El Gobierno intenta reconducir el diálogo social ante el riesgo de fracaso
El Ejecutivo inicia una ronda bilateral con los líderes de sindicatos y CEOE
El diálogo social ha embarrancado. El pacto con los agentes sociales que el Gobierno busca -y necesita- para antes de agosto corre grave riesgo de naufragar. La última reunión entre Ejecutivo, sindicatos y patronal, celebrada el jueves, fracasó estrepitosamente. Coste del despido, rebaja de cuotas sociales o prestación a parados sin rentas se revelaron como obstáculos insalvables y elevaron mucho la tensión en la mesa de diálogo. Y visto que la cita prevista para ayer iba a correr la misma suerte, las partes suspendieron la reunión y se evitó un nuevo fracaso. El Ejecutivo ha abierto ahora una ronda de contactos por separado con cada parte. Y además ha elevado el rango de sus interlocutores: el jefe de gabinete de Zapatero, José Enrique Serrano, va a entrar en escena, según fuentes sindicales.
Salgado y Corbacho advierten que no rebajarán las cuotas sociales y el despido
La patronal asegura que quiere el acuerdo, "aunque no a cualquier precio"
Hasta el próximo jueves, cuando está prevista la próxima cita a tres bandas, el Ejecutivo se reunirá por separado con el presidente y vicepresidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán y Santiago Herrero. Fuentes empresariales informan de que su encuentro tendrá lugar el miércoles. Las mismas fuentes indican que el Ejecutivo ya se vio el viernes con representantes de la CEOE, sin aclarar el rango de los interlocutores. Ambos extremos no fueron ayer confirmados ni desmentidos por los portavoces oficiales de la patronal, aunque admitieron que está dentro de lo posible.
Los representantes del Gobierno también se verán las caras con los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CC OO, Ignacio Fernández Toxo. Ayer todavía no estaba claro cuándo.
En esta ronda de contactos, los interlocutores del Gobierno serán el director de la oficina económica de Moncloa, Javier Vallés, quien ha coordinado las conversaciones hasta ahora, y el jefe de gabinete del presidente del Gobierno, José Enrique Serrano. El primero tiene rango de secretario general y depende del segundo, que es secretario de Estado.
En sí misma, la iniciativa del Gobierno de organizar encuentros bilaterales ya supone prestar oídos a las demandas sindicales. Tras levantarse de la reunión el pasado jueves, los representantes de los trabajadores, enfadados con el endurecimiento de la posición empresarial, pidieron a Zapatero que "recondujera" la situación. De hecho, los sindicatos admiten estar molestos porque los representantes del Gobierno, dirigidos por Javier Vallés, no reprocharan a la CEOE su cambio de posición. "Hemos pensado que había una actitud permisiva", apuntan.
A pesar del nuevo rumbo que ha tomado el diálogo social y antes de estos encuentros, la vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado, ya advirtió ayer de cuales son las "líneas rojas" que el Ejecutivo no va a cruzar en esta ronda de negociación: rebaja de cuotas sociales y abaratamiento del despido. En la misma dirección se expresó el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que afirmó en RNE que la rebaja de cinco puntos que reclama la patronal hace "muy complicado el acuerdo".
Las líneas rojas que marcan los sindicatos van más allá. Para ellos es irrenunciable la extensión hasta el año del subsidio de 420 euros al mes para parados (el Gobierno propone medio año en el borrador de acuerdo que envió a los agentes sociales hace casi dos semanas), el mantenimiento de las cotizaciones a la Seguridad Social y que no se levante sin más el veto que las empresas de trabajo temporal tienen para los sectores peligrosos y la administración pública.
En la otra orilla, el secretario general de la CEOE, José María Lacasa, advirtió ayer que su organización sí quiere un acuerdo social. "Pero no a cualquier precio", matizó. Además, respondió a las acusaciones sindicales de que la patronal endureció su postura el pasado jueves al poner sobre la mesa el "contrato del siglo XXI" (la nueva versión del "contrato de crisis" con una indemnización por despido de 20 días por año trabajado): "La agenda es la misma desde hace meses". E insistió en que a corto plazo hay que tomar medidas como la rebaja de las cuotas sociales de las empresas a la Seguridad Social, donde "hay margen de maniobra de hasta cinco puntos sin necesidad de tocar impuestos".
Sin embargo, el socio tradicional de CEOE en el diálogo social, Cepyme -la organización de pequeñas y medianas empresas- admite que recibieron con sorpresa la propuesta del nuevo contrato en la mesa de diálogo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Pacto social
- Comisiones Obreras
- Subsidio paro
- Empresas trabajo temporal
- CEOE
- UGT
- Presidencia Gobierno
- Negociación colectiva
- Despido
- Organizaciones empresariales
- Desempleo
- España
- Política laboral
- Relaciones laborales
- Administración Estado
- Administración pública
- Sector servicios
- Empleo temporal
- Empresas
- Empleo
- Economía
- Trabajo
- Industria