Los Lakers pierden el liderato tras un inesperado tropiezo

Los Lakers, sin energía e indolentes en defensa, volvieron a perder el liderato en el Oeste tras firmar uno de los peores partidos de la temporada contra los débiles Bobcats de Charlotte, ante quienes cayeron por 108-95. Pau Gasol se perdió el séptimo partido consecutivo debido a un esguince en el tobillo izquierdo y no reaparecerá hasta la semana que viene, según ha manifestado el entrenador angelino, Phil Jackson, minutos antes del duelo. Por tanto el español no participará en el encuentro del próximo viernes frente a su ex equipo, los Grizzlies de Memphis, de Juan Carlos Navarro.

Los Bobcats, con 26 victorias y 45 derrotas, lejos pero aún con opciones de jugar los "playoffs" en el Este, disfrutaron de un gran Jason Richardson, autor de 34 puntos y 10 rebotes. Ambos equipos se tantearon durante el primer cuarto dando la impresión de que ninguno quería forzar desde el comienzo. Pero esa relajación se tornó en pasividad por parte de los Lakers, algo que aprovechó el equipo de Sam Vincent para alcanzar una renta de diez puntos (27-17), gracias al protagonismo de Richardson, ex de Golden State Warriors, y Gerald Wallace. El cansancio provocado por el exigente calendario hacía mella entre los locales. Jackson tuvo que cambiar de planes sobre la marcha y decidió dar entrada a sus jugadores secundarios para intentar deshacer el entuerto en el que se habían metido.

Y lo lograron, aunque sólo por unos minutos. Un parcial de 0-7, culminado con un triple desde nueve metros de Jordan Farmar, redujo momentáneamente la brecha (27-24) al término del primer periodo, pero los angelinos recayeron en el vulgar juego desplegado al comienzo. Los Bobcats se marcharon al descanso con la mayor renta del partido (57-44). Por los californianos, sólo Kobe Bryant y Ronny Turiaf, con 10 puntos, ponían algo de interés al asunto. Las alarmas empezaron a sonar iniciado el tercer cuarto cuando Wallace colocó a los suyos con 19 de ventaja (65-46). Sin recursos ofensivos, demasiado estáticos en ataque y terriblemente desacertados en el tiro, los Lakers se encomendaron al de siempre, a su líder: Bryant.

El escolta, que concluyó con 27 puntos, empezó a carburar con 15 tantos consecutivos (69-59), todos los de su equipo en ese periodo, hasta que al fin Lamar Odom se animó a contribuir con una entrada a canasta cuando restaban 3:50 para la conclusión de ese periodo. Así, y con un cuarto menos, el muro de Charlotte seguía intacto (82-68). Y cuando más lo necesitaba su equipo, surgieron de nuevo los rostros menos populares de los Lakers. Mbenga rebajó el déficit por debajo de los diez puntos (82-74) y Vujacic, con un triple, hizo que el Staples creyera en la remontada (84-81). Pero Richardson estaba inmenso. Desquició a Bryant, que no encontró el método para detenerlo y que se fue a los vestuarios antes de tiempo por protestar. La puntilla la puso Carroll desde el perímetro, con tres triples en momentos decisivos.