Boicoteo a Manolo Saiz
Equipos y organizadores se blindan y conjuran para impedir la participación del conjunto del técnico cántabro en todas las carreras
Nadie del mundillo ciclista quiere tener tratos con Manolo Saiz. O casi nadie. No, por lo menos, los organizadores de la tres grandes, Vuelta, Giro y Tour, ni el resto de los equipos profesionales.
Así se desprende de la lectura del acta de la asamblea general extraordinaria de la Asociación Internacional de Equipos (AIGCP) celebrada en París el pasado 25 de octubre, la víspera de la presentación del Tour. En ella, los conjuntos ciclistas, presionados por los efectos terribles de la Operación Puerto y del positivo de Floyd Landis en el Tour, decidieron, entre otras cosas, "rechazar tomar la salida de una prueba si Saiz está presente en el seno de su equipo".
Esta decisión, asumida por 22 de los 24 equipos presentes en la reunión -se opusieron el CSC y el Discovery Channel-, se tomó después de que los organizadores de las grandes les informaran de que rompían con el ProTour, de que serían ellos quienes decidieran los requisitos para participar en sus pruebas -18 equipos según sus criterios deportivos, un número indeterminado de wild cards, prohibición a cualquier equipo con un problema de dopaje durante la temporada-, y de que, por supuesto, "ni Manolo Saiz ni el equipo Astana (si es la estructura de Manolo Saiz) serán nunca aceptados en sus pruebas".
Aconsejados por Dupont, abogado del 'caso Bosman', los equipos siguen fieles al código ético
En unas pocas horas, las que mediaron entre su detención con productos dopantes y una gran suma de dinero en metálico en sus manos, su puesta en libertad a finales de mayo pasado y su imputación en la llamada Operación Puerto, Manolo Saiz pasó de ser el factótum del ciclismo mundial -fue presidente de la AIGCP y principal impulsor del UCI ProTour- a convertirse en un paria, un apestado con el que nadie quiere tener tratos. Y aunque aún no hay condena penal ni sanción deportiva contra el técnico cántabro, y aunque la Unión Ciclista Internacional (UCI) aún no ha revocado a Active Bay, la empresa de la que Saiz posee un 50%, la licencia para competir en el circuito ProTour, y aunque aún no hay decisión sobre su petición de licencia para 2007, su futuro en el ciclismo parece nulo. Como complicado quieren hacer los equipos el futuro a Álvaro Pino, Vicente Belda e Igor González de Galdeano, a quienes consideran implicados en asuntos de dopaje y para quienes han solicitado a sus respectivos equipos la toma de responsabilidades.
Saiz personifica, o simboliza, según su ex colegas, todos los vicios que han llevado a la casi absoluta falta de credibilidad como deporte, problemas que llevaron a los equipos a tomar otra serie de decisiones, en acuerdo de caballeros por fuera de las normas escritas, para intentar recuperar el honor.
Aconsejados por Jean Louis Dupont, el abogado que se hizo famoso por el caso Bosman del fútbol y que ha sido fichado por la AIGCP, los equipos decidieron también mantener el punto del código ético por el que se comprometen a no contratar a ningún corredor sancionado por dopaje hasta cuatro años después de ser sancionado. Los sindicatos de ciclistas consideran este punto ilegal y han recurrido judicialmente para solicitar su eliminación, pero Dupont aconsejó a los equipos que asumieran el riesgo diciéndoles que siempre pueden alegar que actúan de buena fe para luchar contra el dopaje y que es la mejor solución posible. Y también acordaron no contratar a ningún corredor que no dé permiso a la UCI para que envíe tejidos con su ADN a las instancias judiciales que investigan un delito contra la salud en el que ellos pudieran estar implicados.
Y para terminar, a Manolo Saiz sus ex colegas le revocaron una última decisión. Bajo su presidencia, que coincidió con la de Hein Verbruggen en la UCI, Saiz negoció el traslado de las oficinas de la AIGCP a la sede de la UCI. Esa oficina nunca se utilizó el año pasado, pese a lo cual la UCI pasó una factura de 20.285 euros a los equipos. Éstos han renunciado al alquiler y se asentarán en Bélgica.
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