"El fútbol es una cosa; el 'soccer', otra"
Velibor Bora Milutinovic nació en Bajina Basta (Yugoslavia) hace 64 años. Según cuenta él mismo, a 30 kilometros del pueblo de Radomir Antic, de quien se confiesa amigo y admirador y al que respeta incluso como jugador de ajedrez, su otra gran pasión. De 1991 a 1994 dirigió a Estados Unidos. En su Mundial llegó a octavos y cayó contra Brasil (1-0). Ha pasado por la Copa Confederaciones como seleccionador iraquí, la más emotiva de sus experiencias. Presume de familia: tres hermanos jugaron en la selección de su país.
Pregunta. ¿Es cierto que un hermano suyo estuvo a punto de fichar por el Madrid?
Respuesta. Sí, le intentó fichar Bernabéu. Milos estuvo en el Mundial de 1958, pero no llegó a jugar. Somos la única familia que ha tenido a tres jugadores en el equipo yugoslavo. No le dejaron salir, claro. Eran otros tiempos. Yo soy yugoslavo. Crecí en la Yugoslavia de Tito. Soy serbio de Yugoslavia. Todavía hoy no entiendo por qué la política nos hizo tanto daño. ¡Pero si mi mejor amigo es bosnio, crecí con compañeros croatas, jugué con macedonios, con montenegrinos..., y nunca tuvimos problemas!
"El jugador estadounidense es universitario. Y orgulloso, luchador"
P. Pero vive en México. ¿Por qué?
R. Porque me retiré en México, empecé a ser entrenador en México, me enamoré de una mujer y de la gente de México... ¡México es mi casa, güei!
P. ¿Por qué se hizo entrenador?
R. La vida me empujó. Los serbios somos nómadas y valientes.
P. Usted fue el primer entrenador de Hugo Sánchez.
R. Entrené a Hugo, Negrete, Campos... Fui entrenador de los Pumas, el mejor equipo que he tenido. Los equipos los hacen los jugadores. La obligación del entrenador es rodearse de los mejores jugadores e intuir. El fútbol es como el ajedrez.
P. ¿Por qué?
R. Porque debes prever, intuir lo que va a venir, ver más allá, leer la jugada... Por eso en el fútbol debes anticiparte. Un día, un periodista me retó a una partida ante las cámaras. Me asusté y pensé: "Bora, todo el país va a ver cómo juegas a ajedrez". Llegamos y vi que ponía el tablero con la primera casilla a la izquierda blanca. Así no se pone el tablero, por lo que supe desde el primer momento que no sabía jugar y no intuiría mis jugadas.
P. ¿Es igual el jugador en todos los países?
R. No. Por eso debes conocer su cultura. El jugador no es sólo lo que hace con la pelota. Es una emoción que se debe controlar, es tener la cabeza fría, es la solidaridad... En la primera charla que di en China, los jugadores me esperaban con papel y boli. Ellos no son los raros, soy yo. No saben improvisar porque la parte del cerebro que permite improvisar no la tienen activada, pero son muy disciplinados. Fuimos al Mundial, por vez primera en 44 años. Luego, lo más importante es un intérprete.
P. Claro, para que le traduzca.
R. No. Una máquina puede traducir. Un excelente intérprete no es el que traduce palabras, sino el que interpreta lo que se quiere decir. En China tuve uno fantástico porque, como no pronuncian la r, en vez de Bora, decía bola. Por eso me llamaron Milu. De todos los países donde he entrenado me llevo algo en el corazón.
P. ¿Cuál fue el mejor?
R. Mi mejor equipo fue los Pumas. Pero lo que conseguimos con Costa Rica aún no lo entiendo... ¡Cómo pudimos llegar tan lejos! En cambio, en Francia, estaba convencido de que con Nigeria ganaría el Mundial. Pero no basta sólo con el talento.
P. ¿Y con Estados Unidos?
R. Tienen una cultura deportiva extraordinaria. Pero el fútbol no es lo suyo. Ellos juegan al soccer, que es otra cosa. Fui su seleccionador gracias a Beckenbauer. Kissinger le preguntó quién podía serlo y me señaló a mí.
P. ¿Cómo es el futbolista estadounidense?
R. Universitario. En mi selección todos eran universitarios. Y orgulloso, luchador, competitivo. Como Alexis Lalas. No había visto un partido hasta los 17 años. Jugó un Mundial, fue capitán, tenía carreras, tocaba la guitarra... Y acabó jugando en Italia. Por eso, como le digo, no puedes tratar igual a un chino que a un mexicano, a un norteamericano que a un nigeriano o a un iraquí. Hay que valorar lo que hemos hecho, ¡no somos un país normal! Y estuvimos muy cerca, sólo a un gol.
P. ¿La mejor selección es España?
R. Claro, ¡cabrones! Como el mejor equipo ha sido el Barça. Fue una alegría que ganara la Champions. Y España es buena. ¿Sabe por qué? Porque los futbolistas se llevan bien, no hay pinches cabrones. Por eso disfrutan. Del Bosque fue listo. Casi no tocó nada del grupo.
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