British Airways consigue que un juez prohíba la huelga navideña de sus empleados

British Airways (BA) ha conseguido este jueves que un tribunal británico declare ilegal la convocatoria de huelga votada masivamente por el personal de cabina de la compañía el pasado lunes. La protesta, que se iba a iniciar el jueves con una duración programada de 12 días, afectaba a un millón de pasajeros según las estimaciones iniciales. Los más de 12.500 miembros del equipo de cabina de la compañía bandera de la industria británica del transporte aéreo votaron en un 92% a favor del parón. Ante la gravedad de la situación, el propio primer ministro Gordon Brown, se implicó en las negociaciones entre la empresa y los trabajadores.

El Tribunal Supremo de Londresconsidera que fue precisamente esa votación la que no se llevó a cabo dentro de los términos de legalidad, según informa The Guardian. El Tribubak considera que la consulta queda invalidada porque el sindicato convocante, Unite, permitió que participasen 1.000 empleados que están inmersos en un proceso para abandonar la compañía al acogerse a bajas incentivadas.

Miles de millones de pérdidas

Derek Simpson and Tony Woodley, secretarios generales de Unite, han asegurado en un comunicado que la decisión es "una vergüenza para la democracia" y que van a convocar una nueva votación, proceso que llevará al menos un mes y que aleja definitivamente la posibilidad de una huelga en plena Navidad. British se ha librado con esta decisión de un considerable problema de imagen y económico: los analistas consideraban que la aerolínea iba a perder 300 millones de libras (casi 337 millones de euros al día) en una huelga que iba a obligar a cancelar 7.000 vuelos.

En un comunicado hecho público poco después de conocerse la decisión, BA asegura que están "encantados de que la huelga haya sido paralizada por el tribunal". La aerolínea cree que es una decisión que "será bienvenida por cientos del miles de familias en Reino Unido y en todo el mundo". Los trabajadores protestaban por la anunciada política de recorte de plantilla y congelación salarial anunciada por BA, que se enfrenta a una complicada situación económica con un enorme gran déficit de sus planes de pensiones.

BA quiere que tres cuartas partes de su plantilla aceptase una subida salarial del 2 al 7% para 2009 y una congelación para 2010 y que 3.000 empleados cambien a un trabajo a tiempo parcial.