Recta final para Madrid 2016

Madrid 2016 respira euforia. La caravana olímpica ha dejado la capital después de cinco días de trabajo y la candidatura puede descansar tras un maratón que tenía una única meta: mostrar la cara más amable, bonita y deportiva de la ciudad. Tras los agasajos, las visitas a las sedes, las comidas y ponencias, puede dar el trabajo concluido. Otra cosa es para lo que sirva esta visita, porque el informe de la comisión sobre la ciudad no es vinculante, de las palabras de sus miembros no puede sacarse nada en claro y aún queda un paso intermedio antes de la decisión final del 2 de octubre.

Así que el hotel Villa Magna ya no transpira espíritu olímpico, la carpa adyacente que alojaba a los periodistas ya no bulle y los profesionales de Madrid 2016, con el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón y Mercedes Coghen a la cabeza, pueden tomarse un par de días libres. "Más no porque aún queda mucho trabajo por delante", asegura uno de ellos.

El 16 y 17 de junio, las cuatro candidatas se presentan al comité ejecutivo del COI

Madrid jugará la baza institucional. "El Rey es el único jefe de Estado olímpico", dijo Coghen

En realidad lo que queda es la fase decisiva, el sprint final de una carrera, los minutos de descuento de un partido de fútbol. Mientras Madrid 2016 busca a su particular Iniesta, todos miran al árbitro. Al Comité Olímpico Internacional. A esa norma no escrita que dice que desde 1956, cuando los Juegos se celebraron por primera vez en Oceanía (en Melbourne, concretamente), nunca se ha repetido continente en la siguiente cita. Si esa regla está vigente en el subconsciente olímpico, Madrid no tendría nada que hacer, pues los Juegos de 2012 ya han sido adjudicados a Londres. Europa.

Ese dato pesa por ahora más que el optimismo desatado en Madrid 2016. Más aún que las palabras tranquilizadoras de la presidenta de la comisión del COI, la marroquí Nawal el Moutawakel, que ha evaluado la capital: "En el COI no existe la rotación continental. Gana la mejor candidata", dijo en su despedida de la ciudad. También habrá que tener en cuenta la distribución geográfica de los 107 directivos del COI que decidirán el 2 de octubre cuál será la organizadora de los Juegos de la XXI Olimpiada: 47 europeos, 21 asiáticos, 17 africanos, 12 de América Latina, 6 de la América anglosajona y 4 de Oceanía.

Pase lo que pase, Madrid cuenta con algunos puntos fuertes, que deberá volver a exponer los próximos 15 y 16 de junio en Lausana (Suiza) en la sede del COI y ante los miembros de su ejecutiva. Es el último examen de esta larguísima oposición que empezó cuando Madrid decidió competir para organizar los Juegos del año 2012, y tras perder y asimilar la derrota volvió a presentar su candidatura.

En esos dos días de junio, los directivos del COI escucharán de voz de cada una de las supervivientes -Chicago, Tokio y Río de Janeiro, además de Madrid- una intervención técnica de 45 minutos. Y podrán preguntar todo aquello que deseen para resolver sus últimas dudas o, simplemente, para decidir qué hacer con su voto.

Probablemente volverán a escuchar que el evento madrileño cuenta con un apoyo institucional sin precedentes. No sólo de la ciudad, y su Gobierno, con el conservador Ruiz-Gallardón en cabeza, sino también del Ejecutivo socialista de Rodríguez Zapatero y su ministro de Deportes Jaime Lissavetzky. Y, sobre todo, de la Casa Real. En la visita madrileña se involucraron los Reyes y los Príncipes de Asturias, entre otros miembros, y la candidatura sigue contando con el Rey para este último esfuerzo. "Es el único jefe de Estado de las aspirantes que es deportista olímpico", recordó Coghen. Don Juan Carlos participó en las regatas de Múnich 1972.

Se volverá a utilizar el argumento de que estos Juegos ya están en marcha, pues el 77% de las obras están terminadas. Y de que el apoyo popular es el más alto entre las aspirantes: el 85% de los ciudadanos apoya la celebración de unos Juegos en Madrid y ya se han dado de alta más de 30.000 voluntarios.

Tal vez los miembros de la ejecutiva del COI pregunten por qué ese apoyo es menos numeroso entre los patrocinadores locales. Según los presupuestos presentados por las ciudades, Madrid sólo recoge menos dinero (325 millones de dólares) que Río (313) en este capítulo. Y Chicago casi la triplica, con 902 millones presupuestados. O tal vez incidan en las dudas que han mostrado algunos miembros de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) sobre el último decreto español, que hay quien considera laxo, algo que niega rotundamente Lissavetzky.

Cuando termine ese último ejercicio, a la candidatura ya sólo le quedará esperar. A que la ejecutiva del COI reciba el informe de El Moutawakel y compañía sobre las candidatas, un mes antes de la votación. A que se lo estudie. Y a viajar a Copenhague para vivir en directo las votaciones para la elección, que tiene forma de criba y se realiza por medio de un sistema electrónico. Por la cabeza de muchos de los miembros de Madrid 2016, repetidores, pasará el viaje a Singapur, aquel mes de julio de 2005, cuando tras el mismo agotador calendario Madrid fue eliminada cuando nadie se lo esperaba, según algunos por el error de un delegado al apretar el botón.