"Tenemos que romper el círculo vicioso de la crisis de confianza"
Christine Lagarde, nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional, habla de su temor a una nueva recesión mundial y pide a los países industrializados que colaboren para combatir la amenaza de una crisis económica.
Pregunta. La economía mundial se está ralentizando, la inestabilidad caracteriza los mercados y los bancos prácticamente casi han dejado de prestarse dinero los unos a los otros. ¿Le recuerda esta situación a 2008, justo antes de que el banco de inversión Lehman Brothers quebrase?
Respuesta. Cada momento de la historia es diferente de las situaciones anteriores y es un error tratar de hacer comparaciones. En el FMI consideramos que ha habido, especialmente durante el verano, una clara crisis de confianza que ha empeorado gravemente la situación. Es necesario tomar medidas para asegurarnos que este círculo vicioso se rompe.
"Estamos en una situación en la que todavía podemos evitar la recesión"
"La opción de Berlín por la consolidación fiscal fue la adecuada"
"Hay que combinar consolidación fiscal con medidas a favor del crecimiento"
"Es necesaria una recapitalización de los bancos europeos"
"Es buena la intención general de imponer por ley límites al déficit"
"Probablemente, Estados Unidos tenga margen para limitar el ajuste"
P. ¿Cómo es ese círculo?
R. Es una combinación de crecimiento lento debido a la crisis financiera y deuda soberana elevada. Ambos factores despiertan gran preocupación por el capital y la fortaleza de los bancos, especialmente cuando estos poseen cantidades considerables de bonos soberanos. Si los bancos experimentan más dificultades, más países se verán afectados. Tenemos que romper este círculo.
P. ¿Qué se debe hacer?
R. Si analizamos la situación europea, tiene que haber una consolidación fiscal combinada con medidas que hagan hincapié en el crecimiento. Además, hay que aumentar la recapitaliza-ción de los bancos. Está claro que ambas cosas van unidas. El problema de la deuda soberana afecta a la confianza que tienen los actores de los mercados en los bancos europeos.
P. ¿No cree que su advertencia de que podrían faltar 200.000 millones de euros en los balances generales de los bancos europeos agrava la situación de esos bancos?
R. Como parte de nuestro trabajo sobre la estabilidad financiera mundial, estamos analizando la situación en Europa. Publicaremos los resultados de este trabajo en un par de semanas. De manera más general, sí que creemos que es necesaria una reca-pitalización de los bancos europeos, a fin de que sean lo bastante fuertes para hacer frente a los riesgos que ocasionan los prestatarios de deuda soberana y el débil crecimiento. Esto es esencial para detener el contagio en cadena.
P. ¿Está el mundo al borde de una nueva recesión?
R. Estamos en una situación en la que todavía podemos evitarla. El abanico de políticas a las que pueden recurrir los diversos Gobiernos y bancos centrales es menos amplio porque gran parte de la munición se gastó en 2009. Pero si los diversos Gobiernos, instituciones internacionales y bancos centrales trabajan juntos, evitaremos la recesión.
P. En este momento, sin embargo, da la impresión de estar sucediendo justo lo contrario. Muchos Gobiernos han aplicado medidas de austeridad a fin de compensar los inmensos gastos en que incurrieron durante la crisis. ¿Es esto un error?
R. En el caso de algunos países, el camino escogido es acertado y deben continuar así. En otros casos, algunas de las medidas que se han tomado son tan drásticas, dada la actual situación de déficit, que hay margen para cierta relajación, especialmente si la economía se debilita más y siempre que haya un rumbo claro de consolidación a medio plazo.
P. ¿Considera que Alemania es uno de esos países que podrían hacer más por estimular la economía mundial?
R. En el transcurso de nuestras comprobaciones nacionales anuales, nuestros expertos visitaron Alemania hace poco. Su conclusión ha sido que, dadas las circunstancias, la opción escogida por Berlín de consolidación fiscal fue perfectamente adecuada.
P. Por ahora.
R. Lógicamente, estas cosas siempre dependen de las circunstancias. Teniendo en cuenta lo mucho que Alemania depende de las exportaciones, si la demanda se debilita tanto que realmente altera el equilibrio, sería necesario replantearse la situación.
