Más de la mitad del crédito inmobiliario de la CAM es moroso
El auditor duda de la viabilidad de la caja a falta de conocer el plan del FROB
La realidad ha superado las peores perspectivas. La Caja Mediterráneo (CAM), intervenida por el Banco de España, tiene un riesgo con los promotores inmobiliarios de 12.677 millones, de los que 6.437 millones, el 51%, son morosos. Si se suman los préstamos considerados de alto riesgo de impago (subestándar, en la jerga oficial), que son 1.334 millones, la conclusión es que el 61,3% de todo lo que prestó la CAM al sector inmobiliario puede que no lo devuelva nadie. Lo que está en juego son 7.771 millones. La buena noticia es que la entidad ha provisionado 3.912 millones, lo que reduciría a la mitad el impacto final en el balance.
Los datos provienen de la auditoría de la entidad realizada por KPMG y entregada ayer a la CNMV. Al margen de la magnitud de las cifras, lo preocupante de este balance es que siembra la duda sobre si otras entidades tocadas por su empacho de ladrillo pudieran estar en peor situación de lo admitido en sus cuentas.
La caja alicantina, que perdió 1.136 millones hasta junio, tenía concedidos 2.958 millones a constructoras, de los que el 45% son morosos. La cartera crediticia total de la CAM en España ascendía a 49.577 millones, con una morosidad del 19,5%.
Este es un tema que preocupa mucho a los posibles compradores, que tendrán que entregar su oferta no vinculante el 26 de septiembre. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se quedará con el 80% de los primeros 2.500 millones de impagados que surjan y con el 90% del resto.
Pero hay otro aspecto casi más preocupante: los grandes vencimientos pendientes: este año 1.413 millones; 5.925 millones en 2012: 1.848 millones el siguiente y 12.132 millones a partir de 2013. En total, 21.318 millones, una fortuna en tiempos de sequía, que ahuyenta a muchos compradores. Además, hay que sumar 500 millones que la CAM ha utilizado de la línea de liquidez del Banco de España por la fuga de depósitos que está sufriendo.
Por otro lado, el auditor, la firma KPMG, pone de manifiesto que duda de la continuidad de la entidad alicantina a falta de conocer sus planes de futuro. KPMG considera que existe "incertidumbre sobre la capacidad del grupo CAM para continuar con sus operaciones, de forma que pueda realizar sus activos y liquidar sus pasivos". La firma especifica que la intervención del FROB, que implica una capitalización por 2.800 millones, ha permitido que la caja recupere "transitoriamente" la solvencia y la liquidez para seguir operando con normalidad. Por si había dudas, cuando entró el fondo de rescate la caja estaba en quiebra técnica.
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