El dueño del Hércules intentó comprar cuatro partidos para subir a Primera
Escuchas telefónicas a una trama corrupta en Alicante revelan que Enrique Ortiz ofreció 100.000 euros al portero del Córdoba y fracasó en sus contactos con Salamanca, Girona y Huelva
El contratista alicantino Enrique Ortiz, máximo accionista del Hércules C. F., dirigió en primera persona cuatro supuestos intentos de compra de partidos para garantizar el ascenso de su equipo a Primera División, logrado en la última jornada, ocupando la segunda plaza tras la Real Sociedad, y después de un triple empate a 71 puntos con Levante (tercero) y Betis (cuarto y sin ascenso). Los presuntos amaños están recogidos en las escuchas telefónicas del caso Brugal, investigación judicial que desde mayo de 2007 indaga una supuesta trama corrupta vinculada al negocio de la basura en el sur de Alicante.
Ortiz está imputado en ese sumario general, aún secreto, por los delitos de cohecho, fraude y tráfico de influencias. No obstante, las diligencias que afectan exclusivamente a la supuesta compra de partidos ya han sido archivadas por el juez "porque los hechos no son constitutivos de delitos". El fiscal anticorrupción de Alicante está de acuerdo con el archivo pero ha pedido al juez que traslade los hechos al Consejo Superior de Deportes y la Federación Española de Fútbol.
El fiscal ha pedido al juez que traslade los hechos al CSD y la Federación de fútbol
El constructor propuso repartir 300.000 euros entre toda la plantilla cordobesa
Fuentes del caso han asegurado que uno de los interlocutores grabados en esas escuchas es el propio Ortiz, que da órdenes a otra persona, no identificada, sobre las condiciones del amaño y el precio que estaría dispuesto a pagar. Esas mismas fuentes confirman que uno de los encuentros en los que sí se llegó a un pacto fue el que enfrentó al Hércules con el Córdoba, el pasado 10 de mayo, correspondiente a la jornada 36 de la Liga de Segunda. El club alicantino se impuso por cuatro goles a cero.
Según las grabaciones, Ortiz ofreció inicialmente una prima conjunta al equipo andaluz de 300.000 euros que la plantilla rechazó. El dueño del Hércules porfió y ofreció 100.000 euros al portero del Córdoba, Raúl Navas, que, según esas escuchas, sí aceptó.
El meta del equipo andaluz negó ayer los hechos e incluso que le hubieran ofrecido la posibilidad de "venderse". Navas expresó su "indignación" por su implicación en este escándalo y anunció medidas legales contra los responsables. El portero aseguró que cuenta para ello con el pleno respaldo de la directiva del Córdoba. "Hacer daño es muy fácil. Esta mañana he hablado con mis compañeros para dejarles claro todo. El club me transmite tranquilidad. Voy a centrarme en entrenarme y el que quiera escupir mierda que lo haga", declaró Navas ayer a la agencia Efe desde Rota, donde se encuentra concentrado con el resto de jugadores del Córdoba.
Los otros tres partidos donde el intento de compra por parte del dueño del Hércules no prosperó fueron los que le enfrentaban al Salamanca, Girona y Huelva. Este periódico intentó ayer sin éxito conocer la opinión del empresario Ortiz sobre las revelaciones de las escuchas telefónicas. Del mismo modo, el presidente del Hércules, el también contratista Valentín Botella, declinó realizar comentarios: "Oficialmente, no tenemos constancia de ninguno de esos hechos del caso Brugal", dijo. "Por tanto, la entidad deportiva tampoco tiene nada que decir oficialmente", añadió el mandatario herculano.
Las urgencias del Hércules por el ascenso esta temporada eran "máximas", entre otros motivos para relanzar la precaria economía del equipo, que arrastra una deuda con Hacienda y la Seguridad Social de 15 millones de euros. Fuentes del entorno de Ortiz han asegurado que el mandatario llegó a amenazar con dejar la entidad si este año no se lograba el ascenso. Esa "urgencia" deportiva del Hércules era notoria en distintos ámbitos, entre ellos el financiero. Un alto directivo de una entidad bancaria de la Comunidad Valenciana ha asegurado que en el tramo final de la pasada campaña tenía "el convencimiento" de que el equipo se iba a asegurar los puntos necesarios para ascender.
Enrique Ortiz controla el Hércules desde finales de los noventa a través de la mercantil Aligestión. Con esa firma recompró en 2007 el estadio Rico Pérez al Ayuntamiento, por 7,2 millones de euros. El contrato incluía que Ortiz tenía que invertir 4,2 millones en una reforma de urgencia para remodelar el vetusto campo de fútbol.
Esas obras han comenzado este verano, cuando el equipo ya está en Primera División. Al margen de esta reforma de los elementos más obsoletos, la entidad, en colaboración con el Ayuntamiento, también proyecta levantar un nuevo campo sobre los cimientos del actual. Esas obras, presupuestadas en 55 millones de euros, se financiarán con plusvalías urbanísticas que el consistorio cederá al Hércules, y no a su propietario. Al concluir las obras, el Ayuntamiento recuperará la titularidad del campo.
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