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El Reino Unido le da a la máquina de imprimir billetes contra la crisis

El Banco de Inglaterra se prepara para imprimir billetes de libra por valor 167.000 millones de euros para aumentar el dinero en circulación

Es la receta más vieja contra la crisis. La practicaba ya el Imperio Romano cuando no tenía fondos para financiar las campañas bélicas o las grandes obras públicas. Y durante toda la historia ha sido la tentación fatal de los gobernantes para combatir los malos tiempos: darle a la máquina de hacer billetes. El Reino Unido, acosado por la crisis, con bancos y aseguradoras intervenidos por el Estado, y un sistema financiero paralizado, ha decidido echar mano de la receta. El Banco de Inglaterra cuenta ya con el permiso del Gobierno británico para imprimir 150.000 millones de libras (167.238 millones de euros) y podría anunciar la emisión el próximo jueves, después de la reunión en la que se espera que recorte los tipos de interés hasta el 0,5%.

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Así lo publica hoy el periódico The Daily Telegraph, en la que el ministro británico de Economía, Alistair Darling, asegura en una entrevista que ya ha dado la autorización al organismo para la emisión de dinero y que ahora es éste el que debe decidir cuándo es el momento apropiado para hacerlo.

Por ahora, es difícil que la medida se replique en la Unión Europea y, en particular, en la Eurozona que conforman 16 países, entre ellos España, ya que la potestad para emitir moneda la tienen el Banco Central Europeo (BCE), reacio a ese tipo de política inflacionista.

Pero el Reino Unido, que siempre ha rechazado unirse al club del euro, mantiene la independencia de su política monetaria y ha adoptado esta medida con el objetivo de incrementar la circulación de efectivo y alentar la recuperación de la economía, toda vez que las sucesivas bajadas del precio del dinero hasta mínimos históricos no han tenido el efecto esperado en la práctica.

No es el primero en adoptarla. A finales del año pasado, la Reserva Federal también puso a funcionar la máquina de hacer billetes, y se estima que ha puesto a circular 600.000 millones de dólares.

De producirse finalmente, se trata de una actuación nunca vista en el Reino Unido desde los años 70. Bajo el eufemismo de "alivio cuantitativo", la impresión de dinero iría destinada a comprar bonos del Estado y activos del sector privado, para incrementar la liquidez en los mercados e impulsar la concesión de créditos.

Por otra parte, el canciller del Exchequer -equivalente al ministro de Economía- reconoce en la entrevista que el Ejecutivo tiene "muchas lecciones que aprender" de esta crisis económica y concluye que la regulación de las entidades financieras ha sido "un fracaso"."La responsabilidad es colectiva. Todos nosotros -en referencia al Gobierno y a los organismos reguladores- debemos tener la humildad de aceptar que en los últimos años las cosas se nos fueron de las manos", admitió Darling.

La máquina de hacer billetes es un remedio eficaz a corto plazo pero puede ser letal para la economía a medio y largo plazo. La puesta en circulación de dinero da una impresión de riqueza pero al no estar sustentado por un crecimiento económico real puede dar lugar a un fenómeno de hiperinflación, con subidas de precios y servicios. Eso es lo que ocurrió en la Alemania de después de la I Guerra Mundial y que devino en un caos social. En la década de los 80, Argentina, Brasil, México Bolivia y Perú tuvieron subidas anuales superiores al 1000%. Pero el ejemplo más reciente es el de Zimbawe, la antigua colonia británica, cuya inflación superó el pasado mes de enero cotas inimaginables sobre el 26.470,8%.

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