P. ¿Estimulando la demanda nacional, por ejemplo?
R. La demanda nacional es buena tanto para la economía alemana como para las otras economías que rodean a Alemania. Pienso que la demanda nacional en Alemania ha mejorado desde la época en que yo lancé esta idea siendo ministra de Economía en Francia.
P. Dado el ambiente económico, ¿piensa que es peligroso que los países aprueben leyes que impongan un presupuesto equilibrado?
R. Es claramente una señal para los actores de los mercados. Demuestra a los inversores la seriedad del compromiso del Gobierno con el principio del equilibrio económico. La intención general es buena.
P. ¿Le gustaría que Estados Unidos aprobase una norma similar para frenar la deuda?
R. Cada país debe encontrar la mejor forma de indicar a los mercados que se toma las finanzas públicas en serio. El FMI tiene mucha experiencia y nos alegraría mucho echar una mano a esos países que realmente están tratando de frenar la deuda.
P. ¿Necesita Estados Unidos un nuevo paquete de incentivos económicos?
R. Estamos en una situación de crecimiento ralentizado y tenemos un problema de confianza que ha culminado este verano con la rebaja de la anterior calificación de triple A de EE UU. Siempre que EE UU ponga en práctica un plan de ajuste a medio plazo creíble, probablemente haya margen en estos momentos para limitar el ajuste a corto plazo y tomar algunas de esas medidas de fomento del crecimiento.
P. ¿Propone combatir los efectos de una crisis de deuda con más deuda?
R. No es así como yo lo veo. En un mundo que está tan interconectado económicamente, donde las medidas de los países industrializados tienen una influencia directa en las economías emergentes, uno no puede empecinarse cuando la situación cambia. No es que hayamos cambiado de opinión respecto a los peligros del exceso de deuda, sino respecto a la situación actual de la economía mundial.
P. Los efectos del exceso de deuda pueden verse ahora mismo en la zona euro, donde el Banco Central Europeo ha tenido que comprar miles de millones en bonos nacionales. A finales de septiembre, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), se encargará de esta tarea. ¿Tiene suficiente dinero para hacerlo?
R. El FEEF será ahora lo suficientemente flexible. Había estado dentro de una especie de camisa de fuerza. Ahora tiene la opción de comprar en el mercado secundario en determinadas circunstancias para respaldar a los bancos y ofrecer garantías. Eso es una gran noticia.
P. Los dirigentes de Europa le han dado al jefe del FEEF, Klaus Regling, un montón de trabajo, pero no más dinero. ¿Bastará con los 440.000 millones de euros asignados?
R. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, y también otros dirigentes europeos han dicho que harán lo que haga falta. Supongo que eso incluye aumentar el FEEF si es necesario.
P. ¿Incluye también llegar hasta el extremo de ayudar a Italia? ¿No es este país demasiado grande para ser rescatado por los demás países de la UE?
R. Los dirigentes europeos han aceptado compromisos muy firmes en relación con la moneda única y la eurozona. Creo que los mercados deberían valorar la fuerza de estas declaraciones y la firmeza de su compromiso político. También se ha producido una notable mejora en lo que respecta a la consolidación fiscal y a las reformas estructurales en Italia.
P. Los escépticos afirman que Grecia ya ha recibido suficiente ayuda y que debería ser expulsada de la eurozona. ¿Cree que es una buena idea?
R. En primer lugar, esa decisión no me corresponde a mí. En segundo lugar, creo que todos los socios, ya sea en la Comisión Europea, el BCE o el FMI o los miembros de la eurozona, están decididos a hacer que esto funcione y a garantizar que la economía griega recupere su competitividad y se reestructure como es debido.
P. Es posible que en Francia se presente una demanda judicial contra usted. Está acusada de haber abusado de su cargo como ministra de Economía de Francia cuando se aseguró que el empresario Bernard Tapie recibía una indemnización del Estado francés en relación con un negocio en el que participó Adidas y que se fue al traste. ¿Dimitirá de su cargo si tiene que defender sus actos ante un tribunal?
R. Este asunto ya se tuvo en cuenta en el momento de valorar mi candidatura al puesto. La junta del FMI llegó a la conclusión de que ese caso era perfectamente compatible con que yo continuase con mi trabajo y cumpliese con todas mis obligaciones.
.Distributed by The New York Times Syndicate.
Traducción de News Clips.
© 2011, Der Spiegel
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