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Muere un joven tras perforarle un pulmón durante una operación de estómago

El Defensor del Paciente exige una investigación de los hechos, ocurridos en el Hospital de Alcalá.- El centro se escuda en que no puede "revelar datos clínicos" para no hablar del caso.- "Ha sido un calvario", cuenta su hermano tras verle sufrir nueve operaciones y pasar 26 días ingresado

Un joven de 33 años ha fallecido en Madrid después de que en el Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid) un cirujano le perforara el pulmón izquierdo, situado en el lado opuesto a la intervención quirúrgica que le practicaban en estómago y esófago. La asociación del Defensor del Paciente ha denunciado esta mañana que el joven, José Manuel Sancha Sancha, murió anoche en el Hospital Doce de Octubre, donde ha pasado 26 días ingresado y donde ha sido sometido a nueve operaciones tras la primera intervención. Un portavoz del Príncipe de Asturias se ha escudado en que no puede "revelar datos clínicos" para no hablar del caso. Su familia exige la verdad. "Yo no entiendo de medicina pero necesito saber cómo es posible que una criatura de 33 años entre en un hospital por su propio pie y salga por los pies por delante", dice Isidoro Sancha, el hermano mayor de la víctima.

José Manuel Sancha trabajaba en la fábrica de Sanitarios de Roca de Alcalá, estaba casado y tenía dos hijos, uno de cinco años y el otro de apenas un año y medio. "Es una pena que estos niños se hayan quedado sin padre y yo sin hermano", se lamenta Isidoro y rompe a llorar y se le empañan las palabras y no puede seguir, la única vez en toda la conversación telefónica con esta web, mantenida con una entereza encomiable desde el tanatorio donde vela el cadáver. Esta mañana le han realizado la autopsia y será enterrado a las doce del mediodía de mañana. El relato de los hechos, que describe "como un infierno", avanza a trompicones, según se va acordando de lo sucedido. No es fácil recordar por su orden el rosario de operaciones, complicaciones, "un pasito adelante y dos atrás", explicaciones, documentos, noches en vela, tubos, pruebas, encefalogramas... que han terminado con la muerte su hermano. "Ha sido una película de terror, este calvario es para contarlo", confiesa Isidoro, que en medio del dolor pide perdón por no poderse explicar mejor.

El origen de la operación fue una hernia de hiato que le detectaron en 2002. A raíz de eso, los médicos descubrieron que tenía "unas células malignas, una especie de cáncer en el esófago" del que se tenía que operar. Preguntado por la gravedad de la dolencia, el hermano cuenta que no era una operación de urgencia, sino que era un caso "preferente". Programaron la intervención el 19 de septiembre en el Hospital Príncipe de Asturias, donde ingresó dos días antes para que le realizaran una esofaguectomía. El cirujano le abrió el tórax, le apartó una costilla y le extirpó parte del estómago y del esófago cuando "incomprensiblemente" le perforaron el pulmón del lado contrario a la intervención. Pero esto los familiares lo supieron más tarde. En un primer momento, les dijeron que la operación "había salido perfectamente". "Nos comunicaron que le habían quitado tres cuartas partes del intestino, le habían solucionado la hernia de hiato y lo del esófago y le habían dejado muy bien y muy limpito". Pero no era así, "se complicó mucho la cosa", tanto que al día siguiente, el paciente tuvo que ser intubado y trasladado con urgencia desde la UCI al quirófano. Tenía el pulmón izquierdo perforado y estaba "muy grave, muy grave". Y ya no dejaría de estarlo en ningún momento.

Sin vesícula y con una pierna amputada

La gravedad de la situación provocó su traslado ese mismo día, a las dos de la tarde, al Hospital Doce de Octubre, donde estuvo la primera semana en coma cerebral conectado a unas máquinas para que todos sus órganos funcionasen. "Pensamos que era de la anestesia pero no lo sabemos. Le hacían encefalogramas y salían semiplanos pero luego recuperó la consciencia", explica el hermano. En primer lugar, "le parchearon el pulmón izquierdo", luego le pusieron "un pulmón artificial para que eliminara el CO2 porque su pulmón machacado no era capaz" y como consecuencia le tuvieron incluso que amputar una pierna. Además, "la bilis se le coló por la fisura y le quemó al pobrecito todo el esófago y la vesícula, que se la tuvieron que quitar". "Tenía un tubo para comer y otro para la saliva", cuenta sobre el hombre, que no puede explicar con palabras todo el sufrimiento de su heramano.

En total, fueron nueve intervenciones "durante unas semanas angustiosas" sin lograr que ganara la batalla a la muerte. El joven ha fallecido anoche, 26 días después de que le perforaran el pulmón. Los hermanos, aconsejados por la abogada de la asociación, acudieron anoche mismo a los juzgados de la Plaza Castilla para solicitar una autopsia judicial por presunta negligencia médica, según ha informado la asociación. Isidoro no pierde la compostura y, lleno de templanza, coloca siempre la palabra "presunta" cuando habla de la "negligencia" que cree que han cometido con su hermano. "Por consejo de la abogada hemos pedido a los hospitales los informes, pienso que falta mucha documentación", critica el hermano, para añadir que no entiende la jerga médica, que no sabe si ha sido culpa de los médicos o no, pero que va a luchar por llegar al final. Preguntado si en algún momento alguno de los doctores que le atendió reconoció una posible negligencia, responde que les han contado "muchas cosas" que no comprenden y que necesitan alguien "cualificado" que estudie el caso. "Yo sólo sé que si mi hermano sabe esto no se opera", dice Isidoro, que reitera una y otra vez que quiere "una explicación".

El juez dio orden de trasladar el cuerpo al Instituto Anatómico Forense, donde le han practicado la prueba. La asociación ha pedido la depuración de responsabilidades a la Fiscalía de Madrid, pero no han "obtenido respuesta", según informan en un comunicado. Este periódico ha tratado sin éxito de recabar la versión de los hechos del hospital. Preguntado sobre el trágico caso, un portavoz del Príncipe de Asturias no ha querido ofrecer detalle alguno porque no pueden "revelar datos clínicos".

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