Un niño se examina en el Bernabéu

Desde hace medio año, los aficionados del Betis acuden de forma masiva a ver al filial verdiblanco en la ciudad deportiva. Duelos de Segunda División B en el que destaca el talento de una camada de canteranos a los que Pepe Mel, el técnico del primer equipo, ha abierto la puerta. Dos de ellos, Sergio y Vadillo, estarán hoy en el estadio Bernabéu ante el Madrid. El primero, de 19 años, es un mediapunta con una gran visión del juego. El segundo cumplió 17 el pasado 12 de septiembre después de convertirse en el futbolista más joven en debutar en Primera con el Betis. Lo hizo en Granada con 16 años.

Álvaro Vadillo, natural de Puerto Real (Cádiz), tiene la oportunidad de doctorarse en Chamartín, donde será titular si Mel cumple con lo ensayado a lo largo de la semana. Internacional sub 17 y recientemente convocado por Julen Lopetegui para la selección sub 19, tiene la oportunidad de enfrentarse al que es su ídolo, Cristiano Ronaldo, y al equipo de sus sueños, el Madrid, del que fue siempre seguidor hasta que el Betis se cruzó en su camino. "Pues... sí, debo reconocer que en mi familia siempre nos ha tirado el Madrid, incluido el niño. Pero ahora es del Betis, equipo por el que siempre ha apostado", advierte Jesús Vadillo, el padre de Álvaro, ya en Madrid a la espera del duelo de esta tarde.

Una llamada de Miguel Pardeza, director deportivo del Madrid, a su excompañero Rafael Gordillo, por entonces en la presidencia del Betis, desató la inquietud acerca del futuro de Vadillo. El Madrid, tal y como reconoció ayer el propio José Mourinho, hizo una propuesta a la perla de la cantera bética. "Tratamos de ficharlo", admitió el portugués. Sus agentes tuvieron una reunión en la capital de España con el Madrid. "La oferta era buena, pero en lo deportivo le hacían una ficha para el equipo juvenil de la División de Honor cuando él estaba jugando ya con 16 años en el filial del Betis, en Segunda B. Lo que son las cosas, le dijimos 'no' al Madrid", cuenta su padre.

Al interés del Madrid se unió la oferta de 1,6 millones de euros por seis temporadas que le hizo el Fiorentina. Pero Vadillo prefirió quedarse en el Betis, que le mejoró el contrato y le puso una cláusula de rescisión de 20 millones. Ojeadores del Manchester United lo siguieron en un partido del filial ante el Écija el curso pasado. Por motivos de agenda, pues perdían el avión, solo le vieron en la primera mitad, en la que apenas brilló. En el segundo tiempo se salió.

Desde los alevines, su progresión ha sido fulgurante. "Tiene algo especial, pero hay que ir con tranquilidad. Es muy joven. Debemos ser cautos, pero tiene cosas de Joaquín", proclama Salva Navarro, uno de los técnicos de la casa y actual preparador de porteros de la cantera. "Es puro desparpajo, descaro, en la banda", añade Mel, su padrino en el primer equipo. "Ha debutado con 16 años en Primera y puede ser un futbolista grande si todo evoluciona con normalidad. Es un extremo clásico. Tiene desborde y velocidad con gol", destaca Risto Vidakovic, el entrenador del filial verdiblanco.

El Betis le ha obligado a estudiar y le protege del exterior. "No me da miedo jugar en el Bernabéu. Si le tengo que hacer un regate a Cristiano, se lo haré", proclamaba el propio Vadillo a los medios oficiales del club, los únicos con los que ha hablado a lo largo de la semana. En la pretemporada, cuando Mel le subió al primer equipo, ya dio síntomas de madurez. Al presentarse ante sus compañeros, se subió a una mesa y contó un chiste. El Betis, no obstante, le quiere tener controlado. La semana pasada le dijo a Mel que quería independizarse e irse a vivir solo. El técnico le dijo que no. Sigue en la residencia de canteranos del club, donde se le cuida la dieta y se le obliga a estudiar en el Instituto Punta del Verde, al lado del estadio Benito Villamarín, en el barrio de Heliópolis.