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Crónica:GUOAN 0 - BARCELONA 3 | Concluyen las giras por Estados Unidos y Asia
Crónica
Texto informativo con interpretación

Ibrahimovic no falla

Brilla Messi, carburan los jugadores del filial y se reivindica el ariete con otro gol

Jordi Quixano

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Discutido el curso anterior por su irrelevante juego de equipo y por su irregular fiabilidad en la definición, Zlatan Ibrahimovic arrancó esta pretemporada con un aviso del técnico del Barcelona, Pep Guardiola, que le recibió en su despacho el primer día para preguntarle cuáles eran sus intenciones de futuro. "Él decide si quiere irse", manifestó después Guardiola. El club no ha recibido oferta alguna y Zlatan ya ha aclarado en privado y públicamente que su deseo no es otro que golear como azulgrana. De momento, no falla. Dos goles en los dos últimos partidos. El de ayer, frente al Guoan, chino, un equipo con más voluntad que pie, con menos fútbol que intención. Messi fue su tormento; Ibra, el estilete.

GUOAN 0 - BARCELONA 3

Guoan: Yang Zhi; Lu Jiang, Xu Yunlong, Zhang Yong, Ros Haurice Alexander; Yang Hao, Zhu Yifan, Martínez, Xu Liang; Griffiths y Chang Qing. En la segunda parte: Zhang Sipeng; Lang Zheng, Matic, Xiangchuan, Wang Ke; Xailong, R. Griffiths, Yang Yun, Ting; Wenhui y Yao Shuang.

Barcelona: Pinto; Adriano, Sergio Gómez, Abidal, Maxwell; Sergi Roberto, Dos Santos, Víctor Vázquez; Messi, Nolito y Edu Oriol. En la segunda parte: Pinto; Ilie, Armando, Milito, Muniesa; Víctor Sánchez, Riverola, Keita; Benja, Ibrahimovic y Jonathan Soriano.

Goles: 0-1. M. 10. Sergi Roberto. 0-2. M. 13. Nolito. 0-3. M. 90. Ibrahimovic.

Árbitro: W. Zhe (China). Amonestó a Ibrahimovic.

Olímpico de Pekín: 30.000 espectadores.

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Juegue quien juegue, el Barça se despliega de igual forma, con predilección por el juego corto y los ataques largos. A Guardiola, durante el primer acto, se le cayó la mandíbula, boquiabierto por el trenzado y diligente fútbol de su equipo, por más que lo completarán una amplia representación de jugadores del filial. Abidal carburaba como central -experimento que quiere realizar este año tras la venta de Chigrinski-; Adriano, tenaz, cabalgaba por el lateral derecho; Dos Santos manejaba al equipo desde la medular; Sergi Roberto mezclaba con la línea fínal, y tanto Edu Oriol como Nolito finiquitaban en los metros concluyentes. Pase, ritmo, disparo y tino. Juego de salón solo enturbiado por el césped, en un estado deplorable.

Así, a la salida de un córner rival, se activó Oriol, ganó la carrera a cuantos rivales le retaron y, al pisar el área, cedió el cuero a Sergi Roberto, que batió al meta por bajo. Apareció luego Adriano, al más puro estilo Alves, por la línea de fondo para lanzar un centro al segundo palo, donde Nolito perfiló el cuerpo y acomodó el interior del pie al balón. Otra diana y el Guoan como un espantapájaros, sin respuesta a unos jóvenes con desparpajo mayúsculo, sobrados de fútbol. Acompañó siempre Messi, pero lo hizo a su manera, más individualista, como si quisiera marcar tras un zigzag sensacional o un quiebro de museo. Le ayudan los amistosos a crecerse, sabedor de que no recibe patadas y de que puede aguantar la pelota para probar sus diabluras. Pero el larguero le escupió un remate de cabeza y el poste una falta. Para marcar ya estaba Ibra.

El kilométrico ariete se mueve este año más vertical, con facilidad para buscar las cosquillas a los centrales. En el primer partido le asistió Dos Santos y ayer lo hizo Martín Riverola, fino estilista. Recibió Ibra en carrera, se adecuó la pelota, quebró la cintura del rival con un movimiento de cadera y puso el balón, desde fuera del área, raso y ajustado al palo.

Gol de bandera, gol de delantero, gol de Ibra. Justo lo que se le reclamaba la temporada pasada.

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