El "desgaste" del gran patrón
Un Díaz Ferrán cuestionado tira del aparato de la CEOE para reforzarse
La recta final del año ha sido horrible para el gran patrón, Gerardo Díaz Ferrán. Después de haber recibido el reconocimiento de los suyos cuando en julio se enfrentó al Gobierno al negarse a negociar el diálogo social, los problemas en su grupo empresarial se le han venido encima. Y ahora, cuando precisamente había restablecido las relaciones con José Luis Rodríguez Zapatero, está en la picota, cuestionado por el empresariado.
Algunos sectores no ven con agrado el maremoto que se ha organizado en torno al presidente de la patronal CEOE y se empieza a pensar que sería mejor tener a alguien que no origine tanto ruido y allane el camino. Algo así como José María Cuevas, cuya condición de no ser empresario vuelve a ponerse sobre el tapete.
Pero Díaz Ferrán no se siente acorralado. Quizá por eso y no tanto por las declaraciones de algunos ministros cuestionándole como líder de los empresarios, el aparato de la patronal puso en marcha el pasado martes la maquinaria para arropar al presidente con una declaración oficial en la que, entre otras cosas, destacaba "el desgaste personal y profesional" que ha tenido el presidente por defender los intereses de los empresarios ante el Gobierno.
Fue una salida inesperada, porque se suponía que estaba respaldado, e inusual, porque el mensaje se transmitió por teléfono, un poco a la vieja usanza, seguramente para incidir más. La verdad es que la patronal no había hecho ninguna proclamación oficial, salvo algunas respuestas esporádicas, tras conocerse la crisis de Air Comet; pero sus servicios de inteligencia debieron de pensar que era el momento de hacerla para dejar las cosas claras, es decir, que Díaz Ferrán no estaba dispuesto a dimitir.
La declaración hacía referencia a que la mayor parte de las organizaciones -regionales y sectoriales- apoyan al presidente. Sin embargo, no hubo ninguna reunión para que los miembros del comité ejecutivo y de la junta directiva pudieran dar su parecer, ya que cuando le dieron el amparo el 16 de diciembre desconocían los problemas crediticios de Air Comet.
De ser así, probablemente habrían cambiado muchos pareceres. En cualquier caso, ningún dirigente empresarial ha enmendado públicamente la plana a Díaz Ferrán y muy pocos se han atrevido a declararse a favor de la dimisión. Es el caso del presidente de CEPYME, Jesús Bárcenas, que desde hace tiempo va por su cuenta y no tiene pelos en la lengua para salirse del guión.
Y, lo que son las cosas, cuando todo el mundo hablaba de si Bárcenas debía dimitir por los enfrentamientos con Díaz Ferrán, las tornas cambiaron drásticamente y se habla de la dimisión de éste. No obstante ha apoyado la continuidad de Díaz Ferrán, tiene previsto convocar una reunión de la junta de CEPYME para pronunciarse antes de la que tiene prevista celebrar la CEOE el día 20 de enero. A no ser que Díaz Ferrán decida convocar una extraordinaria, que a estas alturas se antoja improbable.
Y, por otra parte, el que parece más interesado en que Díaz Ferrán siga al frente de los empresarios es Zapatero. Por puro egoísmo, probablemente. El presidente ha fijado, entre las prioridades, cerrar el acuerdo del diálogo social en el primer trimestre y sabe que un cambio en la presidencia podría retrasarlo, por mucho que el vicepresidente Santiago Herrero haya entablado relaciones con los sindicatos como presidente de la Comisión de Relaciones Laborales de la CEOE. Aunque, visto en perspectiva, Díaz Ferrán se ha quedado en una posición tan debilitada que hay que preguntarse si incluso le vale al Gobierno.
Muchas de las críticas arrojadas contra Ferrán le tachan de haberse involucrado demasiado en la crisis de su grupo, cuando debería haberse quedado al margen y dejado que fuera su socio, Gonzalo Pascual, vicepresidente de la CEOE, el que llevara la batuta. Ahora, con el problema encima, ya no se sabe si una cosa afecta a otra o al revés. El hecho es que los socios se las ven y se las desean para conseguir financiación. Además de los 26,5 millones que negocia con Caja Madrid, ha solicitado 60 para Viajes Marsans a un grupo de bancos y cajas con los que ha tenido contactos. Una de las reuniones fue el viernes 18, el día que recibieron la notificación de paralización de Air Comet; otra el día 24, vía satélite. De momento, con escaso éxito. -
Del abrazo al rechazo en menos de un mes
El pasado 2 de diciembre, el ministro de Fomento, José Blanco, se fundía en un efusivo abrazo con el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, tras terminar su intervención en la Cumbre Empresarial organizada por la CEOE. Blanco hizo un discurso constructivo. Pero para esas fechas, su departamento ya había abierto un expediente informativo a Air Comet. Apenas tres semanas después Blanco y Ferrán se han enzarzado en cruces de acusaciones, a las que también se ha unido el titular de Industria, Miguel Sebastián, uno de sus amigos dentro del Gobierno. Los dos han hecho de policías malos al cuestionar a Díaz Ferrán, que sin embargo aprecia la "sensatez" del presidente Zapatero.
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