La FIFA quiere castigar a Di Canio
Blatter critica que en Italia sólo se sancione con un partido al jugador por sus saludos fascistas
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, opinó ayer que acciones como los saludos fascistas del futbolista Paolo di Canio, delantero del Lazio, merecían un castigo "mucho más severo" que el partido de sanción impuesto por la federación italiana. Y anunció que a partir de enero entrarían en vigor nuevas reglas de la FIFA para castigar los comportamientos de cariz racista, que permitirían "penalizar con retirada de puntos, bajada de categoría o exclusión de las competiciones a los clubes implicados". Asimismo, el organismo que dirige solicitó a la Federación Italiana la entrega del expediente abierto al jugador pues lo desea para estudiar nuevas medidas de castigo.
Blatter declaró, en una conferencia de prensa celebrada en Zurich que las sanciones económicas no bastaban. El año pasado, cuando Di Canio alzó el brazo como saludo a sus seguidores durante un encuentro con el Roma, fue multado con 20.000 euros. Tras un nuevo saludo fascista la semana pasada en el estadio del Livorno, cuya afición es tradicionalmente de izquierdas, el Lazio fue sancionado con una multa de 8.000 euros y se abrió un expediente a Di Canio concluido con una jornada de suspensión.
"Cuando veo gestos de ese tipo", dijo Blatter refiriéndose a los saludos fascistas de Di Canio, "siento tristeza por los futbolistas. Puedo comprender que los seguidores hagan esas cosas y que pierdan el control, pero un futbolista profesional, cuando lo hace, comete un abuso grave".
El Lazio cerró filas en torno a Di Canio y el presidente de la sociedad, Claudio Lotito, calificó de "indignante" la "discriminación" cometida contra el jugador. El entrenador, Delio Rossi, afirmó que la descalificación por un partido era "absurda y aberrante". Rossi se refirió a las circunstancias en que se desenvolvió el partido contra el Livorno, con grandes banderas rojas y retratos del Che Guevara en las gradas, para argumentar que el gesto de Di Canio había sido "una simple reacción". Daniela Fini, esposa del ministro de Asuntos Exteriores y presidente de la posfascista Alianza Nacional, Gianfranco Fini, se quejó también de que todo el problema de la politización del fútbol en Italia se redujera a Di Canio. El miércoles, durante el choque Livorno-Milan, la afición livornesa coreó durante tres minutos la frase "Di Canio, cabeza abajo", en referencia al modo en que en 1945 fue colgado el cadáver de Benito Mussolini en la plaza Loreto de Milán.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.