Brasil y Argentina no pasan del empate en una noche gris
Es el primer empate a cero entre ambas selecciones en veinte años
Brasil y Argentina han firmado hoy un empate sin goles por las eliminatorias del Mundial de 2010, en un partido en el que ha destacado la dureza de los marcajes en el medio del campo y en el que los dos equipos han acusado la falta de creatividad.
Tanto Dunga como Alfio Basile introdujeron cambios en sus respectivas alineaciones, con el objetivo de mejorar la imagen que dieron ambos conjuntos en sus compromisos del pasado fin de semana, cuando la "verdeamarilla" perdió por 2-0 contra Paraguay y la "albiceleste" empató en casa ante Ecuador.
Ambos fortalezieron la zona ancha. El brasileño apostó por dar entrada a hombres fuertes, como Julio Baptista en la media punta y Adriano en la delantera, mientras que el argentino encomendó la manija del equipo a Jonás Gutiérrez, para acompañar a Riquelme, y la punta a Julio Cruz, en detrimento de Sergio Agüero.
Con más vocación ofensiva, Brasil asumió la batuta del partido, pero encontró muchas dificultades para superar el fuerte marcaje de los argentinos en el centro del campo. Primero Anderson y después Diego, que lo sustituyó en la primera mitad después de que se torciera el tobillo, estuvieron marcados de cerca por la pareja de volantes argentinos formada por Fernando Gago y Javier Mascherano, que desarmaron de forma eficiente a los brasileños en la línea de creación.
Los argentinos solo permitieron dos ataques con peligro en la primera mitad, fruto de dos acciones rápidas encabezadas por Robinho. En la primera, el madridista regateó en la frontal del área y le sirvió la bola a Julio Baptista, que remató a bocajarro pero se topó con una mano providencial de ''El Pato'' Abbondanzieri. El rechace le cayó a Robinho, que remató al cuerpo del portero.
En la siguiente jugada, Robinho recibió un balón largo en la banda, que pilló a la defensa argentina a contrapié. El delantero llegó a la línea de fondo y superó en el uno contra uno al guardameta argentino fuera del área grande. Sin embargo, al salir del regate, el delantero fue cercado y desarmado por tres zagueros rivales.
En la primera mitad, Argentina solo creó peligro en un remate de cabeza de Julio Cruz, en un centro de Gabriel Heinze, que Julio César detuvo sin problemas. Lionel Messi estuvo muy marcado y, en la primera mitad, solo consiguió librarse de los defensores brasileños en una ocasión, en la que remató muy desviado.
Los duros marcajes y las constantes faltas en ambos bandos volvieron a dificultar la circulación del balón en la segunda mitad, aunque en los primeros compases las dos selecciones buscaron con más ahínco el área rival. Julio Cruz tuvo una ocasión clara, después de un servicio de Riquelme, pero su disparo seco se perdió por encima del larguero.
Julio Batista contestó con un tiro de falta envenenado que obligó a lucirse a Abbondanzieri, mientras que Messi, en el lado contrario, dispuso de una buena ocasión, pero se perdió por la línea de fondo. Con el resultado inicial se llegó al final del partido, el primer empate a cero entre Brasil y Argentina en veinte años.
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