Identificado por la Ertzaintza el asesino de Carrasco y Uría

El presunto etarra Beñat Aguinagalde ha sido identificado por la Ertzaintza como el supuesto autor material de los asesinatos del ex concejal socialista Isaías Carrasco y el empresario Ignacio Uría, según ha informado fuentes de la investigación. Aguinagalde, que se encuentra huido desde el pasado mes de febrero, formaba parte, presuntamente, de un comando legal (no fichado) de ETA responsable de un total de 14 atentados perpetrados en Guipúzcoa desde el fin de la tregua.

Estos datos se han conocido a raíz de la investigación antiterrorista desarrollada por la Policía autónoma vasca tras el atentado trampa fallido del 16 de enero en el monte Santa Bárbara y que se ha saldado con la captura de un presunto miembro del comando y dos supuestos colaboradores. El comando en cuestión estaba formado por tres miembros legales que han sido identificados como Manex Castro Zabaleta, detenido y encarcelado, Beñat Aguinagalde y Ugaitz Errazkin Tellería. Estos dos últimos se dieron a la fuga el pasado mes de febrero.

El grupo operaba a las órdenes del presunto miembro liberado de ETA Iurgi Gerrikagoitia, que era el responsable de dirigir la célula terrorista que comenzó a operar a principios del pasado año. Además, la célula contaba con la colaboración ocasional de varias personas que prestaban vehículos o realizaban otras tareas. Dos de esos presuntos colaboradores han sido detenidos por la policía autónoma, se trata de Mikel Garmendia, que está acusado de prestar el automóvil utilizado por los etarras para colocar una bomba en la Casa del Pueblo de Lazkao, y de Iraitz Santa Cruz, al que se acusa de prestar el vehículo utilizado para huir por los autores del asesinato del empresario Ignacio Uría, el pasado mes de diciembre. También se le acusa de prestar el coche a los miembros del comando cuando colocaron una bomba en el palacio de Justicia de Tolosa.

Iraitz Santa Cruz ha sido trasladado esta mañana a la Audiencia Nacional para ser puesto a disposición judicial. Entre los atentados cometidos por esta célula terrorista se encuentran los perpetrados contra los palacios judiciales de Bergara y Tolosa, un repetidor de Telefonía en Azpeitia, las Casas del Pueblo de Elgoibar y Lazkao, una oficina de Osalan en San Sebastián, tres empresas constructoras que participan en las obras del tren de alta velocidad y las bombas-trampa colocadas contra la Ertzaintza en el monte Santa Bárbara, de Hernani.