Messi agranda al Barcelona
Los azulgrana se aseguran el primer puesto del grupo con una fácil goleada en Lisboa
Un quiebro de Messi al poco de salir al campo descuajeringó al Sporting y vertebró una dulce y tranquila actuación del Barcelona en el estadio José Alvalade. El triunfo azulgrana sólo se cuestionó durante un par de minutos por dos concesiones defensivas que curiosamente se produjeron después de la sustitución de Messi. Así de grande es La Pulga. No es fácil relativizar su presencia cuando el guión de los encuentros tiende a agrandar su importancia como ocurrió ayer en Lisboa.
A partir de un juego tan sencillo como preciso, los azulgrana firmaron un rotundo triunfo que ratifica su condición de cabeza de serie y líder de grupo, situación que le permitirá disputar la vuelta de los octavos como local. Aunque el equipo no se dio ninguna importancia, la superioridad del Barça fue abrumadora en un partido desbravado por la falta de rival y también de público, refugiado en el hogar por el frío. apretaba también en Portugal.
FICHA DEL PARTIDO
2 - Sporting Portugal: Rui Patricio; Caneira, Anderson Polga, Daniel Carriço, Grimi; Miguel Veloso, Joao Moutinho, Pereirinha, Romagnoli (Derlei, min. 45); Yannick Djaló (Tiago, min. 72) y Liedson (Helder Postiga, min. 79).
5 - Barcelona: Valdés; Alves, Márquez, Piqué, Cáceres; Sergio Busquets, Xavi (Keita, min. 74), Gudjohnsen; Messi (Pedro, min. 56), Henry (Bojan, min. 45) y Hleb.
Goles: 0-1. Min. 14: Henry. 0-2. Min. 17: Piqué. 0-3: Min.49: Messi. 1-3. Min. 64: Veloso. 2-3. Min. 65: Liedson. 2-4: Min.66: Caneira (propia meta). 2-5. Min. 73: Bojan (penalti)
Árbitro: Matteo Simone Trefoloni (Italia). Mostró cartulina amarilla a Sergi Busquets (Min. 32), Marco Caneira (Min. 54) y Márquez (Min. 64); y expulsó con roja directa a Rui Patricio (Min.
72).
Incidencias: partido correspondiente a la quinta jornada del Grupo C de la Liga de Campeones disputado en el estadio José de Alvalade de Lisboa ante unos 30.000 espectadores. Asistió al
encuentro el presidente de la Comunidad Autónoma de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.
El Barça recuperó desde el once incial su mejor versión y completó un buen encuentro si se exceptúa su lapsus en mitad del segundo tiempo. La facilidad con la que marcó y encajó los goles restó trascendencia a su exquisito fútbol coral. Mezclaron bien los medios y desequilibró Messi, muy por encima de cualquier futbolista, imponente en su visita al club de formación y al país de Cristiano Ronaldo. Los trofeos dirán que el portugués es el mejor. El fútbol está de parte de Messi, que se retiró tras firmar el 0-3para reservar energías con vistas a Sevilla.
A cada partido acude Guardiola con una alineación diferente y el equipo acostumbra a responder cuando el hilo conductor del fútbol es respetuoso con las esencias del club. La de ayer también resultó sorprendente si se atiende a la importancia del partido y de nuevo fue efectiva: reaparecía Messi, que ejerció de falso delantero centro, y descansaba Eto'o mientras Cáceres, Gudjohnsen y Henry se repartían el flanco izquierdo. La presencia de Márquez, Sergio Busquets, Xavi y Messi aseguró una buena circulación del balón de área a área, un fútbol de combinación y llegada, más a gusto con las transiciones que en el ataque estático. Alrededor de Busquets, los azulgrana alcanzaron el marco de Rui Patricio con mucho acierto y una facilidad escandalosa. A los 17 minutos ya contaban dos goles y un nuevo poste, el número 16 de la temporada, a la salida de una falta directa botada por el delicioso pie derecho de Xavi.
Partidos por la mitad, a los leones del Sporting les dio un ataque de pánico nada más pisar la hierba. No supieron cómo jugar un partido que aparentemente les venía de perlas. Ya clasificados, la derrota era tan asumible como gloriosa sería la victoria, así que podían actuar por una vez de manera alegre y valiente. El Sporting, sin embargo, se perdió en la medular por el juego rápido y fluido de los medios y el dinamismo de los delanteros azulgrana. A un toque, los barcelonistas se asociaban repetidamente ante la descolocación del plantel portugués, muy vulnerable en su área ante las maniobras de Messi.
Resuelto el litigio muy pronto había que darle contenido al partido, y la actuación de Messi fue un regalo para la hinchada verdiblanca, que a la media hora rompió a aplaudir al argentino. Messi forzó la falta que Xavi remató al travesaño, Messi le regaló el gol a Henry, Messi puso en juego el cuero en el córner botado por Xavi que acabó en la red. Y Messi marcó el tercer gol tras un toque del pícaro Alves. El monólogo azulgrana era tan indiscutible que el Sporting sólo pisó el área de Valdés después de que Gudjohnsen y Henry perdieran el balón de forma reprobable.
Cuando se fue Messi se apagó la luz en el Barça y se encendieron los focos del Sporting, que se encontró con dos goles consecutivos. Veloso transformó un libre directo por presuntas manos de Márquez y después Liedson aprovechó un error del mexicano y Cáceres para situar un sorprendente 2-3 en el marcador. Al rescate del Barça acudió Caneira, que se metió un gol en propia puerta para acabar con el suspense y devolver el favor a los azulgrana. El tanto final de Bojan, tras un penalti del portero, ayudó más a la moral del jugador catalán que a la colectiva. Expulsado Rui Patricio y retirado Messi, ya nadie reparó en el partido. Invicto hasta ayer, el Sporting firmó su capitulación ante un goleador Barcelona.
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