Carmen Jordá, la modelo que quiso ser piloto

La sonrisa no oculta la concentración que refleja su rostro. Carmen Jordá (Alicante, 1988), piloto, modelo y estudiante de Marketing, llega al box e inmediatamente se dirige a su ingeniero para ver las gráficas de su rendimiento. Se queja del calor excesivo, que baja el rendimiento del motor a medida que transcurre el día, pero no descansa apenas. El entrenamiento no se detiene, y el trabajo de los mecánicos en el garaje del equipo tampoco. El circuito de Ricardo Tormo en Cheste, Valencia, acoge a varias escuderías para la preparación previa a la tercera cita de Fórmula 3 del año, en Albacete los próximos 28 y 29.

En tierras manchegas espera Carmen resarcirse de un comienzo turbulento. "La primera carrera fue en Jarama, donde tuve algunos problemillas pero en general fue bien. El domingo terminé en la quinta posición. La última fue en Spa, en Bélgica, y allí si tuve más problemas. Nos perjudicaron mucho unos golpes que tuvimos especialmente y? Bueno, un poco de lío, pero cosas que pasan", cuenta Jordá a ELPAIS.com. No lo tiene fácil. Este año el campeonato se ha convertido en uno de los más complicados e importantes del mundo al mismo tiempo.

Cada carrera reúne entre 30 y 32 participantes de todo el mundo, desde Japón a Inglaterra; la dificultad aumenta, pero a Carmen no le preocupa. No pierde ni un ápice de esperanza. La pretemporada, prosigue, ha sido bastante buena, incluso mejor de lo que esperaba para la piloto del equipo Campos F3, que patronea el ex piloto Adrián Campos. Los resultados llegarán, pero la alcoyana no descarta concluir al menos entre los cinco primeros. En 2007 finalizó cuarta en la Copa de España, y este año, al lado de la suiza Natacha Gachnang, la primera mujer en lograr una 'pole', espera aprender y evolucionar al máximo su monoplaza.

Jordá es amante del automovilismo desde que tenía 10 años. Entre risas recuerda sus primeras vueltas en un kart viejo de su padre, el ex corredor José Miguel Jordá. Le picó el gusanillo y ya no se bajó más hasta 2004. Poco a poco, Carmen ha ido perfeccionando su estilo, que ahora le comparan con el de Pedro Martínez de la Rosa por una "conducción más suave, menos agresiva". Las exigencias también han aumentado. Ahora entrena más en serio, con los ojos puestos en su profesión, aunque confiesa que sigue teniendo tiempo libre para estar con los suyos.

Naturalmente, sigue la Fórmula Uno. Le resulta difícil escoger a alguien, porque los 24 pilotos que la máxima categoría están donde ella sueña, pero de entre todos, Fernando Alonso es su mayor ídolo. "Conduce de una forma increíble", reconoce, admirada. Sueña con llegar algún día a lo más alto del automovilismo, y no le asusta nada, ni ser mujer en un "mundo de hombres" ni que la competitividad haya aumentado en la parrilla. Se conforma con disfrutar cada día y si llegan nuevas posibilidades, "ya veremos". "Si soy la mejor no tiene por qué haber tanta competitividad".

Carmen Jordá, de modelo a piloto