Zapatero pide ayuda a sindicatos y patronal ante el deterioro económico
El presidente reclamó un pacto sobre moderación salarial hasta 2014 en una reunión secreta la pasada semana en La Moncloa tras recibir la carta del BCE
El temor a una nueva recesión, la tormenta agosteña en los mercados y las exigencias del Banco Central Europeo para comprar deuda española han llevado al presidente del Gobierno a pedir ayuda a los agentes sociales. El miércoles 17 de agosto, José Luis Rodríguez Zapatero convocó a una reunión secreta en La Moncloa a los líderes de la CEOE, Juan Rosell; CC OO, Ignacio Fernández Toxo, y UGT, Cándido Méndez. Sobre la mesa una petición: que prolonguen hasta 2014 -año al que se pretende llegar con un déficit del 3% del PIB- el acuerdo de negociación colectiva que acaba en 2012 y que recomienda a los negociadores de convenios moderación salarial. La petición del Gobierno tuvo ayer sus primeros frutos: sindicatos y patronal se reunieron para desbloquear la negociación colectiva de 2011 como paso previo a esa prórroga.
UGT, CC OO y la patronal CEOE intentan desatascar los convenios
El Gobierno quiere un "esfuerzo compartido", no solo de los asalariados
Las reclamaciones del BCE para comprar deuda española han inspirado al Gobierno. En la misiva que envió el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, a Zapatero hace un par de semanas había recomendaciones sobre política fiscal y laboral. Fuentes gubernamentales apuntan que pedía "medidas que incidan en la recuperación de la competitividad a través de una mayor productividad y una moderación en los costes empresariales". O, lo que es lo mismo: contención salarial.
En las dos páginas de la nota preparatoria de la reunión, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, el Gobierno reclama que en la prórroga se establezcan como criterios de revisión salarial que se contemple la inflación prevista y "la evolución de la productividad en cada empresa". ¿Objetivo? "Moderación salarial y del conjunto de las rentas", reza el papel.
En la misma reunión, Méndez y Toxo recogieron el guante que les lanzó Zapatero. A cambio, exigieron estadísticas creíbles sobre la evolución de los salarios en España -defienden que el 2,6% que reflejan los datos de Trabajo son exagerados y no responden a la realidad de los convenios en 2011- y un viraje en la política económica para alcanzar un pacto de rentas. Es decir, un esfuerzo compartido por todos los estamentos sociales, "y no solo por los asalariados del sector privado", exponen fuentes conocedoras del encuentro.
La patronal, por su parte, también se mostró receptiva con la propuesta del Ejecutivo. No obstante, se mostró reticente a escenificar pacto alguno por falta de tiempo, lo que fue interpretado por las otras partes como una negativa a firmar nada antes de las elecciones legislativas del 20 de noviembre.
El encuentro se celebró el pasado miércoles 17 de agosto por la mañana. Se prolongó durante unas dos horas y contó con la presencia de Zapatero, Toxo, Méndez, Rosell y el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, según apuntan varias fuentes conocedoras de la cita. En él, las tres partes acordaron que sindicatos y patronal se reunieran "a la mayor brevedad posible" para evaluar la situación de la negociación de convenios este año.
Ese pacto tuvo su continuidad ayer con una reunión a mediodía entre los secretarios de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, y de CC OO, Ramón Górriz, con el adjunto a la Secretaría General de la CEOE, Alberto Nadal, y el responsable del Departamento de Relaciones Laborales, José de la Cavada. En el encuentro, que duró en torno a una hora y media, se produjeron pocos avances. De hecho, se desatendió la pretensión del Ejecutivo de lanzar un comunicado en el que ambas partes se mostraran partidarias de renovar para 2013 y 2014 el Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva, nombre oficial del pacto. Sí que hubo acuerdo para continuar con las reuniones técnicas (la próxima, el 6 de septiembre), y se pactó una de los líderes de las tres organizaciones que tendrá lugar en los primeros días del próximo mes.
Tanto la cita de ayer como, sobre todo, la del pasado 17 de agosto, suponen la recuperación del diálogo social al más alto nivel. Esta herramienta, de la que Gómez es un firme partidario, estaba adormecida tras el fracaso de las conversaciones para pactar la reforma de la negociación colectiva la pasada primavera. De hecho, las conversaciones a tres bandas que se prolongaron en julio para pactar medidas de reanimación del mercado laboral no han llegado a ningún puerto común.
Al día siguiente del encuentro con Zapatero, Toxo y Méndez mandaron una carta a La Moncloa que hicieron pública. En ella ambos se muestran dispuestos a ampliar la vigencia temporal del actual Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva. A cambio plantean sus exigencias. La primera es el desbloqueo de la renovación de los convenios pendientes para este año, más de la mitad a estas alturas de 2011.
Además, piden un control de precios, sobre todo en energía, transporte público y alimentos, "mediante incluso una regulación pública durante un periodo de tiempo". A estas reclamaciones, se suma uno de sus clásicos, la lucha contra el fraude y cambios en la política fiscal y ponen como ejemplo la recuperación del impuesto de patrimonio y el de sucesiones.
La misiva sindical proponía un cambio en todos los frentes de la política económica que abarcaba salarios, beneficios, impuestos, pensiones, empleo público, etcétera. Y no solo lo hacía después de la cita en La Moncloa, sino días después de que el candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, lanzara una propuesta similar.
Fuentes de ambos sindicatos niegan que estos movimientos obedezcan a una negociación soterrada con el Gobierno. No obstante, en las últimas fechas el Ejecutivo ha dado algún paso en la línea señalada por las centrales: rebaja del IVA para la compra de vivienda nueva, desechar los cambios en los contratos a tiempo parcial anunciados (próximo a las tesis patronales) o insinuar la recuperación del impuesto de patrimonio. Aunque la introdución de un límite constitucional al déficit recorre de un solo paso mucha distancia en dirección contraria.
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