Murray, más gigante que Del Potro
El escocés impone su mayor calidad en Miami a los errores del argentino y jugará la final con Djokovic
El argentino Juan Martín del Potro cruzó el mar de Rafa Nadal y acabó muriendo en la orilla del escocés Andy Murray. Rendido, con el doble de errores (44 por 22), medio lesionado en el penúltimo juego, cayó por 6-1, 5-7 y 6-2. Murray, aunque unos centímetros más bajo (1,90 metros frente al 1,98 de DelPo, como le animan sus aficionados), fue bastante más gigante en la pista de Crandon Park. El número cuatro del mundo mantuvo en Key Biscayne la supremacía sobre el siete tras un magnífico partido en el que domó con maestría y agilidad su mayor potencia. El domingo disputará la final contra el serbio Novak Djokovic.
Murray jugó un primer set exquisito. Cuando aún Del Potro no había sacado su potencia, o no le había dejado su rival, estuvo más preciso en todos los golpes. Saques sólidos para mandar, restos, reveses, derechas, dejadas...El argentino no acababa de atreverse a acelerar porque en cuanto lo hacía, con peloteos de hasta 22 golpes, fallaba. Especialmente reveses a la red, pero también voleas, como la que supuso el 4-0 tras salvar Murray dos bolas increíbles desde las dos esquinas o la que se le fue fuera en el 5-0, cuando el globo espléndido le superaba sin remedio. Los 18 errores frente a solo seis del escocés fueron elocuentes.
Del Potro, sin embargo, salió a jugársela en el segundo set y le quitó el primer saque a un Murray lógicamente más relajado. Pero el escocés lo recuperó inmediatamente con otro punto asombroso tras salvar con dos globos los smashes que parecían definitivos. Desde ahí, ambos parecieron conservadores y fueron ganando su servicio hasta el 12º en que Del Potro se la jugó e incluso llegó raudo a una dejada pese a su estatura. Evitó el tie break y aunque mucho más apuradamente, igualó el partido. Su mejoría había sido evidente. Además de 12-8 en golpes ganadores, solo 8 errores frente a los 12 de Murray en la manga.
La calidad de Murray
De noche, pero con calor cercano a los 30 grados y la misma humedad altísima de todo el día, un 80%, también el cansancio debía pasar factura en el set definitivo. Y mientras Del Potro se había vaciado frente a Nadal en cuartos, Murray apenas se había paseado contra Fernando Verdasco.
Pero la calidad también cuenta. Y Murray continuó llegando y devolviendo bolas casi imposibles, además de fallar mucho menos. Demasiados detalles para establecer la diferencia. Del Potro empezó a sufrir para sacar adelante sus servicios y salvó una ventaja en el primer juego, pero ya no en el quinto. Tras el 3-2, Murray ganó con su saque el primer juego en blanco de todo el partido y aquello fue el principio del fin. Había cometido en ese momento solo tres errores en el set frente a 14 de Del Potro. No se le podía escapar la final.
El séptimo juego fue angustioso para el argentino, que se dañó un abductor al llegar tarde a una volea. Atendido por el fisioterapeuta pareció el boxeador groggy que gana tiempo porque se le ha desatado un guante. Salvó la tercera bola de break, pero ya no la cuarta. Y del 5-2 Murray pasó a la victoria con otro juego en blanco y su sexto ace. En un suspiro, pero tras dos horas y 17 minutos de desgaste en la cumbre del mejor tenis.
Azarenka gana la final femenina ante Serena Williams
La bielorrusa Victoria Azarenka reafirmó la explosión que ha constatado desde el inicio del presente año y el esplendoroso futuro que le espera en el mundo del tenis tras arrollar a la número uno del mundo, la estadounidense Serena Williams (6-3 y 6-1), y adjudicarse el título del torneo de Miami, el tercero que logra en el 2009. La tenista de Minsk, de diecinueve años, ha logrado instalarse entre las diez mejores raquetas del circuito. Y advierte logros mayores a partir de ahora. En lo que va de curso, la bielorrusa ha ganado en Brisbane y Memphis. Añade ahora Miami, un Masters 1000, de mayor relevancia. Sólo superado en importancia por los Grand Slam.
Victoria Azarenka tardó 72 minutos en superar a la número uno del mundo. Serena Williams fue despojada sin piedad del trono de Miami. Una competición donde suele brillar la de Florida, que acumula cinco títulos. Entre ellos los de las dos últimas ediciones. La estadounidense mantuvo el tipo sólo durante los primeros juegos frente a una rival que pasó por alto los precedentes. Nunca, en las dos ocasiones precedentes, Williams había perdido contra la bielorrusa. La última vez fue en el Abierto de Australia, donde la norteamericana sumó el décimo éxito de Grand Slam de su carrera.
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