España publicará las pruebas a la banca para mostrar su solidez

El contagio de la crisis fiscal griega ha sumido a la economía española en otra crisis, esta vez de credibilidad, que ha hecho presa en la banca. Las entidades españolas tienen crecientes dificultades para captar financiación en los mercados mayoristas, donde se duda del impacto real del desplome inmobiliario en sus balances y se teme que la morosidad, con la tasa de paro en el 20%, siga escalando. Ante el temporal de sospechas, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, anunció ayer una medida sin precedentes en la zona euro. El organismo supervisor publicará el resultado de las pruebas de resistencia hechas a todas las entidades bancarias, "de manera que los mercados conozcan perfectamente la situación del sistema bancario español".

El regulador da a entender que los resultados se darán a conocer muy pronto

Aunque haya menor crecimiento, el ajuste fiscal debe cumplirse, dice Ordóñez

El anuncio de Fernández Ordóñez va mucho más allá de la reciente exigencia del Gobierno, que pidió a Bruselas que divulgara los resultados de los exámenes hechos a los principales bancos europeos (entre ellos, un puñado de entidades españolas) para atajar las especulaciones sobre la fragilidad del sistema financiero español y la solvencia de las cuentas públicas. Medios alemanes llegaron a asegurar esta semana que España pedirá dinero al fondo de rescate de la UE (dotado con 750.000 millones), un extremo negado por el Gobierno español y la Comisión Europea.

Según lo dicho ayer por Fernández Ordóñez, el Banco de España ha examinado cómo reaccionarían todas las entidades españolas en situaciones críticas, y no solo las que tienen un peso determinante en el sistema financiero. "El Banco de España ha realizado unas pruebas de estrés para verificar que todos los bancos, cajas y cooperativas tienen ya previsto disponer de suficiente capital, no solo para transitar los escenarios más razonables, sino para soportar escenarios de crecimiento complicados en el futuro", anunció en la presentación del informe anual del organismo.

En el discurso, suministrado por el organismo, también detalla qué se publicará, e insinúa que se hará de forma inminente, aunque sin fecha: "El Banco se propone hacer público el resultado de estas pruebas de estrés, mostrando los deterioros estimados, las necesidades de capital consiguientes y el aporte de recursos propios comprometidos".

Fernández Ordóñez rompió una lanza a favor del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que anteayer cerró su ventanilla de peticiones. "Gracias al FROB y a que el sector en su conjunto está en una situación sana, España se ha ahorrado las recapitalizaciones masivas y generalizadas sin exigencias de reestructuración que se han observado en otros lugares", recalcó. Las operaciones de integración de cajas de ahorros que se han apoyado en el FROB necesitarán unos 11.000 millones de ayudas públicas y recortarán un 20% las plantillas y la red de oficinas, según las previsiones del Banco de España.

El organismo reconoce, no obstante, los tres principales desequilibrios que afectan, en distinto grado, a las entidades españolas: un exceso de dependencia de la financiación de los mercados mayoristas, la alta exposición al sector del ladrillo y el exceso de capacidad instalada.

El gobernador hizo referencia al drástico plan de ajuste con el que el Gobierno trata de convencer al mercado de deuda pública -la prima de riesgo respecto al bono alemán marcó ayer un récord-, otro frente de esta crisis de credibilidad. "El extraordinario esfuerzo de austeridad asumido por el Gobierno responde a lo excepcional de la situación", aseguró. Pero tras el respaldo a un plan que pretende reducir el déficit del 11% al 6% en dos años, la advertencia: "Es imprescindible que los objetivos se cumplan, incluso si el escenario macroeconómico resultara finalmente menos dinámico de lo que prevé el Gobierno".

El Banco de España cree que las previsiones oficiales a partir de 2011 son demasiado optimistas. "Cabe prever que la recuperación sea gradual y tarde algún tiempo en alcanzar un ritmo de expansión suficiente para generar empleo", puntualizó el gobernador. El vaticinio de su servicio de estudios es que eso no ocurrirá hasta finales del próximo año.

Sobre la reforma laboral, con la tramitación parlamentaria pendiente, pasó esta vez de puntillas. Solo subrayó que "la corrección de las ineficiencias del mercado de trabajo tiene una importancia primordial". Cargó, eso sí, contra el sistema de negociación colectiva, por "no adecuarse al distinto entorno que enfrentan las distintas empresas".

"Antes del verano habrá culminado la reestructuración bancaria", sostuvo. Un objetivo innegociable, que reforzó con un ultimátum a las entidades para que culminen pronto los procesos de unión. "Si, al cierre del mes de junio, algún proyecto hubiese fracasado o alguna entidad hubiera quedado rezagada, se actuará utilizando los mecanismos previstos en la ley del FROB". La reciente intervención de Cajasur, tras su negativa a la fusión con Unicaja, y la catarata de anuncios de integración prueba que va en serio.