Normalidad en los aeropuertos pese a la falta de 18 controladores aéreos en Barcelona
La USCA pide a Fomento que que lleve la investigación de las bajas médicas "hasta el final"
Los aeropuertos de Barcelona, Reus y Girona han amanecido hoy con un clima de normalidad. "De momento se está operando con tranquilidad", aseguran fuentes de El Prat, después de que ayer se registrasen "fuertes demoras" por la ausencia en su puesto de trabajo de 28 controladores aéreos pertenecientes al Centro de Control de Barcelona, desde el que se gestionan, además, los vuelos de toda la costa de levante. Durante la mañana no se han registrado incidencias extraordinarias (AENA ha contabilizado una puntualidad de entre el 83% y el 85% en todos los vuelos de la red) aunque en el cambio de turno se ha detectado la falta de 18 controladores, un 43% de los empleados programados.
En El Prat no se espera que empeore la sitación, mientras que en Barajas se han registrado algunos retrasos, de entre 20 minutos y una hora, en vuelos procedentes de Barcelona, Alicante y Palma de Mallorca, informa Gloria Rodríguez-Pina desde el aeropuerto madrileño. En el aeropuerto de Palma tampoco se vive una jornada caótica. De los 900 vuelos que programados en la capital balear, 18 llegadas sufren menos de 20 minutos de retraso y 48 salidas, una media de 45 minutos, informa Andreu Manresa. Solo un avión ha tenido que esperar dos horas en un trayecto con destino a Duseldorf.
Hoy, debían haberse presentado en su puesto de trabajo 53 controladores en el centro de control de Barcelona, 32 en ruta y 14 en aproximación. Solo se han presentado 35, según AENA. Ocho de las bajas se han comunicado esta misma mañana. Desde el gestor de navegación aérea insisten en que se trata de "una baja deliberada para presionar ante la mesa de negociación (del convenio colectivo de los controladores aéreos) de mañana". El gestor aeroportuario acusa a los trabajadores de "perjudicar sobre todo a los pasajeros y al sector turístico" en plena temporada alta. Por su parte, la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) ha pedido al ministro de Fomento, en declaraciones a RNE, que lleve la investigación sobre las bajas "hasta el final", después de que José Blanco anunciase ayer que la Seguridad Social indagaría la justificación de las ausencias del domingo. A juicio del ministro, las bajas responden a "consignas" y deben investigarse, porque la ausencia en el puesto de trabajo pudieron producirse "de forma organizada".
La inspección de la Seguridad Social ya está investigando las bajas del centro de control de Barcelona. Aunque el sindicato mayoritario de este colectivo, la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), rechazó que las bajas carezcan de justificación médica y negó que se tratara de una "huelga encubierta", lanzó a su vez una advertencia: el verano se presenta "complicado" si AENA, el ente gestor de los aeropuertos, establece "horarios y turnos abusivos para ahorrar dinero". Ambas partes están en guerra desde que el ministro aireó entre críticas los elevados sueldos de este colectivo.
"El ministro que investigue, pero que investigue hasta el final", ha señalado Daniel Zamit, portavoz de USCA, quien ha dejado caer que quizás el aumento de bajas obedezca a "modificar unilateralmente las condiciones de trabajo" reduciendo descansos y sometiendo al personal a "castigos". La investigación puede ser necesaria para determinar la causa de las bajas laborales, ha explicado Zamit.
Huelga encubierta
Según AENA, los aeropuertos mediterráneos registraron ayer "fuertes demoras" por culpa de la ausencia en el puesto de control de los trabajadores. Los aeropuertos afectados fueron, según AENA, los de Valencia, Baleares y, sobre todo, Alicante. En la práctica, los vuelos afectados no fueron proporcionalmente muchos: 48 en Baleares de 800 programados, con retrasos de menos de una hora y, en Alicante, donde hubo más problemas, sufrieron retrasos más largos 21 de 262 vuelos programados.
En El Prat, la normalidad fue la tónica dominante. Los escasos retrasos, que no afectaron a más de una veintena de vuelos de los 800 programados en Barcelona, fueron inferiores a una hora. Pagaron el pato los que volaban a Lisboa, Roma, Tel Aviv, Bruselas y París. El personal del aeropuerto admitió que no podía asegurarse que en todos los casos los retrasos tuvieran que ver con las bajas de controladores, debido a la plena temporada turística ascendente. "No hemos preguntado a qué se debe el retraso. Entendemos que es normal por estas fechas que el avión tarde un poco más", contaba Ana Jiménez, que esperaba a un familiar de Roma.
Que los trabajadores se pongan enfermos "de un día para otro", replicó sin embargo Blanco, parece indicar que "se hace de forma organizada", antes de clausurar un curso de verano del Instituto Jaime Vera en la madrileña localidad de Galapagar. Blanco lamentó que estos paros coincidieran con los "días de mayor afluencia de ciudadanos" en los aeropuertos españoles, algo que está causando "un daño a la economía y a las compañías aéreas". Ante esta situación, formuló un llamamiento a la "responsabilidad" de los controladores.
Con información de Sira Oliver.
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