"Ya no soy fundamental en Yamaha"

Valentino Rossi lo fue todo para Yamaha. Le creyeron muy osado por abandonar Honda, por dejar la moto y la fábrica ganadora en 2003 y lanzarse a la piscina con una marca que estaba atravesando un mal momento. Pero no hay cosa que más guste al italiano que los retos. Quiso demostrar al mundo que él era más importante que la moto. Y ganó el primer gran premio del año con su nueva M1. Ganó cuatro títulos mundiales más.

Pero ha empezado una nueva era: "Mi trabajo en Yamaha ha terminado. Cuando llegué, la moto no andaba. La volvimos a hacer una moto ganadora, mejor. Primero estaba yo solo, pero ahora Yamaha tiene tantos pilotos fuertes, con Lorenzo e incluso con Spies, que me da la impresión de que la situación ha cambiado mucho. Ya no soy tan fundamental", reconocía ayer, en Brno, en su primera conferencia de prensa sobre su marcha a Ducati, su nuevo reto. "Creo que será difícil también esta vez. Quizá sea más fácil en 2012, cuando todos empecemos de cero con las motos de 1.000cc, aunque, para ser honrado, aún tengo que probar la Ducati", añadió.

El piloto español probó la futura M1 y fue el más rápido en el test

La fábrica italiana y él quieren hacerlo en Valencia, en el último test del año, cuando Rossi aún será piloto de Yamaha. "Espero que no se olviden de todo lo que he hecho por ellos y me dejen probar en Valencia. Si no lo hacen, significaría que no he entendido nada de mi relación con Yamaha", dijo ayer. No parece probable. También la casa japonesa tuvo que esperar a que terminara el año para que se subiera a la moto en 2004. Honda no hizo concesiones entonces. Y no las hará ahora Yamaha, cuyo único objetivo en 2011 será tratar de ganar a Rossi, en Ducati, en otra batalla en la que se dirimirá si puede más el hombre o la máquina.

Tampoco está haciendo demasiados méritos Rossi para ir pidiendo favores. El pasado domingo por la tarde, minutos antes de hacerse oficial su marcha, lanzó su primera queja: "Lorenzo y los otros pilotos de la fábrica tendrán una nueva horquilla y unas suspensiones traseras para probar en el test, que podrán usar hasta el final del año, pero me dijeron que yo no podía probarlas. Me he dejado la piel para volver en forma y dar el 100% hasta el final de la temporada, no el 90%. Esperaba lo mismo de Yamaha". La casa insiste en que esas piezas no se usarán en 2010, sino en 2011. Pero él no se fía: "No sé si me están mintiendo. Veremos qué pasa".

Quien sí se subió a la Yamaha de 2011 fue Jorge Lorenzo. El líder del Mundial salió a la pista con el prototipo del chasis del año próximo y un motor también nuevo. Además, probó las horquillas que originaron las primeras quejas de su aún compañero. Lo hizo bajo la atenta mirada de Masahiko Nakajima, el director técnico de Yamaha, sobre el que recaerá la responsabilidad de construir la nueva M1. El mismo que, a la llegada de Rossi, escuchó sus indicaciones para perfeccionar un motor determinado y que dio con el paquete ganador de los últimos años, destronando a Honda.

Nakajima no se movió ayer del taller de Lorenzo. Siguió sus movimientos y, sobre todo, atendió sus sensaciones sobre el primer esbozo de la futura Yamaha. "Nakajima ha estado muy pendiente de él. Ahora el equipo tendrá que estudiar todo lo que les ha dicho. Es solo una primera toma de contacto, pero hay algo importante: es la primera vez que Jorge da indicaciones para que trabajen en el desarrollo de la moto", explicaba su entorno. "El test de hoy ha sido muy importante. Hemos probado un nuevo motor que parece un poco más potente. La pista estaba mejor que ayer, con más agarre y menos viento", concedía Lorenzo, que también fue el más rápido ayer en las pruebas, por delante de Stoner (seis décimas de segundo más lento), Pedrosa (siete décimas) y Rossi (cuarto, a casi un segundo). Lorenzo se quedó a una décima del récord de la pista, que, por cierto, ostenta Rossi.