Alemania acepta a Magna para rescatar Opel
Berlín da su visto bueno a la oferta del grupo canadiense para hacerse con la filial europea de General Motors y evitar la suspensión de pagos
Alemania ha dado el visto bueno esta madrugada al acuerdo alcanzado horas antes entre Magna y General Motors, que aceptó la oferta del fabricante de componentes canadiense para hacerse con su filial europea Opel. El pacto fue analizado por un grupo de expertos y el Gobierno alemán, que hicieron llegar "nuevas propuestas" a las partes, según ha confirmado el ministro alemán de Economía, Karl-Theodor zu Guttenberg.
Tras el fracaso de las conversaciones con Fiat, el otro posible comprador, Magna convenció primero a la matriz estadounidense y después, ya con su visto bueno, envió su plan a la Cancillería. La nueva propuesta llegó a manos de los expertos y secretarios de Estado gubernamentales con casi dos horas y media de retraso respecto al horario previsto para la nueva reunión, y mientras Guttenberg advertía, recordando el fracaso de las maratonianas negociaciones de la madrugada del jueves, de que ello no garantizaba que la sesión acabara en acuerdo.
Magna, con una plantilla de 70.000 empleados en 25 países, cuenta con la ayuda para su operación en Opel del consorcio ruso GAZ, que produce desde turismos y camiones hasta vehículos blindados.
La decisión de Fiat de no acudir este viernes a una reunión de urgencia convocada por el Gobierno alemán para cerrar la venta de la filial de General Motors había acelerado los acontecimientos y, según la prensa alemana, había llevado también a Magna, aspirante favorito de Berlín, a plantear la posibilidad de abandonar las negociaciones, algo que finalmente no ha ocurrido.
La razón de las reticencias de los posibles compradores, cuya negativa abocaría a Opel a la suspensión de pagos, está en el cambio de postura de la matriz norteamericana, que no contenta con dinamitar las negociaciones en la madrugada del miércoles tras sacarse de la manga una nueva petición de 300 millones para cerrar la operación, había vuelto a aumentar sus exigencias este viernes. El Gobierno alemán llegó a plantearse una suspensión de las negociaciones.
Optimismo en España
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, acudió este viernes a una reunión convocada por la Comisión Europea en Bruselas con los países con factorías de Opel. Sebastián se mostró optimista sobre el futuro de la planta de Figueruelas, que ha calificado de "joya de la corona".
Desde España, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró por su parte que "el Gobierno viene apoyando ayudar al sector del automóvil. Nada más poner en marcha los planes han dado resultados muy positivos. Seguimos trabajando con el máximo interés en el tema de Opel".
El plante de Fiat
Según el consejero delegado de Fiat, Sergio Marchionne, su grupo se negó a aumentar su oferta tal como le reclamaba Berlín. Además, Marchionne justificó el plante de la compañía italiana, que a su vez está en la recta final de su entrada en Chrysler, en que no podía hacer una oferta justa por Opel. "Mantenemos nuestro compromiso con el fin de intentar encontrar vías para satisfacer las peticiones de General Motors y del Gobierno alemán, pero la urgencia de la situación no puede forzar a Fiat a asumir riesgos inusuales", explicó antes de reprochar a Berlín que no le diera acceso a los libros de cuentas de Opel.
En el plano político, además, la crisis del fabricante está originando profundas reticencias entre los trabajadores de la firma en varios países (España, Reino Unido, Suecia, Polonia y Bélgica, principalmente) que temen que el plan de salvación que impulsa el Gobierno de Alemania, sede histórica de la matriz europea, privilegie a sus trabajadores, según informa Andreu Missé.
Sin ganadores ni perdedores
La mitad del empleo de Opel, que emplea a 55.000 personas en toda Europa, se encuentra en Alemania. Otros países con factorías importantes son España (7.752), Reino Unido (4.700), Suecia (4.000), Polonia (4.000), Bélgica (2.500), Austria (1.600) y Francia (1.500). El temor de la mayoría de estos países es que un aumento de ayudas públicas por parte de Berlín redunde en una mayor garantía para los trabajadores de Alemania. El portavoz de Competencia de la Comisión Europea advirtió el jueves de que "no puede darse la situación de que las ayudas públicas se condicionen a que el cierre de plantas se realice en un país y no en otro".
Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras manifestaron que "consideran necesario que el Gobierno aporte capital para participar en la sociedad fiduciaria que surja de la segregación de la filial Opel del Grupo GM y poder defender mejor el empleo y la viabilidad futura de la empresa". Los sindicatos destacaron la alta productividad de la factoría española, "que solo representa el 13,9% del volumen del empleo de Opel pero produce algo más del 25% del total".
Miguel Sebastián, optimista sobre el futuro de Figueruelas
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, se ha mostrado este viernes "optimista" sobre el futuro de la planta de Opel en Figueruelas ya que gracias a los "sacrificios" que hizo en el pasado, su productividad es entre un 30 y 40% superior al resto de las factorías de General Motors (GM) en Europa. "Sabemos que la planta de Figueruelas es la joya de la corona de Opel, lo que pasa es que ahora mismo no tenemos corona", ha asegurado el ministro tras participar en una reunión de titulares de Industria y Economía sobre el futuro de la marca automovilística.
Por su parte, el Gobierno alemán se ha defendido este viernes de las críticas de otros países europeos por cómo está gestionando la negociación con General Motors y las autoridades estadounidenses para salvar a la división europea del gigante automovilístico y dejó claro que su iniciativa es "en beneficio de toda la UE". A su llegada a la reunión urgente convocada en Bruselas para analizar la situación en torno a Opel, la ministra sueca de Industria, Maud Olofsson, lo dejó claro: "No estoy siendo informada, y muchos otros ministros tampoco".
La acción de GM se derrumba y cae por debajo de un dólar por primera vez
Las acciones de General Motors cayeron este viernes por debajo de la barrera psicológica de un dólar en la Bolsa de Nueva York, la primera vez que ocurre en la historia del otrora poderoso fabricante de vehículos estadoundense. Al cierre de la sesión de Wall Street, los títulos de General Motors cotizaban a 75 centavos, registrando una caída del 30% en medio de la incertidumbre sobre su futuro. El miércoles ya cayó más de un 20% tras dar un paso más hacia la quiebra.
El grupo, que este viernes anunció haber llegado a un principio de acuerdo con el fabricante canadiense de recambios Magna para el rescate de su filial en Alemania Opel, tiene de plazo hasta el lunes para llegar a un acuerdo con los acreedores para evitar la quiebra.
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