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Sacyr rompe el pacto con Pemex tras entregar un 10% de Repsol a la banca

La petrolera compra a los bancos acreedores el 10% de su propio capital por 2.572 millones. -Los bancos recibieron el 10% de Sacyr como pago por la mitad del préstamo a la constructora, que sufre pérdidas de 940 millones. -Del Rivero dimite y Loureda abandonará el consejo de la petrolera

Repsol ha comprado la mitad de la participación de Sacyr en la petrolera, que ascendía al 20% y que el grupo constructor y de servicios había puesto a la venta para cumplir con las condiciones que le habían impuesto los bancos acreedores para refinanciar su deuda. Repsol ha comprado las acciones propias a 21,066 euros con un descuento del 5% sobre el precio de cierre de ayer, que fue de 22,175 euros, con lo que la inversión total asciende a 2.572 millones de euros. La operación supone que Sacyr da por resuelto el pacto de sindicación de acciones que suscribió con la mexicana Pemex el pasado 29 de agosto.

La petrolera ha adquirido las acciones a los bancos, que previamente las recibieron en dación en pago por la mitad del crédito a Sacyr. Tras la operación, según ha explicado desde Moscú el presidente de la petrolera, Antonio Brufau, Sacyr también ha logrado refinanciar el crédito por el 10% restante de Repsol por tres. Por tanto, el principal del préstamo con el que la constructora se hizo con su participación en la petrolera baja de 4.900 a 2.446 millones, según ha confirmado más tarde la propia empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Al entregar el 10% de Repsol a la banca, Sacyr sufre "un resultado consolidado negativo, neto de gastos e impuestos, de 940 millones de euros", según ha comunicado la empresa.

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Además, en un efecto derivado de la operación, el expresidente de Sacyr, Luis del Rivero ha dimitido ya como consejero de Repsol y José Manuel Loureda ha anunciado que también lo hará, de modo que el grupo constructor y de servicios se queda con Juan Abelló como único representante en la petrolera.

Las acciones de las dos compañías implicadas han vuelto al parqué a las 15.15 tras estar suspendidas desde antes del inicio de la sesión. En su regreso, los títulos de Sacyr han llegado a rebotar más de un 11%, aunque luego han moderado el avance hasta el 7,5%, con lo que se intercambiaban en 4,338 euros. Las acciones de Repsol, por su parte, han subido un 1,6% en su primer movimiento para, a continuación ceder un 0,70% y afrontar el tramo final de la sesión con un alza del 1,20% a 22,44 euros.

Sacyr mantuvo ayer una nueva reunión con los 38 bancos acreedores que en 2006 le prestaron el dinero para hacerse con el 20% de la petrolera. La cita se celebró con tintes de urgencia, ya que el crédito vencía mañana miércoles. Los bancos se planteaban ejecutar la totalidad del crédito y quedarse con el 20% del capital. Al final se logró una solución intermedia. Sacyr les entregaba el 10% de Repsol en dación en pago por la mitad del crédito. Los bancos, por su parte, vendían a la propia Repsol ese 10% con un descuento del 5%, pues una venta en el mercado hubiera penalizado mucho más la cotización y les habría llevado probablemente a obtener un precio inferior.

"La falta de acuerdo entre los bancos y Sacyr Vallehermoso habría producido un escenario de incertidumbre prolongada en esa compañía, lo que resultaría dañino para la cotización de Repsol y tendría efectos negativos adicionales sobre el proyecto de crecimiento de la empresa. Además, dado el gran número de bancos involucrados y la heterogeneidad de sus planes e intereses era previsible una venta masiva y desordenada de títulos", ha señalado Repsol a la CNMV.

La petrolera ha comunicado también que "el Consejo de Administración ha acordado analizar como potenciales destinos de estas acciones la venta a inversores institucionales y/o inversores estratégicos, que contribuirán al cumplimiento de los objetivos a largo plazo de Repsol". "Adicionalmente, parte de estas acciones podrían ser utilizadas cómo fórmula de remuneración al accionista", ha añadido Repsol.

Para hacer frente al coste de la operación Repsol contaba a finales del tercer trimestre con 5.600 millones de euros en efectivo y activos líquidos en su balance.

Con vistas al futuro, la compra a los bancos de esta participación del 10% augura un periodo de paz social entre los accionistas para el equipo directivo de Brufau tras unos meses convulsos. El origen de las turbulencias estuvo en el intento de Del Rivero por hacerse con el control de la petrolera de la mano de la mexicana Pemex. Fruto de las divergencias que generó esta ofensiva en el propio seno de Sacyr, el entonces presidente fue destituido y su lugar lo ocupó Manuel Manrique en octubre.

Tras la operación de hoy, Sacyr pasa a ser el segundo accionista de la petrolera por detrás de CaixaBank, que controla un 12,9% de sus títulos. A continuación de la empresa de construcción y servicios y la propia Repsol, Pemex se queda relegada a un cuarto puesto con un 9,5%. Los contactos más avanzados para la posible venta de acciones de la constructora en Repsol han incluido a la china Sinopec y a otro grupo latinoamericano, pero finalmente ninguna de estas opciones ha salido adelante.

Sacyr pagó en 2006 más de 6.500 millones por el 20% de Repsol. Entonces, cada título cotizaba a 26,7 euros, unos 4,5 euros más por título de lo que costaban ayer. Ante este recorte en el valor de la petrolera en Bolsa, la salida al precio por acción de 21,066 al que se ha cerrado la operación entre los bancos y Repsol ha supuesto contabilizar un resultado consolidado negativo, neto de gastos e impuestos, de 940 millones de euros.

En cuanto al acuerdo cerrado entre Repsol y Alliance Oil, ambas empresas han pactado crear una sociedad conjunta valorada en 840 millones de dólares (645 millones euros) y de la que el grupo industrial ruso controlará el 51% y el español el 49% restante. El objetivo de la alianza es desarrollar de forma conjunta actividades de exploración y de producción de hidrocarburos en Rusia, el mayor productor de gas y crudo del mundo.

Antonio Brufau interviene en la junta general de accionistas de Repsol en junio de 2006.
Antonio Brufau interviene en la junta general de accionistas de Repsol en junio de 2006.REUTERS

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