_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Homenaje a Juan Antonio Samaranch

El Marqués de Samaranch fue una figura destacada cuyo nombre es conocido en el mundo entero. No sería exagerado decir que, gracias la visibilidad que dio a los Juegos Olímpicos y al Movimiento Olímpico -sin la cual los Juegos no serían lo que son- consiguió modernizar el Movimiento y salvar los Juegos Olímpicos. Y, al hacerlo, su nombre quedó permanentemente asociado con el Comité Olímpico Internacional.

Me di cuenta de los lazos que unían al presidente Samaranch con la institución que había dirigido durante 21 años cuando asumí la presidencia. No en pocas ocasiones, incluso dos o tres años después de mi elección, algunos mandatarios o representantes con los que me reuní reconocían mi cara, la relacionaban con el COI, pero luego se dirigían a mí llamándome Sr. Samaranch, algo que siempre me hizo reír.

Más información
"Es un final eficiente, tal y como él ha sido toda su vida"
La larga carrera de un hombre polifacético
El niño que quería dirigir el deporte
Octubre de 1986: "À la ville de Barcelona"

Su carisma era tal que, para algunos, el hombre y la institución eran indisociables. Cada vez que viajaba, el presidente de honor inspiraba un gran amor y respeto tanto por su persona como por la institución que con tanta inteligencia había dirigido.

Conocí a Juan Antonio Samaranch hace más de 25 años, cuando visitó el Comité Olímpico Belga, pero mi primera verdadera reunión con él fue el día de mi elección como presidente de los Comités Olímpicos Europeos en octubre de 1989. Poco después, coincidí con él en una visita voraginosa a los nuevos estados emergentes de la antigua Unión Soviética que, evidentemente, habían creado nuevos comités olímpicos nacionales. Mientras prestábamos nuestra ayuda a estas nuevas naciones, entablamos una sólida relación basada en el respeto y la confianza.

Por mi parte, el respeto y la confianza que me inspiraba fueron acrecentándose a lo largo de todos estos años en los que pude ser testigo de su pasión y devoción por el Olimpismo, sus excepcionales conocimientos sobre deporte y la energía con la que afrontaba cada nuevo día.

El presidente Samaranch fue el arquitecto de los Juegos Olímpicos de la era moderna. El fortalecimiento y la unidad del Movimiento Olímpico son obra de su visión y talento excepcionales, y sus enormes logros dejarán un legado que perdurará durante muchos años.

Entre muchas otras cosas, a Samaranch se le recordará por haber defendido la representación femenina en el COI (él mismo supervisó la entrada de las primeras mujeres miembros del COI en los años ochenta), por haber logrado la abolición del amateurismo en los Juegos Olímpicos, por haber mejorado la calidad de los Juegos y aumentado el número de países participantes a pesar del boicoteo de Moscú 1980 y Los Ángeles 1984, y por haber mejorado la salud financiera del Movimiento Olímpico.

A Samaranch también se le debe la creación del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), la mayor participación de los atletas en la toma de decisiones del COI, gracias al establecimiento de la comisión de atletas, y la construcción del Museo Olímpico de Lausana.

Pero, además de todos estos logros y de ser una persona pública, Samaranch era también un hombre discreto. Algunos le describieron como una persona parca en palabras, pero yo, que realicé muchos viajes de trabajo con él, no comparto esta opinión. Siempre se caracterizó por su amabilidad y calidez.

El Samaranch que la gente no conoce es aquel que, estuviera donde estuviera, tenía la entrañable costumbre de comprar postales y sellos para mandárselas a sus nietos desde los lugares más remotos.

Yo he perdido a un mentor y a un amigo; el mundo ha perdido a un hombre realmente maravilloso.

Mira en este vídeo de Noticias Cuatro / CNN+ la trayectoria de Juan Antonio Samaranch al frente del Comité Olímpico Internacional y su papel en la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92Vídeo: NOTICIAS CUATRO / CNN+

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_