El Gobierno desea que Repsol siga "dirigida por españoles" pero rechazar intervenir
La Caixa supedita la venta de parte de sus acciones en la petrolera a que Sacyr llegue a un acuerdo con Lukoil sobre el 20% de la constructora
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha asegurado este viernes que el Gobierno desea que Repsol, pretendida por la rusa Lukoil, siga siendo una compañía "dirigida por españoles en un sector estratégico y que garantice el suministro" y ha recordado que intervenir en su posible venta a compañías privadas sería retrotraerse a "tiempos pasados". Las declaraciones de De la Vega han llegado después de que la Caixa confirmara a primera hora que está dispuesta a vender parte de la participación que mantiene en Repsol a través de Criteria -que llega al 12,5%- a la petrolera rusa si ésta alcanza un acuerdo con Sacyr Vallhermoso para comprarle el 20% y si logra financiar la operación.
Además, fuentes cercanas a los contactos han asegurado a Europa Press que Mutua Madrileña también se ha sumado a las negociaciones con Lukoil para la venta de su participación del 2% en la petrolera española, aunque todavía "está abierto todo" y no hay acuerdo.
Al calor de estos movimientos, la CNMV ha suspendido a primera hora de la sesión la cotización de las acciones de la compañía presidida por Antonio Brufau así como las del brazo inversor de la caja barcelonesa hasta las 10.45 para "recabar y ordenar información" sobre el interés de Lukoil, tal y como es habitual en estos casos para evitar operaciones especulativas que produzcan variaciones bruscas en el precio de las acciones. Sacyr volvió a encabezar la lista de ganancias del Ibex, que cerró en negativo, con una subida del 15,35%, seguida de Criteria, que ganó el 8,15%. Por su parte, Repsol cerró con ganancias del 2,28%.
En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la Caixa, que ayer admitió que mantiene "contactos informales" con la compañía rusa por este motivo "sin que se haya recibido oferta concreta alguna", ha añadido que acudirán en las próximas horas a una reunión de entidades bancarias para tratar de la posible financiación de la operación, encuentro en el que participará también "en concepto de posible financiador". De esta lado, uno de los puntos a tener en cuenta para que la operación prospere es que Lukoil obtenga financiación necesaria, ya que es una cifra de envergadura y el sistema no atraviesa su mejor momento.
Detalles de la operación
Supuestamente, la mayor petrolera privada rusa estaría negociando la compra de hasta el 29,9% de Repsol YPF, el límite para no tener que lanzar una OPA sobre el 100%. De este tercio del total, un 20% es propiedad de Sacyr y un 9,9% de otros accionistas, entre ellos La Caixa -que articula su participación en Repsol a través de Criteria, que dispone de un 9,1%, y de Repinves, una sociedad conjunta con Caixa Catalunya poseedora del 6,1%- o Mutua Madrileña. Con ese paquete, Lukoil relevaría a Sacyr como primer accionista de Repsol YPF, aunque con los derechos de voto limitados al 10%, de acuerdo con los estatutos en vigor de la petrolera española.
El mercado especula con que el precio que aceptaría la constructora sería el doble del cierre de Repsol ayer en Bolsa, cuando colocó el precio de sus acciones en 13,60 euros, lo que supone un importe global aproximado de 9.700 millones de euros.
Desde Lukoil se han negado a comentar la noticia: "Sin comentarios. No puedo decirle nada", ha afirmado en una conversación telefónica un portavoz de esta compañía, la mayor petrolera privada de Rusia y la segunda del mundo en cuanto a las reservas comprobadas de crudo y gas tras la estadounidense ExxonMobil. Por su parte, la pretendida Repsol admite que ha tenido "conocimiento" de la existencia de contactos de algunos de sus accionistas significativos con "terceros posibles interesados" en entrar en la compañía, pero advierte de que ni ha participado en conversaciones ni tiene constancia de que éstas se hayan producido.
Lukoil releva a la gasista pública Gazprom, también rusa, como posible tabla de salvación de Sacyr Vallehermoso, un grupo al que su elevada deuda, de más de 18.000 millones de euros, le obliga a vender activos. Frente a Gazprom, que la semana pasada abrió el fuego de las operaciones corportivas extranjeras sobre Repsol, Lukoil tiene una fachada más presentable en los mercados occidentales. Tiene negocios de gasolineras en EE UU y cuenta con un socio potente, la estadounidense ConocoPhillips, con un 20% de su capital.
Anticorrupción afirma que uno de los líderes de la mafia rusa en España posee "una parte significativa de Lukoil"
Zakhar Kniazevich Kalashov, considerado el máximo responsable de los doce presuntos miembros de la mafia ruso-georgiana instalada en España y detenidos a raíz de la operación Avispa, posee "una parte significativa" de la petrolera rusa Lukoil, interesada en adquirir el 30% de Repsol YPF. Así consta en el escrito de acusación que la Fiscalía Anticorrución presentó el pasado 28 de octubre ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, instructor de la causa, y en el que pide para Kalashov 12 años y 2 meses de cárcel, así como una multa que supera los 32 millones de euros por los delitos de asociación ilícita y blanqueo de dinero.
El Ministerio Público destaca que Kalashov, además de mantener "contactos estrechos" con la organización criminal Kutaísi, considerada "la más terrible" de Georgia, "también poseería una parte significativa de una de las sociedades más grandes rusas de petróleo, es decir, la empresa Lukoil".
Además pone de manifiesto la relación "existente" entre Kalashov y el banco ruso SBS, y subraya que en una de sus cuentas figuran cargos a Lukoil, entre otras empresas. Anticorrupción sostiene que Kalashov es un "ladrón en la Ley", elegido en un consejo de jerarcas supremos del crimen organizado ruso a escala nacional cuyo "código de honor" le obliga a "dedicar toda su vida a una actividad profesional criminal".
Según el escrito, la organización criminal que dirigía Kalashov se dedicaba a blanquear grandes cantidades de dinero, en su mayoría procedente del juego ilegal de casinos en Rusia, a través de la adquisición de bienes inmuebles en España. Para el Ministerio Fiscal, la fortuna de este presunto mafioso alcanzaría los 200 millones de euros y estaría compuesta de bienes inmuebles en Moscú, Tbilisi (Georgia), en España y Estados Unidos.
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