600.000 euros más para la navidad en Madrid
Gallardón reduce las lámparas un 23,6% pero aumenta el gasto porque cambia las más antiguas por leds, que consumirán un 61,3% menos
El abigarrado alumbrado navideño de las calles Madrid tendrá este año menos lámparas y consumirá menos y, sin embargo, se gastarán 600.000 euros más que en 2007. ¿Cómo es posible? La respuesta está en la estrategia energética del Ayuntamiento, que reduce un 23,6% el número de las lámparas y cambia las más antiguas por modernos LED, las mismas lamparitas de los semáforos, que gastan mucho menos. Aunque desde el consistorio no han precisado el porcentaje de sustitución, sí han explicado que la potencia necesaria para iluminar los nuevos LED es un 55% menor, lo que hace que el consumo caiga hasta un 61,3%. El encendido será, como en 2007, el último viernes de noviembre. Como novedades, se incorporan las calles de Jorge Juan, Narváez, Carrera de San Jerónimo y el entorno de Soledad Torres Acosta y a la nómina de los creativos que las diseñan, David Delfín, Teresa Sapey y Oscar Mariné.
En total, serán 6,8 millones de lámparas las que engalanarán la ciudad frente a los 8,9 de 2007, que consumirán la friolera de 785.344 kilovatios, que con todo está lejos de los más de dos millones de la Navidad anterior. Esto supondrá, según ha informado el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, tras la Junta de Gobierno, un ahorro en la factura de la luz en las fiestas pase de 195.016 a 84.960 euros, con lo que además de ahorrar se se dejarán de liberar a la atmósfera 502 toneladas de dióxido de carbono. Sin embargo, el presupuesto dedicado a los trabajos de iluminación, montaje, desmontaje y mantenimiento del alumbrado navideño se incrementarán en 600.000 euros hasta 4,6 millones, lo ha justificado el alcalde por el empleo de nuevas tecnologías, más costosas pero que reportan ventajas ambientales.
Así, se empleará la lámpara LED -acrónimo del inglés de Light-Emitting Diode o diodo emisor de luz-, que requiere cuatro veces menos potencia de media que las tradicionales. Además, funcionan de aquí a la eternidad -tienen una vida útil que supera las 20.000 horas- y no emiten radiaciones ultravioleta. Desde el día 28 estarán encendidas las luces cada día entre las seis de la tarde y las diez de la noche hasta el 23 de diciembre, hasta la medianoche entre el 26 de diciembre y el 6 de enero y hasta las siete de la mañana los días más señalados, el 24, 25 y 31 de diciembre y 1 y 5 de enero. Otra novedad es que este año aumentarán los espacios iluminados, 160 frente a los 150 del año pasado, con el objetivo de potenciar los principales ejes comerciales y turísticos de la ciudad en momentos de incertidumbre financiera.
De lunas y gatos a estalactitas
Por primera vez se iluminarán las calles Narváez y Jorge Juan y una zona que se ha denominado -en un alarde de publicidad gratuita a una empresa privada- la zona Triball, que comprende la plaza de Santa María Soledad Torres Acosta, Corredera Baja de San Pablo y calles adyacentes, es decir, el área de acción de este grupo empresarial que pretende revitalizar la trasera de la Gran Vía, degradada por la droga y la prostitución. También habrá luces en la Carrera de San Jerónimo.
Las luces, siguiendo la estela de los últimos años, recuerdan a cualquier cosa menos al clásico navideño de campanas, ángeles y muérdago. A la nómina de artistas y diseñadores que firman las luces se suman los diseñadores David Delfín -un diseño sencillo y dinámico para Jorge Juan- y Roberto Torreta -que llenará Ortega y Gasset de elementos esféricos y curvas-. También están los arquitectos Teresa Sapey -ojos que se abren, se guiñan y se cierran en la Plaza de Tirso de Molina - y Alberto Marcos -una sucesión de perfiles de montaña en la calle Mayor-. Además, Gallardón ha fichado a los diseñadores gráficos Óscar Mariné -que llevará el más puro estilo pop a la Gran Vía- y Jacobo Pérez Enciso -que colocará lunas y gatos en la Plaza Soledad Torres Acosta (Plaza de la Luna)-, entre otros.
En el paseo de Recoletos se podrá ver la creación de los arquitectos Ben Busche e Isabel Barbas, que apuestan por una explosión de colores a modo de campo de flores en primavera. También se encargan de la plaza Mayor, donde instalarán cúpulas luminosas. En la calle Goya habrá una cortina de luces diseñada por el modisto Ángel Schlesser, alternada con aros de bombillas blancas, doradas y ámbar que evocan racimos. El paseante verá en la Plaza de Chueca cintas de colores, propuesta del arquitecto Sergio Sebastián y Patricia de Miguel, y en la Plaza de Cibeles una iluminación inspirada en la imagen de los reflejos y brillos de las estalagmitas de hielo de Busche y Barbas.
Diez árboles por la ciudad
Al margen de las luces, vuelven los gigantescos árboles de navidad, uno más que el año pasado .10 en total. Todos con una altura de 16,80 metros excepto uno de 51 metros, que estará en Atocha. El resto, se ubicarán en el eje del paseo de la Castellana: Nuevos Ministerios, plaza de Colón, plaza de San Juan de la Cruz, Paseo del Prado, plaza de Picasso, plaza de Castilla. El árbol de la Puerta del Sol será el único nuevo y lo firman Devota & Lomba. Son unos trozos asimétricos de forma triangular que forman el abeto.
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