Iván Gutiérrez busca un oro escurridizo

Tanto veneno escupe últimamente la serpiente multicolor que cada noticia es un sobresalto.

Como una broma pesada, como si a Salzburgo no le bastara con hacer revivir 250 años después el nacimiento de su maltratado genio Mozart, los titulares de la primera carrera disputada en la semana del Mundial cantan la victoria de Armstrong en la contrarreloj. ¡¿Cómo?! ¿No se había retirado? ¿Qué es esto? Una lectura más detallada de la información, por supuesto, aclara el asunto, aleja el susto de los espíritus. La contrarreloj disputada ayer es la de categoría femenina; y la ganadora, en efecto, se apellida Armstrong, pero de nombre hace Kristin, y aunque es norteamericana también, no guarda ningún vínculo de parentesco con el tejano Lance, el siete veces ganador del Tour que divide su vida de jubilado entre saraos varios y desmentidos periódicos a informaciones que tratan de asociar su nombre al dopaje.

Pero el suspiro de alivio no puede ser sino breve, el mal no cesa de rodear al ciclismo y de las formas más peculiares, como si Europa persistiera en exportar sólo vicios y malos hábitos a América. Así puede interpretarse la siguiente revelación sobre ruedas en la pacífica, musical y pastelera Salzburgo, que ayer ahorró la lluvia a los ciclistas: los análisis de sangre efectuados por la mañana, tres corredores mostraron unos parámetros fuera de la ley, dos argentinos veteranos, Martín Garrido, que hace carrera en Portugal, y Matías Medici, y un joven brasileño, Magno Nazaret. Ninguno de los tres era favorito para nada, pero, sin embargo, los análisis permiten sospechar que recurrieron a la EPO para sus carreras en Austria.

Todo este ambiente de pesar no parece, de todas maneras, afectar para nada a José Iván Gutiérrez, único español participante hoy en la carrera contrarreloj, 50,8 kilómetros por las onduladas, duras e interminables carreteras de las colinas que rodean Salzburgo. Un especialista de la cuestión, Gutiérrez, cántabro de Hinojedo, 27 años, campeón sub 23 en 1999, subcampeón absoluto en 2005, sabe cómo prepararse para las grandes citas, sea el Mundial, sean los campeonatos de España, en sus tierras, entrenando y entrenado. "Y por eso quizás cuento con una pequeña ventaja sobre los que han disputado la Vuelta, sobre Vinokúrov y Cancellara, que seguro que están más cansados", dice el ciclista del Caisse d'Épargne. "Y además juega a mi favor el recorrido, tirando a duro y no muy técnico, aunque quizás el primer repecho sea excesivo y obligará a regular muy bien para llegar con fuerzas al final".

Como Gutiérrez, que sufrió una caída en la Vuelta al Benelux en agosto cuando podía aspirar a la victoria final, opina el gran favorito, otro especialista de la cuestión, el australiano Michael Rogers, que busca su cuarto arcoiris consecutivo y que añade el tiempo, la lluvia, el viento, como factor determinante. "Esto de las contrarrelojes del Mundial es un mundo particular", dice el corredor del T-Mobile. "Uno puede llegar de ninguna parte, sin apenas referencias de las últimas competiciones y llevárselo todo, y otros, que por ejemplo hace 15 días estaban que se salían, nada".

Rogers, de 26 años,está entrenado por el italiano Michele Ferrari y consiguió su primer título mundial en 2003 tras la descalificación por dopaje del escocés David Millar. Éste ha regresado este año a la competición tras dos años de suspensión y a parte de ciclista ejerce de misionero de la lucha antidopaje -arrepentidos los quiere Dios-, lo que no le ha robado un ápice el ansia de recuperar en la carretera, y limpio, lo que perdió por sus malos andares. Para conseguirlo, también se ha entrenado en Italia, como Rogers, aunque con otro maestro, el toscano Luigi Cecchini, a quien ha llegado a través de su amigo, el ex ciclista ítalo-británico Max Sciandri.

Horario de salida: 15.06, David Millar. 15.08, Alexander Vinokúrov. 15.10, José Iván Gutiérrez. 15.12, Fabian Cancellara. 15.15, Michael Rogers.