Henry anima al Barça
La grandeza del delantero francés y la pegada de Bojan y Eto'o liquidan al Murcia
Aparcado Ronaldinho y convaleciente Messi, el Barça se ha encomendado a Henry, y el delantero ha asumido el protagonismo, ofrecimiento que se agradece en noches desagradables como la de ayer, con poca gente y mucho frío en la grada, y viento en la cancha. Titi es hoy el referente y su presencia ha modificado el fútbol del equipo. Juega el Barça de manera más rápida y vertical, animada incluso, y también más expuesta, circunstancia apreciable ayer por la formación circunstancial que presentó Rijkaard. Fue un partido de mínimos resuelto por la grandeza de Henry y también por el oficio de Márquez y la chispa de Bojan. Los goles fueron serenos y bellos, como las jugadas al primer toque que los parieron.
BARCELONA 4 - MURCIA 0
Barcelona: Valdés; Zambrotta, Thuram, Puyol, Sylvinho; Xavi, Márquez, Gudjohnsen (Iniesta, m. 65); Bojan (Giovani, m. 82), Eto'o (Pedrito, m. 88) y Henry. No utilizados: Oier; Abidal y Milito.
Murcia: Notario; De Coz, Ochoa (Arzo, m. 69), Mejía, Peña; De Lucas, Pablo García (Íñigo, m. 67), Movilla, Abel (Richi, m. 78); Goitom y Baiano. No utilizados: Carini; Pignol, Jofre e Iván Alonso.
Goles: 1-0. M. 26. Gudjohnsen remata dentro un centro de Zambrotta. 2-0. M. 52. Bojan empuja una asistencia de Henry. 3-0. M. 76. Eto'o aprovecha un centro de Henry. 4-0. M. 86. Eto'o remacha un pase de Giovani.
Árbitro: Clos Gómez. Mostró la cartulina amarilla a Peña, Henry y Zambrotta.
61.443 espectadores en el Camp Nou.
El francés es hoy el referente: el Barça juega más rápido y vertical, más animado
A pesar de su precariedad anímica y de juego en la Liga, el Barça enfrentó al Murcia con un punto de suficiencia, como si se tomara el partido un poco a la ligera, más pendiente de la visita copera del Sevilla. A Rijkaard le dio por cambiar a medio equipo y tocar todas las líneas, decisión que parecía arriesgada por la falta de mecánica en el juego azulgrana y por la supuesta consistencia del rival. El técnico aspiraba a resolver el choque a partir del potencial de su delantera, de manera que la presencia de Bojan, Eto'o y Henry intimidara más que la provisionalidad que ofrecían la línea defensiva y la de medios. Y así fue.
Reservado Iniesta y adelantado Márquez a la demarcación de medio centro por la lesión de Edmilson, el Barça fue un equipo más directo que de juego combinativo en ataque y excesivamente frágil en su área. Las pérdidas de balón se sucedieron al inicio de manera tan frecuente en campo azulgrana que el encuentro quedó muy abierto y los remates se sucedieron en ambas porterías. La jerarquía correspondió incluso en algunos momentos al Murcia, más reconocible como equipo, mientras el Barcelona se apoyaba en transiciones rápidas más que en el pase para ganarse buenas llegadas a portería. Henry jugaba muy bien al espacio y Eto'o y Bojan le pegaban fuerte al balón mientras Abel y Goitom enfilaban con reiteración a Valdés.
Ante tanto tráfico, la hinchada impacientó. Al Barça le faltaba fluidez y autoridad por más sutileza que exhibiera Xavi y por más vértigo que provocara Henry. En cuanto Márquez cogió el sitio los azulgrana se estabilizaron y dieron con el gol. El tanto llegó en una jugada de manual y al tiempo extrañada en el Barça: Zambrotta profundizó hasta la línea de fondo y su centro al segundo palo lo remató Gudjohnsen. Ocurrió que por vez primera había progresado un lateral en campo contrario con el balón controlado y lo había puesto para la llegada del volante, libre de marca porque el ariete se había llevado a los centrales.
El tanto no alteró demasiado el paisaje del partido, muy disperso, sin demasiado cuerpo. Decantado el marcador, la gente la emprendió con el árbitro. La bronca y el fútbol discontinuo se imponían. Había tanto ir y venir que podía pasar cualquier cosa. A un remate de Baiano en un mano a mano con Valdés excelentemente resuelto por el portero, siguió una jugada primorosa de Henry que no encontró rematador. El francés repitió y entonces no perdonó su discípulo y amigo Bojan. Las tres intervenciones de Henry le coronaron como el jugador del partido y el líder del equipo. Excelente en la conducción y el desmarque, encaró muy bien en el uno contra uno desde los costados del área y puso tres deliciosas asistencias que llenaron el partido en un magnífico segundo tramo.
Mereció repetir Bojan en una maniobra solemne. Rehabilitado Bojan, Henry se dedicó a Eto'o, que quería dejar el estadio para incorporarse a la Copa de África como goleador, como ocurrió a la media hora. Sylvinho habilitó estupendamente a Henry y el centro del francés lo remachó el camerunés ante la indiferencia del Murcia, que jugó siempre con la misma marcha. Eto'o repitió después en una asistencia de Giovani para despedirse como el rey del área. El juego queda en manos de Henry, definitivamente el futbolista del momento en el Barça, de nuevo animado, contento al menos por una noche.
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