La venta de viviendas cae un 30% entre enero y septiembre

El de 2011 va a ser un año pésimo para el sector inmobiliario. De eso no hay duda. Pero los datos de compraventa de viviendas publicados ayer por el Ministerio de Fomento dan un motivo de alegría para los abonados al optimismo: el desplome del primer semestre se ha moderado. Frente a la caída del 40% entre enero y marzo respecto al mismo periodo del año anterior, el descenso del tercer trimestre se quedó en un tímido 6,3%.

Pero la lectura positiva se acaba aquí. Las transacciones realizadas ante notario ascendieron a poco más de 240.000 en los nueve primeros meses, un 30% menos que en el mismo periodo del año anterior. El desplome llega al 65% si se compara con los días felices del ladrillo.

Los datos del tercer trimestre se han estabilizado por un motivo meramente estadístico. La subida del IVA que afecta a la vivienda nueva (del 7% al 8%) entró en vigor el 1 de julio de 2010. A partir de ese día, las ventas sufrieron un fuerte descenso, ya que muchos compradores se anticiparon para esquivar los mayores impuestos. Por este motivo, la comparación del tercer trimestre se hace con una base mucho menor -80.000 operaciones en el tercer trimestre de 2010 frente a 153.000 del segundo- y, por tanto, la caída parece ahora también menos dura. Pero los datos no dan lugar a engaños. Las 75.462 compraventas registradas entre julio y septiembre suponen la segunda cifra más baja registrada por el sector en el registro que ofrece el Gobierno, que comienza en 2004. No hay que ir muy lejos para encontrar el único periodo que fue aún peor: el primer trimestre de este año.

Los datos por comunidades demuestran la falta de homogeneidad en la evolución del mercado inmobiliario: cinco comunidades registraron variaciones interanuales positivas, destacando Navarra y Cataluña, con un crecimiento en torno al 14%. En el extremo opuesto se situaron Ceuta, Melilla, Extremadura, Canarias y Galicia, todas ellas con descensos superiores al 22%.

Un dato de la nota de prensa publicada ayer muestra un síntoma positivo en un mercado que en los últimos años se había quedado congelado. Los extranjeros residentes en España compraron 7.537 viviendas, lo que supone un aumento de casi el 25% respecto al mismo trimestre del año anterior. Los extranjeros fijaron sus ojos principalmente en casas situadas en Alicante. Le siguieron de lejos las localizadas en Málaga, Barcelona, Baleares y Santa Cruz de Tenerife.