Camuñas anima al Recre

Cuando no se dispone de delanteros reputados hay que mentalizar a los centrocampistas de que el gol es cosa de ellos. La moda está extendida en muchos equipos. Los delanteros al uso casi no se llevan. La figura del rematador puro es cada vez más difícil de encontrar. La tendencia es tener un punta rápido con mucha movilidad y querencia a participar en el juego, lo que hasta hace poco sería un segundo delantero complementario, y una segunda línea de tres jugadores con predisposición a pisar el área. Recreativo y Betis son buen ejemplo.

Los onubenses tienen como jugador más adelantado a Adrían Colunga. En los verdiblancos, Sergio García ejerce de estilete. Ya que el gol está caro, hay que reinventarse y amoldar la materia prima que uno dispone. Pero el Recre tiene a un jugador con mayúsculas, Camuñas, que maneja con destreza el esférico y posee templanza ante la portería. Y, además, es un estupendo rematador de cabeza como comprobó Ricardo. El portero del Betis no pudo hacer nada ante el certero y plástico cabezazo del madrileño a pase del recién llegado Maidana. Con el esquema que se lleva, los jugadores del centro del campo tienen la obligación de multiplicar sus funciones. Correr, presionar, robar, crear, pisar el área contraria y, de vez en cuando, marcar algún gol resulta fundamental en el éxito colectivo del grupo.

El centrocampista que mejor refleja lo que piden los tiempos es el bético Emaná. Al camerunés le resulta más sencilla de lo aparente su labor debido a su portentoso físico. Más liviano, Camuñas, destaca por su habilidad. Con el planteamiento fotocopiado, fue el partido del casi. Asiduas llegadas a las inmediaciones de las áreas, algún apunte notable y semiocasiones. Amagos, apariencias, fuegos de artificio. Entretenida igualdad. Hasta que apareció Camuñas, centrocampista con alma de delantero.