El "malentendido" del fondo de ayuda de 300.000 millones

"Nunca ha sido propuesto un fondo común, es un malentendido". Con estas palabras ha intentado el primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, dejar zanjado el tema de la creación de un fondo europeo, un asunto que ha creado no pocas reacciones y dudas.

De hecho, las divergencias generadas desde el anuncio de la propuesta que la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, anunció ayer al diario alemán Handelsblatt de crear un fondo de 300.000 millones de euros para ayudar a los bancos afectados por las turbulencias financieras amenaza con dinamitar la minicumbre de este sábado en El Elíseo en la que los cuatro miembros del G-8 y las autoridades financieras de la UE están convocadas para buscar soluciones conjuntas a la crisis.

El rechazo frontal a esta medida del Gobierno alemán y las reticencias de Reino Unido, que junto a Italia y la anfitriona Francia son los únicos países invitados a la cita, han llevado al presidente francés, Nicolas Sarkozy, a negar categóricamente "la cantidad y la idea" de este plan de rescate a la europea.

Las declaraciones de Sarkozy han tenido lugar antes deentrevistarse con el primer ministro holandés,país que finalmente ha tenido que admitir la paternidad de la medidauna vez que los medios franceses han revelado que fue su titular deFinanzas, Wouter Bos, quien puso la propuesta sobre la mesa en unareunión del Eurogrupo celebrada el pasado septiembre. Sin embargo, el propio Balkenende se desentiende de nuevo del asunto: "Lo importante es que encontremos una estrategia común", "no creo que sea una medida válida", aseguró antes de añadir: "Yo estoy en contra de un fondo europeo".

El propio Bos, que se ha quedado solo ante el peligro, ha reconocido hoy en el Parlamento holandés que la idea fue suya. Además, ha defendido que si cada país de la UE dedica un 3% de su PIB -ecuación que daría lugar a los mencionados 300.000 millones de euros- a crear un fondo de reserva para ayudar a entidades en crisis se daría "una estupenda señal de confianza" para el sistema financiero.

No a un "cheque en blanco"

En cualquier caso, la propuesta nace con pocas expectativas de éxito después de que la canciller alemana, Angela Merkel, haya asegurado que "no puede ni quiere firmar un cheque en blanco para todos los bancos, se hayan comportado o no de manera responsable". Así, aunque su gabinete ha aprobado esta semana una línea de crédito de 35.000 millones junto a otras cinco entidadespara salvar al HypoBank, Merkel aboga por desarrollar con urgencia "sistemas de vigilancia" para evitar que se repitan los acontecimientos que han desembocado en la crisis.

Desde Reino Unido, su homólogo británico, Gordon Brown, ha confirmado a través de un portavoz que estará en la cumbre ya que Sarkozy le ha garantizado telefónicamente que la agenda no se limita a discutir un eventual plan de rescate. "El propósito de la minicumbre es debatir sobre cómo cada una de las cuatro mayores potencias de Europa podemos responder a la crisis financiera mundial" y recuperar la estabilidad del sistema, ha asegurado Brown.

Por su parte, la Comisión Europea se ha negado a valorar la idea de crear un fondo de rescate y se ha limitado a reiterar que es necesaria una "respuesta coordinada europea" para hacer frente a la actual crisis. En cuanto a las críticas emitidas por otros países europeos, entre ellos España, por haber quedado al margen de la minicumbre, el Elíseo ha asegurado que el encuentro "tiene por objeto preparar la contribución de los miembros europeos del G8 a los próximos encuentro de esta instancia consagrados a la crisis financiera internacional".