"Lo importante es salvar el euro"

Pep Guardiola dedicó ayer los primeros minutos de la sesión preparatoria, aquellos en los que se permiten las cámaras, a hacer unas carantoñas a Piqué: unas bromitas, una colleja y unas risas. Tema zanjado. No hay debate sobre un posible enfado con el defensa central, cuya presencia esta noche ante el Bate Borisov en el campo podría interpretarse como un castigo por la tarjeta amarilla que forzó con poco disimulo en el partido contra el Rayo Vallecano. Al menos, así lo quiso dar a entender el técnico del Barcelona, que ha dado dos días libres a la mayoría de los titulares habituales -13 jugadores han tenido fiesta el domingo y el lunes-, a excepción de Piqué, Pedro -necesita sumar minutos tras la lesión en un tobillo que le tuvo apartado unas semanas- y el canterano Cuenca -se ha hecho un hueco en las convocatorias-. En su lugar ha trabajado con 11 del Barça B.

"Si saco a siete del filial es porque creo que el Barça puede ganar con ellos"

"Si hubiera podido contar con algunos más del filial, como Jonathan Soriano, por ejemplo, es posible que Piqué no estuviera en la lista, pero no pude inscribir a tantos canteranos. Necesitaba a uno más del primer equipo. El otro día no jugó por acumulación de amonestaciones, ha estado un tiempo parado y mañana vuelve a estar convocado. No hagáis [los periodistas] suposiciones o interpretaciones de algo que yo no he dicho", aclaró Guardiola.

El encuentro de hoy contra el Bate es irrelevante para el Barça, clasificado ya como primero del grupo. Pero Guardiola, que ya tenía ayer perfilado el once y que podría hacer debutar a Riverola y Kiko Femenía, busca alicientes, más allá de los 600.000 euros que da la victoria: "Será importante para los futbolistas del filial, que tienen el deseo de jugar con el primer equipo, y no olvidemos que es un partido de la Champions. Entre todos haremos el mejor equipo posible". Es más, defendió su derecho a alinear a cuantos canteranos estime oportuno, algo que no pudo hacer en la Copa: "Entiendo que no se quiera debilitar la competición, pero lo que no hará jamás un entrenador es debilitar a su conjunto. Si yo saco a siete del filial es porque creo que con ellos puedo ganar".

El de Santpedor confía en el producto de La Masia. Lo ha demostrado en otras ocasiones. Por eso lleva dos días haciendo entrenarse al portero Oier (20 años), al lateral Montoya (20), un trabajador nato; a los centrales Bartra (20), Sergi Gómez (19) y Muniesa (19), el zurdo que ya fue convocado para la final de Roma cuando solo era un juvenil; a Rafinha (18), el hijo menor de Mazinho, "el bueno" de los Alcántara, dicen en casa; al medio Sergi Roberto (19), una de las perlas de la cantera, otro de los que suben peldaños de dos en dos; a Deulofeu (17), delantero, otro juvenil irreverente y precoz cuyo gran pero, dicen los técnicos, es que "sabe que es muy bueno"; a Jonathan dos Santos (21), que acaba de renovar su contrato hasta 2015, y a Riverola (20) y Femenía (20), los únicos que aún no han debutado con el primer equipo.

Guardiola les pide que corran "desde el primer minuto", que sean atrevidos y lo prueben todo porque no tienen la presión del resultado y "que no se dejen nada por miedo a lo que diga el entrenador o el escenario", pues no cambiará la opinión que tiene de ellos: "Los conozco bien".

Resuelta la clasificación para la fase siguiente de la Liga de Campeones, el clásico del sábado contra el Madrid estuvo en boca de todos. También, de Guardiola, que descartó que un resultado adverso en el Bernabéu sea apocalíptico: "Lo más importante del día 10 es que Sarkozy y Merkel salven el euro, que nos saquen de esta".