3.000 profesores respaldan mantener la huelga en campaña

"Chicos, levantad el ánimo, que esto parece un funeral. ¡Vamos, arriba todos ya!". Tras casi una hora de asamblea, una profesora de un instituto de Rivas Vaciamadrid toma la palabra para subir el tono. Casi todos los que intervienen hablan de desgaste. La última huelga de profesores -la séptima desde septiembre, convocada el pasado día 3- fue más floja que el resto. Casi un 40% de los docentes secundó el paro, lejos del 70% de la primera.

En la sede de Comisiones Obreras, en Lope de Vega, unos 165 profesores y representantes de zona se reunieron ayer para contar el respaldo de la próxima protesta. CC OO y UGT se han desmarcado de los otros dos sindicatos más representativos (ANPE y CSIF) y convocaron huelga el 17 de noviembre, en campaña electoral. Sindicatos minoritarios y asambleas de profesores piden más movilizaciones en esa semana, pero los docentes no las quieren. Al menos los que se han manifestado. Hubo 6.646 votos de docentes de Primaria (con 28.000 profesores) y de Secundaria (con 21.400). La mayoría de los que participaron provienen de institutos, con 188 de los 263 centros consultados. El 47,8% (3.082 profesores) respaldó solo un día, 927 (14,38%) quieren dos y 1.069 reclaman tres (16,58%). El 21% se abstuvo. La huelga es para Infantil, Primaria y Secundaria.

Las últimas protestas nacen del recorte en interinos y el aumento de horas lectivas en secundaria. Pero se suman el resto por agravios anteriores. Una maestra de Infantil de Getafe toma la palabra: "Nosotros empezamos las protestas en 2008 y nos fuimos gastando. No pasa nada, no somos dioses". Se gana un aplauso al ironizar sobre que deben "aprender" de la presidenta regional, Esperanza Aguirre, y la consejera de Educación y Empleo, Lucía Figar. "Recortan cachito a cachito, están atacando a un modelo".

Y surgen más ideas, que esperan poner en marcha la próxima semana. Casi todas llevan el color de la marea verde, símbolo de las protestas: "Engalanar" los balcones de Madrid con pañoletas verdes, dar un día de clase con las camisetas de ese mismo tono o ir a votar el 20N con ella puesta.