"¡Que no pare la fiesta!"

Incapaces de esperar en casa, los primeros aficionados azulgrana comenzaron a llegar a Canaletes antes de que terminara el partido del Madrigal. Cantaron el último gol del Villarreal al Madrid, el que certificó matemáticamente el título de Liga para el Barça, desde la mítica fuente de la Rambla de Barcelona. "¡Madrid se quema!", corearon. "¡Campeones, oé, oé, oé!", gritaron. La Liga número 19. Y la cuarta celebración en dos semanas. Apenas cuatro días después de que el Barça volviera el miércoles de Valencia con la Copa del Rey y once días antes de la final de la Champions contra el Manchester United en Roma (día 27), con la goleada al Madrid y el tanto de Iniesta en Stamford Bridge de por medio.

Anoche se volvieron a reunir miles de personas -unas 40.000 de acuerdo a las primeras estimaciones- y la celebración fue tan lúdica y divertida como las anteriores. Acaso fue, quizá, un festejo más familiar, con muchos padres e hijos y abuelos en las calles. La hinchada se mostró tan alegre como los directivos y los jugadores. "La realidad ha superado las expectativas. He hablado con Pep Guardiola y he mandado un mensaje de felicitación a los compañeros de directiva", afirmó el presidente Joan Laporta, que hace justamente un año superó una moción de censura. "Les he dicho que se merecen el título. Todos estamos convencidos de que pueden hacer muchas más cosas, preparar mejor y con más tranquilidad la final de Roma y batir también los récords que quedan como el de los goles", concluyó Laporta, bajo cuyo mandato el club ha conquistado tres Ligas y una Copa de Europa en seis años.

Los 107 goles del Madrid de Toshack (1989-90) es uno de los pocos registros que todavía no ha superado el Barcelona, que dispone de tres partidos para aumentar los 103 que suma. Momentáneamente ha igualado también el récord de victorias a domicilio (13, y 9 consecutivas), ha superado el de puntos (86 frente a los 85 del Madrid) y el de goles en una temporada (149) y sus tres delanteros ya son los más eficaces de la historia: Eto'o (28), Messi (23) y Henry (19), 70 en total, cuatro más que los anotados por Puskas, Di Stéfano y Del Sol en 1961. Eto'o, por lo demás, aspira a ganar el pichichi y Víctor Valdés, el trofeo Zamora.

"La Liga de esta temporada pasará a la historia por el 2-6 al Madrid", resumió el vicepresidente Alfons Godall. "La vamos a celebrar como merece el próximo sábado en el Camp Nou en el partido contra Osasuna". Todos coinicidieron en que era mejor ganar el título ayer sin jugar que aguardar a hoy u otro día. "¡Dámela ya!", contestó Guardiola cuando se le preguntó recientemente cuando le gustaría ser campeón. "Mejor ganar sin salir al campo y descansar para la Copa de Europa", aseveró Touré. El barcelonismo ya vivió una situación parecida en la temporada 1990-91 cuando alcanzó el título el día después de haber perdido en Cádiz (4-0) por la derrota del Atlético contra la Real Sociedad.Ayer, además, había otro motivo de celebración, y era el 30 aniversario de la final de Basilea.

El programa especial que organizó TV-3 en la plaza de Catalunya, con especial protagonismo de los personajes del programa Cracovia, vertebró la fiesta del barcelonismo -la intervención de Laporta fue especialmente coreada- que se extendió hasta el tramo final de la Rambla y, al cierre de esta edición, transcurría sin incidentes de gravedad y con mucha energía. "Es normal que la gente esté contenta porque ha sido una Liga durísima", concluyó el director deportivo, Txiki Begiristain. "El Madrid nos ha obligado a mantener una competitividad increible, pero lo hemos hecho manteniendo nuestro estilo y eso es muy importante". "Me gustó ganar primero la Copa", prosiguió "porque en teoría es el título que menos valor tiene y que nos permite preparar la final de Roma con quince días. En el sentido práctico es lo mejor". Y acabó: "Guardiola ha perfeccionado el sistema de Rijkaard, que a su vez había perfeccionado el sistema de Cruyff. Es espectacular contar con 11 jugadores de la casa sobre 24".

La expedición azulgrana viaja esta misma mañana a Mallorca para disputar el partido correspondiente a la antepenúltima jornada de Liga. Guardiola ha convocado a todos los jugadores disponibles y la mayoría de directivos ha anunciado su presencia en el campo para poder festejar el doblete. "¡Que no pare la fiesta!", grigaba la gente, a la espera ahora de Roma.