Slim contra Gates
El magnate mexicano disputa al estadounidense el título de hombre más rico del mundo
El cetro en el exclusivo universo de las mayores fortunas del planeta está a punto de cambiar de manos, si es que no lo ha hecho ya. La supremacía en este mundo tan particular se la disputan el fundador de Microsoft Bill Gates, que lleva 13 años consecutivos en lo más alto, y el empresario mexicano Carlos Slim, como nuevo aspirante. Los dos magnates prefieren mantenerse al margen de las disputas que tienen los distintos medios a la hora de calcular sus fortunas, que dicho de paso no paran de crecer gracias a una economía boyante.
El empresario mexicano prometió ante Clinton donar 100 millones a los desfavorecidos
El alza del precio de las acciones entre marzo y junio sube la fortuna de Slim a 67.800 millones
Slim salía hace pocos días a escena de la mano del ex presidente estadounidense Bill Clinton y el magnate canadiense Frank Giustra para anunciar una iniciativa financiera para el desarrollo económico, social y medioambiental de América Latina. El sector privado es de donde llega ahora una buena parte de la financiación a la lucha contra la pobreza. Pero aunque el empresario mexicano podría estar a punto de destronar a Gates como el hombre más rico del mundo, aún le queda mucho camino por recorrer si quiere igualar al fundador de Microsoft en cuanto a las donaciones.
La fortuna acumulada por Slim se estima ahora en unos 67.800 millones de dólares, según revelaba esta semana Sentido Común, una publicación financiera mexicana en Internet, que atribuye el salto dado por el empresario a una subida del 27% en el valor de las acciones de América Móvil entre marzo y junio. Esto, señala el medio, le permitió al mexicano hacerse con 8.600 millones de dólares más que Gates, que lleva más de una década en lo más alto de la lista de la revista Forbes.
El cálculo, sin embargo, no es asumido todavía por la publicación neoyorquina, que en abril tuvo que revisar su lista para colocar a Slim en el segundo puesto entre las grandes fortunas, relegando al tercer puesto al próspero inversor y filántropo Warren Buffet. Entonces se tuvieron en cuenta las ganancias obtenidas en Carso y Telmex, mientras que las de Berkshire Hathaway caían.
La revista Forbes calcula la fortuna de Gates en 56.000 millones y precisa que más de la mitad de ese dinero le llega de fuera de Microsoft, lo que hace complejo su cálculo. La de Slim la establece en 53.000 millones en abril.
La nueva cifra de Forbes para Gates se publicará el próximo 20 de septiembre, cuando se dé a conocer el ránking de los 400 nombres más ricos de EE UU. La de Carlos Slim tardará un poco más en llegar, en marzo de 2008, cuando se dé a conocer la lista de mil millonarios de todo el mundo. "Hasta entonces seguiremos calculando las cifras", dicen desde Forbes sin entrar en más detalles ni valoraciones, mientras desde México se da por descontado que cambiarán de postura. "Veremos lo que pasa", dice Eduardo García, director de la publicación mexicana.
No es la primera vez que Sentido Común y Forbes tienen sus más y sus menos a la hora de valorar la riqueza de Carlos Slim. La publicación mexicana asegura no tener dudas de que la fortuna acumulada por su compatriota es mayor que la del estadounidense cuando se observa el valor de su capital bursátil, que es la referencia que utiliza Forbes para establecer su prestigioso ránking. Y calculan que la familia posee una fortuna equivalente al 8% del PIB mexicano, país donde cerca de la mitad de la población vive con menos de cinco dólares al día.
Carlos Slim, nacido el 28 de enero de 1940 en Ciudad de México, es conocido por transformar empresas con problemas en verdaderas máquinas de hacer dinero. Hijo de un empresario de origen libanés, y de madre mexicana, estudió ingeniería civil en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El magnate tendió en su origen a diversificar sus inversiones, y su olfato para los negocios le llevó a ponerse a apostar por la compañía Apple antes de que lanzara su nueva gama de ordenadores personales iMac o a lanzarse al universo de Internet con la compra del servidor estadounidense Prodigy.
Su fuerte, en todo caso, es el sector de las telecomunicaciones, donde se concentra buena parte de su fortuna, que le ha llevado a ser conocido en todo el mundo como el Midas. Slim posee además una de las mayores colecciones de esculturas de Auguste Rodin, que recoge en el Museo Soumaya dedicado a su mujer, que murió en 1999 tras una enfermedad renal. Además, creó una fundación dedicada a recuperar los edificios coloniales en el distrito histórico de su ciudad natal.
Y como Gates, quiere devolver a la sociedad parte de su riqueza. En aquella cita con Clinton, el magnate se comprometió a donar 100 millones a una iniciativa para mejorar las condiciones de vida de los más desfavorecidos y reactivar el crecimiento económico en América Latina. Slim defendió una "clase media fuerte" a través de la inversión, la educación y el empleo. Y dijo que igual que "se reduce la mortalidad infantil, hay que reducir la alta tasa de desaparición de empresas. Eso sólo se consigue con financiación a las pymes".
Activo en tiempos de crisis
Carlos Slim tiene una habilidad especial para hacer negocio cuando las cosas no van bien. Debe ser una cualidad heredada. Su padre ya invirtió en propiedades inmobiliarias en el centro de Ciudad de México tras la revolución de 1910. Él le enseñó a ser exhaustivo con las cuentas. A los 26 años, el empresario ya tenía una fortuna personal de 400.000 dólares, acumulados en su bolsillo fruto de sus primeras inversiones y de la fortuna familiar.
Su imperio empezó a forjarse a mediados de los sesenta, cuando creó una compañía de construcción y una agencia inmobiliaria, germen del que luego nacería el conglomerado Carso, que toma las primeras letras de su nombre y el de su difunta esposa, Soumaya.
En los ochenta, con México en pleno colapso económico, y con el resto de inversores dirigiendo su dinero a Europa o EE UU, Slim siguió apostando por su país. En 1984, Slim compraba Seguros de México por 13 millones de dólares y un año después se hacía con la cadena comercial Sanborns por 30 millones. Y poco a poco, entre bastidores y guardando el anonimato, el empresario fue diversificando un imperio a través del Grupo Carso.
Slim dio el gran salto cuando en 1990 se hizo con el control del operador mexicano de telecomunicaciones Telmex, tras su privatización. Slim se impuso en una subasta pública en la que participaron SBC y France Télécom. De Telmex nacería América Móvil, considerada la joya de la corona y la responsable de que el magnate esté en lo más alto de la lista de Forbes junto a Bill Gates y Warren Buffet. América Móvil es la quinta compañía de telecomunicaciones del mundo por valor en Bolsa, por delante de Telefónica.
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