Vettel no alcanza a Schumacher
El abandono del piloto de Red Bull, el primero del año, le impide igualar la marca de 13 victorias en 2004 del heptacampeón mundial
Cada vez es menos habitual. Ha dejado de ser normal que el piloto alemán Sebastian Vettel abandone en una carrera. Por eso, cuando en la segunda curva del circuito de Yas Marina de Abu Dabi le explotó la rueda trasera izquierda y perdió el control de su Red Bull hasta chocar contra la valla protectora, hubo un halo de incredulidad. Nadie se lo creía. Y la expectación creció todavía más cuando el piloto llegó a su taller y las cámaras enfocaron la evidencia de que había roto la suspensión trasera, con lo que no le quedaba otra opción que abandonar. "Todo parecía ir bien en la primera curva, pero, tan pronto como comencé a girar en la segunda, sentí que algo estaba mal con la parte trasera del coche. Tuve un pinchazo y me salí", explicó Vettel; "entonces, en el camino de vuelta (a boxes), dañé tanto la suspensión que no pude seguir adelante".
La carrera adquirió entonces otra dimensión, porque con Vettel en pista, ganarle se ha convertido en una hazaña titánica. Un abandono del alemán es una noticia bomba. Y la prueba más evidente de ello es que a lo largo de esta temporada no se había producido en ninguna carrera... y solo queda una para la conclusión. A sus 24 años, el ya bicampeón mundial más joven de la historia está demostrando una calidad inusual: no comete errores a pesar de asumir riesgos y saca el máximo rendimiento al mejor coche del paddock, el Red Bull. Tampoco se explicó el piloto lo ocurrido en Abu Dabi. "Parece que de repente perdí presión en el neumático, que estaba deshinchado en el momento en que llegué a la curva dos, pero todavía no se sabe muy bien por qué", convino. Y amplió: "No hice nada diferente a cualquiera de mis otras vueltas o que cualquiera de los otros pilotos en esa curva, por lo que realmente aún tenemos que comprender que fue lo que causó el pinchazo".
El año pasado, se mantuvo impasible durante la última carrera, en este mismo trazado, cuando se estaba jugando el título con Fernando Alonso y su compañero Mark Webber. Ganó aquella carrera y el título, potenciado por un error garrafal de estrategia de Ferrari. Pero este año, pilotó con una seguridad y una solvencia increíbles desde el primer semáforo en verde. Cometió un solo error, en Canadá, cuando sucumbió a la presión de Button y acabó segundo. Pero a lo largo de la temporada, solo una vez se ha bajado del podio (Alemania, donde fue cuarto). Hasta Abu Dabi, donde una avería le ha impedido acabar la prueba.
En las 87 carreras que lleva disputadas, Vettel ha sufrido solo 18 abandonos y de ellos solo nueve (la mitad) por accidentes de los que no siempre ha sido el responsable. El resto fueron por averías mecánicas de muy diversa índole. La mayoría de ellos se produjeron en sus primeros años, cuando corría con BMW Sauber y con Toro Rosso. Porque desde que en 2009 entró a formar parte del equipo Red Bull las cosas cambiaron de forma radical. En los dos últimos años, Vettel ha sufrido tres abandonos por problemas mecánicos (Australia y Corea en 2010 y Abu Dabi en 2011) y otro por el incidente que tuvo con Webber en Turquía en 2010, en el que acabó con su coche contra el muro y tachando de loco al australiano.
Su progresión es evidente. Y el título mundial que consiguió la pasada temporada parece haberle dado alas. Ahora es un piloto mucho más sólido y cerebral. Sabe calibrar mejor todas las situaciones que va afrontando y evita los riesgos innecesarios. Pero no por ello, ha dejado de luchar por las victorias y por los records. Atesora ya todos los de precocidad. Y esta misma semana ha igualado el de 14 pole positions que detenta Nigel Mansell desde 1992. Le queda la carrera de Brasil para superarlo. Pero en Abu Dabi ha perdido la opción de igualar el de 13 victorias en una temporada que Schumacher logró en 2004. Lleva 11 victorias y queda una carrera.
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