A Fernández-Castaño le encanta el suspense
Después de tres años en blanco, el madrileño gana en Singapur su quinto título, el cuarto después de un desempate
Hace solo seis meses sobrevolaba incluso el temor sobre si Gonzalo Fernández-Castaño podría volver a jugar al golf al máximo nivel. Con solo 31 años, una lesión de espalda le martirizaba y ni siquiera era capaz de pasar los cortes. "No sabía si iba a poder competir otra vez", recuerda ahora. Una pesadilla de la que poco a poco ha ido despertándose. Hasta el punto de que hoy el golfista madrileño ha acabado con una larga sequía de tres años sin un título y ha besado una copa, la del Open de Singapur. Y, cómo no, después de un desempate, contra el filipino Juvic Pagunsan, la forma en la que este jugador se ha acostumbrado a ganar los trofeos, con el máximo suspense, como en una película de Hitchcock. El torneo asiático es su quinta victoria en el circuito europeo y cuatro, las cuatro últimas, han llegado a través de un playoff: el Open de Asia de 2006, el Open de Italia de 2007, el British Masters de 2008 y este torneo (sus cinco victorias han sido en cinco países diferentes).
"Estuve cerca de operarme la espalda. Si alguien tiene un problema de espalda, que me lo diga. ¡Conozco a todos los doctores de espalda! Mi objetivo era estar en forma y ver si era capaz de jugar otra vez. Mi gran preocupación era saber si podía hacerlo como antes. Y ahora he vuelto", cuenta Gonzalo. Su vuelta a la vida ha sido esplendorosa en los últimos tornoes. Fue sexto en el Masters de Madrid, segundo en Castellón, 12º en Valderrama y primero en Singapur, un triunfo que hoy ha dedicado a su mujer y a su caddie. La bolsa de premios ha engordado de repente: casi un millón de euros entre las tres últimas competiciones.
El triunfo asiático estuvo marcado por las continuas interrupciones del juego a causa de una tormenta tropical. El torneo se redujo a tres jornadas, 54 hoyos, pero Fernández-Castaño y Pagunsan acabaron empatados con 14 golpes bajo par. Y el desempate hubo de aplazarse al lunes de nuevo por culpa de la lluvia. El madrileño había desaprovechado cuatro impactos de ventaja a falta de nueve hoyos, y se condenó a un desempate. Pero ahí es el que manda, como dice su palmarés, y con un birdie en el 18 se ha llevado la Copa a casa. La mejoría física y con el putter le han aupado al título y al puesto 58 del mundo, después de bordear el 200.
"Después de tres años sin una victoria, de las lesiones, de un año tan duro, esto significa mucho para mí. El putt es seguramente mi tendón de Aquiles, pero he mejorado mucho", dice Gonzalo, que ahora hasta puede pensar en llegar a la Copa Ryder con el conjunto europeo. Superada la sequía sin títulos, los dolores de espalda y la sensación de que el golf de élite le estaba quedando demasiado lejos, comienza una nueva etapa para él. Han sido tres años y 46 días sin ninguna victoria, y 71 torneos en blanco, a pesar de rozar la gloria con seis segundos puestos.
El galardón de Fernández-Castaño es la sexta victoria española del año en el circuito europeo, tras las de Pablo Martín (Alfred Dunhill Championship), Álvaro Quirós (Open de Dubai), Pablo Larrazábal (BMW International Open) y las dos consecutivas de Sergio García (Masters de Castellón y Masters de Andalucía). Como el castellonense, también el madrileño ha vuelto a la cima tras salir de un largo túnel.
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