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Reportaje:FÚTBOL | 13ª jornada de Liga

Golpe en la moral de Kaká

El brasileño, que aspiraba a recuperar su mejor nivel este curso, vuelve a quedarse fuera de la convocatoria y el club lo atribuye a la contusión que sufrió hace tres semanas en Anoeta

Diego Torres

Kaká lleva casi un año estudiando el modo de sumarse al equipo titular del Madrid para establecerse como el jugador formidable que fue. Durante este tiempo ha examinado los calendarios en busca de huecos por los que recuperar el tiempo perdido. El partido de hoy en Mestalla habría sido perfecto: el media punta brasileño se había entrenado cuatro días en Valdebebas mientras que Di María está de baja y Özil acaba de regresar después de jugar dos partidos con Alemania. Las condiciones, aparentemente, eran ideales. Pero apareció Aitor Karanka, ayudante del entrenador, para ofrecer una breve conferencia ayer por la tarde y lo más relevante que dijo fue que Kaká no estaba recuperado del golpe que sufrió hace tres semanas. Como dice el parte oficial: "Una contusión". No hubo más argumentos. Mientras tanto, la aspiración de Kaká de demostrar que sigue siendo el futbolista imprescindible que ganó el Balón de Oro en 2007 se vuelve a desvanecer.

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El 29 de octubre Kaká recibió un doble golpe. Primero, una contusión en su estado de ánimo, después, una patada en la pierna derecha. Ese día Kaká se encontró sentado en el banquillo de Anoeta, junto a Marcelo, que no paró de hacer imitaciones mímicas de Mourinho durante el partido contra la Real. Tuvo que hacer un esfuerzo para no doblarse de risa. Pero a sus compañeros les confesó que se sentía decepcionado. Injustamente apartado del equipo titular después de completar la serie más espectacular de resultados del Madrid en Liga en años. Venían de empatar 0-0 en El Sardinero con Kaká en el banquillo cuando Mourinho resolvió darle la titularidad. Lo que sucedió fue una racha explosiva: contra el Rayo, 6-2; contra el Espanyol, 0-4; contra el Betis, 4-1; contra el Málaga, 0-4; y contra el Villarreal, 3-0. Kaká se convirtió en el nexo perfecto entre Xabi y los atacantes. Por momentos, sintió que Di María y Özil, a quienes considera inferiores, ya no le quitarían el sitio. Pero en San Sebastián se le agotaron las ilusiones. Al verse fuera volvió a sentir el vacío que había experimentado la temporada pasada, cuando concluyó que Mourinho no le quería.

Toribio Leite, el médico personal de Kaká, responsable del estudio biomecánico de la Universidad de São Paulo que localizó su lesión en la rodilla en 2010, hizo un pronóstico que se ha cumplido. A principios de año apuntó en La Liga Confidencial, programa de ESPN, que Kaká alcanzaría un estado físico óptimo para esta época: "Creo que él va a estar volviendo a su mejor versión al final de esta temporada 2010-11. Y, ciertamente, en el comienzo de la temporada 2011-12 él va a estar en igualdad con todo el grupo".

Kaká lleva meses sintiéndose en plenitud. Como cuando jugaba en el Milan. Lo ha expresado tímidamente cada vez que los periodistas le han hecho la misma pregunta al cabo de cada uno de los partidos disputados este curso: "¿Cuánto te falta para volver a ser el Kaká del Milan?". Lo respondió en los vestuarios de La Romareda después de meter el quinto gol del 0-6 que abrió el campeonato: "No es la primera vez que hago un buen partido con el Madrid ni que meto goles. Solo necesito continuidad".

Recuperado de su lesión de rodilla, lo que ahora no le permiten hacer a Kaká es jugar regularmente. Lo sabe desde que en la temporada pasada Mourinho lo dejó fuera del partido de Lyon. Lo sabe desde que el técnico no le dio ni un minuto en el primer clásico de abril, en el Bernabéu. A la jornada siguiente, sin nada que disputar en una Liga perdida, el Madrid visitó Mestalla y Mourinho hizo una de esas extrañas alineaciones en las que suele acumular a sus jugadores menos valorados con resultados excelentes. Esa tarde, de centro del campo hacia adelante el Madrid formó con Lass, Granero, Canales, Kaká, Higuaín y Benzema. El meneo que le dieron al Valencia fue histórico: 3-6. Kaká metió dos goles. El tercero y el sexto. Pero en la Champions, tres días después, contra el Barça en el Bernabéu, no dispuso ni de un minuto. Más de una vez estudió el mercado en busca de un club que le permitiera brillar.

Este verano, cuando Mourinho se dirigió a Kaká lo hizo sin un gran convencimiento a la hora de tantear sus intenciones. Según un compañero, el técnico le dijo: "Si te quieres quedar, entonces yo también quiero que te quedes".

Kaká sufrió un golpe en el sóleo el día de Anoeta, cuando dejó el banquillo para jugar unos minutos. Pero entonces ya iba golpeado en su orgullo. El golpe todavía le duele. Aun así, resulta extraño que Mourinho no le quiera ni para emplearle en la segunda parte del difícil partido que espera en Mestalla.

Kaká, junto a Sahin, durante el entrenamiento del pasado miércoles en Valdebebas.
Kaká, junto a Sahin, durante el entrenamiento del pasado miércoles en Valdebebas.ÁNGEL MARTÍNEZ (EFE)

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.
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