La renta de las familias españolas caerá por primera vez en 15 años
La disminución de las retribuciones laborales lastra la evolución de los recursos disponibles, que serán menores a finales de este año
La explosión de crecimiento de la renta de los hogares españoles no sólo se va apagando a medida que la crisis se recrudece, sino que sigue la senda del retroceso. Los recursos del conjunto de ciudadanos llevaban una década escalando más de un 6% cada año. Sin embargo, en el último trimestre sólo se incrementaron en un 1,5% en comparación con el mismo periodo de 2008, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). La mayoría de las proyecciones de los analistas dan por descontado que a finales de año los hogares se habrán empobrecido por primera vez en los últimos 15 años.
El aumento de la tasa de paro, que en un año ha pasado del 8,47% al 17,36%, ha supuesto un brusco frenazo al crecimiento en la renta de los hogares. Y si éstos van a acabar empobreciéndose este año es porque las remuneraciones de los asalariados en el último año experimentaron su primer descenso en esta década tras ceder un 2,7%. Para calcular las retribuciones se tienen en cuenta los costes salariales y el empleo. Puesto que los sueldos crecieron el primer trimestre un 2,8%, la causa de la caída de las remuneraciones es el aumento de los desempleados de un año al otro.
El descenso afecta más a los que perciben un sueldo más bajo
El jefe del Servicio de Estudios de Caixa Catalunya, Xavier Segura, señala que si se toman como referencia los datos de las rentas de los hogares acumulados en el último año (véase el gráfico) se observa una ralentización "del crecimiento de la renta bruta disponible a partir del verano".
El desempleo es el principal factor que explica esta evolución de las rentas porque las remuneraciones salariales suponen más del 50% de las rentas. Pero no es la única razón de su deterioro. El año arrancó con el mayor retroceso en medio siglo, lo cual se ve reflejado también en la actividad empresarial, en especial de trabajadores autónomos. Y eso se tradujo en un descenso del excedente bruto de explotación del 7,3%. También las rentas de la propiedad disminuyeron un 2,2% por los menores dividendos distribuidos por las sociedades, la menor rentabilidad de los activos financieros y el descenso que empiezan a experimentar los alquileres de viviendas por el aumento de la oferta.
No obstante, este descenso hallará algunos colchones que lo amortiguarán. El director de coyuntura de Funcas, Ángel Laborda, explica que el estancamiento de los precios -a finales de año la fundación prevé que la inflación se sitúe alrededor del 0%- es un alivio para los hogares. Pero es el gasto público el que puede sostener la caída. Carlos Maravall, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), apunta que las administraciones actuarán para que "las rentas no sufran una caída abrupta". Y ello permitirá que la tasa de ahorro siga repuntando hasta llegar al 16% a finales de año.
Otras tres circunstancias, según Xavier Segura, han contribuido a parar la caída: el descenso en el pago de las cotizaciones sociales -los desempleados dejan de abonarlas-, la caída en las rentas que se han tenido que abonar porque las cuotas hipotecarias son más baratas, y la bajada en impuestos corrientes como resultado de rebajas fiscales.
Las prestaciones sociales se incrementaron en un 15,9% respecto al año anterior, mientras que las transferencias sociales en especie -que incluyen servicios como la sanidad o la educación públicas, por ejemplo- se incrementaron en un 6,7%. Ello permitió que la renta disponible ajustada, que es la que incluye también estos servicios públicos que consume el ciudadano, subiera un 2%, medio punto más que la renta bruta, que no los recoge.
La tendencia, según los expertos, es que esta tendencia se vaya acentuando a lo largo del año, de forma que a finales de 2009 el conjunto de los hogares españoles será más pobre que el año pasado. En su último informe Consumo y Economía familiar, Caixa Catalunya prevé que la renta disponible caiga este año un 2,8%, lastrada sobre todo por las menores remuneraciones salariales. La entidad advierte, además, que la disminución de los ingresos laborales está sesgada hacia los salarios más bajos, puesto que la mayoría de la destrucción de empleo afecta sobre todo a jóvenes con contratos de empleo temporales.
La caja, precisamente, prevé que las prestaciones sociales paren parcialmente el golpe al subir cerca de un 6,6% a finales de año, en especial por el aumento de las pensiones y las prestaciones de desempleo. Funcas también contempla que este año las rentas de los hogares se estanquen o bien desciendan, mientras que BBVA prevé un exiguo aumento del 0,2%.
Bajan los ingresos salariales pero la renta todavía aguanta
Los ingresos laborales bajan pero la renta disponible todavía sube, aunque poco. ¿Por qué? La renta disponible indica los recursos del conjunto de los hogares y el importe con el que cuentan las familias para el consumo y el ahorro.
En el primer trimestre de este año, estos recursos alcanzaron los 167.642 millones de euros, un 1,5% más que en el mismo periodo de 2008. Para hacer el cálculo, el Instituto Nacional de Estadística (INE) tiene en cuenta varios indicadores. El principal es el de las remuneraciones salariales, que se calculan a través de la variación de los sueldos y la evolución del desempleo. El segundo factor lo constituyen los ingresos empresariales, en especial los de los autónomos.
Pero los hogares tienen otros recursos ajenos a su actividad profesional. El INE también cuenta los activos financieros o inmobiliarios. Finalmente, el cálculo descuenta todos los recursos de los que los hogares deben desprenderse (impuestos, cotizaciones, cuotas hipotecarias...).
Todos estos factores componen la renta disponible. Pero los ciudadanos también consumen algunos bienes y servicios de forma gratuita, por ejemplo, sanitarios o educativos. Si se tienen en cuenta estas transferencias sociales de las administraciones públicas en especie, da como resultado la renta disponible ajustada, cuyo crecimiento también se ralentiza.
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