Saviola tumba a Vieri en un partido redondo
El Barça recupera todo su esplendor ante el Inter con una magnífica actuación en la que sobresalió el jugador argentino
Todavía rezagado en la Liga, el Barcelona se mantiene imparable en la Champions, una competición en la que ha librado partidos de muy buen ver, y entre ellos el de anoche, que le salió redondo. El rival, el torneo, el marcador y el juego le dieron grandeza a un triunfo que se celebró en el Camp Nou con el mismo estruendo que se levanta un trofeo. No han ganado ninguna copa los azulgrana; ocurre, sin embargo, que desde ayer son el equipo que más victorias consecutivas ha sumado en Europa: once en total.
Tal que fuera una carrera de medio fondo, el partido discurrió al fin y al cabo a ritmo de récord, como exigía la hinchada, que comienza a recuperar el color desde la llegada de Antic y la salida de Gaspart. Fue un encuentro frenético para suerte del Barcelona y desdicha del Inter, acostumbrado al piano, piano, a esconder la pelota más que a jugarla. Impaciente como se siente, el Barça sacó al rival de la trinchera y le obligó a jugar al cuerpo al cuerpo, a intercambiar tiros, y a la hora del recuento sólo había italianos sobre la lona.
BARCELONA 3 - INTER 0
Barcelona: Bonano; Gabri, Puyol, De Boer, Reiziger; Overmars (Rochemback, m. 70), Cocu, Xavi, Motta (Mendieta, m. 71); Saviola (Luis Enrique, m. 80) y Kluivert. Inter: Toldo; J. Zanetti, Cannavaro, Gamarra, Córdoba; Dalmat, Di Biagio (Okan, m. 59), C. Zanetti, Morfeo (Kallon, m. 65); Recoba; y Vieri. Goles: 1-0. M. 7. Saviola recibe un pase de Xavi, hace un quiebro y desde la frontal chuta con la zurda, a media altura y junto al palo. 2-0. M. 29. Cocu aprovecha un rechace de Toldo a un disparo de Kluivert, habilitado por un cabezazo de De Boer tras un saque de esquina. 3-0. M. 67. Kluivert remata por bajo una preciosa jugada de Saviola por la izquierda. Árbitro: Anders Frisk (Suecia). Expulsó a Recoba (m.80) y amonestó a Córdoba, que no podrán jugar contra el Barça en Milán, y a C.Zanetti. Camp Nou. 80.000 espectadores. Se homenajeó a la ex tenista Arantxa Sánchez Vicario.
Dinámico y efectivo como se puso el partido desde el inicio, Saviola le pudo a Vieri en una imagen que retrata cuanto acontenció. Murmurando estaba todavía la hinchada sobre la fiabilidad defensiva del Inter y la posibilidad de especular que la clasificación concedía a uno y otro equipo, cuando Xavi y Saviola desmontaron el mecano de Cúper con una jugada deliciosa, más que nada porque redime el ingenio de los futbolistas de ataque frente al posicionamiento de los zagueros. Los dos futbolistas más pequeños del Barça dinamitaron el muro italiano en una acción estupenda tanto por el pase interior del medio centro como por la definición del delantero, que eliminó a los dos centrales con un quiebro y remató con la zurda junto al palo, inalcanzable la pelota para la brazada del gigante Toldo. A Cúper se le puso una cara de espanto.
El técnico argentino había desplazado a Córdoba al lateral izquierdo para que Overmars no tuviera cuerda, sabedor de que la salida del Barcelona estaba siempre en consonancia con la velocidad del extremo holandés. Y el colombiano le ganó unas cuantas carreras a Overmars. Gamarra y Cannavaro, en cambio, quedaron descuartizados por la movilidad de Saviola. El gol del argentino enfureció a Vieri, que arrancó como un buey, empujado por la maquinaria del Inter. El plantel italiano se desplegó con saña y cierto gusto, sobre todo a través de Recoba y Morfeo, y el Barça acusó por momentos el bufido de Vieri.
El partido se fue embalando hasta coger un ritmo vertiginoso, con idas y venidas en ambas áreas, remates de todos los colores, ingobernable. Al Barcelona le costó encontrar un punto de calma ante el desespero del Inter, desbocado y rabioso, sometido en el marcador sin darse cuenta, inutilizado el orden dispuesto por Cúper, que había renunciado a un segundo delantero para llenar un poco más el centro del campo. Tuvo suerte el Barça, que se cimbreó en el alambre muy a menudo, consciente de que su estructura defensiva es deficitaria en organización y en jugadores de envergadura y consistencia.
A falta de físico, los laterales y los centrales se las apañaron como pudieron, y en especial Puyol, que le desarmó un remate a Vieri cuando el Camp Nou ya se había tapado los ojos. La pelota salió rebotada y en un santiamén, muy bien jugada por Saviola, quedó plantada en el córner contrario, dispuesta para una acción de estrategia tan solemne que acabó en gol: tocó Xavi, cabeceó De Boer en el segundo palo, remató Kluivert y el rechace del meta italiano lo coló Cocu.De la ubicación de Cocu como medio centro defensivo se ha beneficiado especialmente Xavi, que juega ahora más adelantado, con una mayor perspectiva y línea de pase, tanto para la derecha, con Overmars, como hacia la izquierda, ayer con Motta, así como por el centro, donde Saviola y Kluivert rompen con sus diagonales. Al Inter se le acumuló la faena en las dos áreas, superado por la velocidad del partido, falto de puntería para obligar a recomenzarlo. Las jugadas se repitieron una y otra vez. A la que el equipo de Cúper empujaba, intimidaba, mostrándose como un equipo serio, hasta que el Barça entraba en escena y le convertía de golpe en un conjunto vulnerable.
Los azulgrana estuvieron pletóricos en las facetas del juego, gustosos de jugar a la contra y ceder la iniciativa al Inter. El fútbol directo ha sustituido al entrejuego y el equipo se siente más a gusto. El recorte de Saviola a Cannavaro en el 3-0 ilustró el segundo acto con la misma precisión que el 1-0 había definido al primero ante el delirio de la hinchada, que se vio correspondida hasta en los detalles más nimios como el desquiciamiento y expulsión de Recoba o el regreso de Luis Enrique. Una noche redonda por fin en el estadio. A tono con un partido de palabras mayores, el Barcelona recuperó todo su esplendor.
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