España desprecia su 'sex appeal'
- "La ignorancia es la noche de la mente, pero una noche sin luna ni estrellas". Confucio
Todo el mundo occidental está buscando oportunidades de negocio en Asia. El boom asiático ofrece a las empresas de Europa y Estados Unidos la posibilidad de compensar la debilidad de sus propios mercados. Todos van para allá. Microsoft, Apple, Mercedes Benz, BBVA, Chanel, Armani, incluso el Barcelona y el Real Madrid. Todos, salvo la Liga de Fútbol Profesional española.
Y no es que no la quieran recibir. Aquí en Seúl, capital de Corea del Sur, tigre asiático por excelencia, hay millones de jóvenes que desearían seguir los partidos de la Liga en televisión. El Barça-Real Madrid del 29 de este mes será, como todo aficionado serio sabe, el encuentro del año. Ni Copa del Mundo, ni final de la Champions, ni nada. Estos son los dos titanes del fútbol mundial, los dos equipos con más sex appeal. A la historia de épica rivalidad entre los dos clubes se agregan hoy los enfrentamientos entre las dos filosofías del deporte que ofrecen Mourinho y Guardiola, y el duelo entre los dos mejores jugadores del mundo, Cristiano Ronaldo y Leo Messi.
La parte más rica del mundo no tendrá la oportunidad de disfrutar del producto que genera más interés y prestigio
Pero en Seúl lo verán cuatro gatos. Uno de ellos será Jimmy, un universitario coreano que vivió los primeros 20 de sus 28 años en las Islas Canarias. "Darán el partido a las cinco de la mañana, pero yo soy fanático del Real Madrid desde la infancia y me las arreglaré para verlo", dijo Jimmy. "Ahora, si alguien en España pensara en ofrecer el partido a una hora más razonable la audiencia aquí se multiplicaría por 100".
En Seúl serán las cinco cuando empiece el clásico. En Tokio también. En Shanghai las cuatro. En Bangkok, las tres. En Nueva Delhi, la una y media. Y no un domingo, sino un martes. La audiencia televisiva -en el continente donde se concentra la mayor parte de la humanidad- será raquítica. Y si lo es para el partido gourmet español, el que más potencial tiene de despertar las pasiones asiáticas, ¿qué opciones hay de convertir el buen fútbol que se juega en España en nuevas y muy necesitadas fuentes de ingresos para sus clubes? Muy pocas, ya que no se hace ningún esfuerzo por jugar el resto de los partidos en horarios asequibles para el mercado asiático. Como consecuencia de esta actitud pueblerina se desprecia la posibilidad de ganar mucho más dinero de la venta de los derechos televisivos internacionales y de agrandar las marcas de los clubes, lo cual se convierte a su vez en ventas de más camisetas y en la opción de negociar contratos más jugosos con las empresas patrocinadoras. El Barça y el Madrid hacen sus giras asiáticas cada verano, es verdad, pero el valor que les reportaría a la larga sería mucho mayor si hubiera un seguimiento una vez empezara la temporada oficial.
"Y mira, por otro lado, la Premier League inglesa", se lamenta Jimmy, de padres coreanos pero totalmente españolizado, "mira la cantidad infinitamente mayor de seguidores que tienen en Corea del Sur y en el resto de Asia". ¿Y por qué? Porque piensan, son prácticos. "Los partidos estrella de la Premier los vemos aquí a las 21.45 los sábados, las 12.45 en Inglaterra. O si no, a medianoche, que en un fin de semana sigue siendo una hora viable".
Se dice que los hábitos familiares de los españoles no admiten cambios de horarios. Bueno, hasta hace muy poco los partidos ingleses se jugaban todos a las tres de la tarde los sábados. Ahora juegan los sábados y los domingos a las 12.45, 14.00, 16.00, y 17.45. Y los estadios siguen llenos.
El Camp Nou estará lleno para el Barça-Madrid y seguramente habrá cifras televisivas récord dentro de España. Pero justo en un momento en el que el país necesita desesperadamente abrirse al mundo, el mundo, o la parte más rica de él (la audiencia en Estados Unidos tampoco será muy grande, por cierto, un lunes a mediodía) no tendrá la oportunidad de disfrutar del producto español que más interés genera y más prestigio cosecha. Jimmy trasnochará y lo disfrutará porque es un loco del fútbol y es casi, casi español. Pero hay millones más de Jimmys en Asia que se tendrán que conformar con seguir solo el fútbol inglés, hasta el ansiado día en el que la Liga despierte.
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