en las próximas elecciones. La idea de "una nueva Esquerra" que propugna el todavía presidente de la formación independentista consiste en dos factores: presentar la alternativa independentista como un proyecto político serio y consistente -en la línea de los independentistas escoceses del SNP- y, a la vez, reclamando renovación. A pesar de la diferencia de edad entre Carod y Puigcercós -15 años- ambos llevan casi el mismo tiempo en la dirección republicana y se han aliado cuando ha hecho falta. Forzaron el relevo de los líderes anteriores: Joan Hortalà primero, y Àngel Colom, después.
Para superar el control que Puigcercós tiene sobre la organización territorial y de los altos cargos de la Administración catalana Carod entiende que debe seducir a las bases del partido haciendo lo que mejor sabe hacer: de candidato. Que no se presente a la presidencia del partido en el próximo congreso no significa, en ningún caso, que deje de estar en la ejecutiva de ERC, ya que formará parte de ella como miembro del Gobierno catalán. Además, si consigue ser el candidato a las autonómicas de 2010 podría tener la oportunidad de presentar batalla a Puigcercós. Los estatutos de ERC comprenden la convocatoria de unas primarias para decidir quién debe ser el cabeza de cartel de su formación para las elecciones autonómicas. Carod recordó ayer que sus resultados como candidato han sido los mejores de la formación.
El presidente de ERC dijo ayer que daba el primer paso para una "renovación total" y dio a entender que Puigcercós debería seguir el mismo camino, es decir, abandonar la dirección de ERC antes del congreso de junio. Si lograra sacar al secretario general de la organización del partido, Carod tendría opciones, pero resulta harto difícil que Puigcercós salga de donde se siente más cómodo: la organización.
Pero Carod hace de la necesidad virtud. Durante todas las vacaciones de Semana Santa ha estado en comunicación con Puigcercós que le ha hecho diversas ofertas, que rechazó, como la de que Carod fuera presidente del partido pero no candidato a la presidencia catalana.
Fuentes próximas a Puigcercós aseguran que Carod "ha desertado, es evidente que ha perdido su batalla y su momento; se ha equivocado". Sus rivales consideran que no tiene fuelle ni impulso para disputar el liderazgo con Puigcercós. Y es que el actual secretario general quiere ser primer presidente del partido, y después candidato a la Generalitat, pues asume que su lugar es el Gobierno catalán.
Las mismas fuentes apuntan que "Carod se lo juega todo a una carta", pero también temen que le salga bien.
Un congreso inédito
La ejecutiva de Esquerra Republicana aprobó ayer el reglamento que regirá el congreso que este partido celebrará los días 14 y 15 de junio y que contempla que los candidatos que aspiren a ocupar los principales cargos de dirección deban ser avalados por el 5% de los militantes. Sin Carod a la vista y con los críticos apurados por el límite fijado, Joan Puigcercós lo tiene fácil para obtener el liderazgo.
Los dos sectores críticos, Esquerra Independentista y Reagrupament.Cat, criticaron la medida porque en los estatutos no existe esta limitación. Por lo que respecta a los plazos fijados para el proceso congresual, el mismo día que se reunirá el consejo nacional (5 de abril) se abrirá un plazo de un mes para presentar las firmas.
En esta campaña, los diversos candidatos podrán utilizar en igualdad de condiciones las sedes y los medios materiales de que dispone el partido para hacer llegar sus propuestas a los militantes, y el 7 de junio este proceso culminará con la elección directa por sufragio universal de los militantes del presidente y el secretario general. Se instalarán dos urnas en todas las sedes comarcales, y se habilitará el voto por correo.
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