"No quiero quedar como el vendedor del Calderón"

Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, jugó ayer en campo contrario. Rodeado por algunos aplausos, muchas discusiones y bastantes gritos, Cerezo explicó en la Fundación Ferrándiz-As que el club aborda como "un futuro hipotético", la venta del estadio Vicente Calderón y el traslado al de La Peineta. "En enero firmamos un protocolo de intenciones con el Ayuntamiento y la Comunidad que no nos compromete a nada. No se darán más pasos hasta el 6 de Julio, cuando se decide si Madrid organiza los Juegos. Entonces escucharemos lo que ofrezcan", dijo. "No me gustaría ser recordado como el presidente que vendió el Calderón", avisó.

Los terrenos del campo, situados en zona verde no edificable, pueden ser recalificados como parte del plan de soterramiento de la M-30. La operación favorecería su venta y el traslado en régimen de alquiler a La Peineta. Así refuerza la candidatura de Madrid 2012 al asegurar un uso prolongado de las infraestructuras de los Juegos. Las plusvalías obtenidas con la operación se aprovecharían "para comprar al menos el 50% del nuevo estadio y hacer un buen equipo".

No piensan igual los representantes de las plataformas Salvemos el Calderón, Señales de humo y Gonzalo Calderón, nieto del que fuera presidente del club: "Habéis parado la venta del estadio al ver el rechazo que genera", argumentó mientras pedía un referéndum para decidir el traslado. El club ya ha ganado 22 millones de euros a cuenta de los derechos urbanísticos del estadio, tras vender el 10% de División Inmobiliaria -la empresa que lo explota- a la sociedad RTM Desarrollos Urbanísticos, integrada por Caja Madrid, Martinsa y Andria, dos grupos de inversiones inmobiliarias. "División Inmobiliaria es nuestra al 100%. Si no vendemos, devolveremos el dinero", se defendió Cerezo.