Benzema levanta al Madrid
El francés culmina la remontada ante el Málaga (3-2) después de una primera parte muy imprecisa del conjunto de Mourinho
El Madrid se recobró de una pésima primera parte ante el Málaga para darle la vuelta a uno de esos partidos desmandados que suele deparar la Copa. Un pleito condicionado por las distracciones en ambos bandos, por los fallos defensivos alevosos y por un juego menos académico que sentimental. Durante una hora el Madrid vivió expuesto a sus errores, incapaz de hilar cuatro pases con sentido, preso de la ansiedad. Hasta que la entrada de Benzema lo cambió todo. Bajo la permanente intervención del francés, acertado para pasar y para definir, el Madrid pasó del 0-2 al 3-2. La explosión de entusiasmo fue general en Chamartín. La eliminatoria sigue abierta.
Si por algo se caracterizó el Madrid en los últimos tiempos es por no conceder ventajas en situaciones predecibles. Las acciones a balón parado suelen ser este tipo de jugadas. Hay pocas reglas para defenderlas con eficacia y los jugadores del Madrid las habían aplicado con ese ardor que significa a los marcadores bien adiestrados. Son todos expertos, pero contra el Málaga olvidaron los conceptos elementales. Tal vez preocupados por cerrar el espacio aéreo a Van Nistelrooy, que pasó desapercibido, se olvidaron de cubrir otros ángulos y de seguir a otros rivales. Cazorla lanzó dos córners desde la derecha de Casillas. Los dos acabaron en la red. Los dos fueron cabeceados sin apenas resistencia por parte de la defensa del Madrid, que se quedó mirando la pelota sin ocuparse de las marcas. En el primero, el balón tomó altura para caer con violencia entre el punto de penalti y el segundo palo. El portero hizo ademán de salir pero se quedó. Higuaín reaccionó tarde cuando Sergio Sánchez se elevó para meter el cabezazo. En el segundo, Cazorla envió la pelota al primer palo. Cristiano, que sujetaba a Demichelis, saltó tarde. Casillas debió salir con más autoridad pero se quedó a medio camino. Demichelis remató solo y Cristiano y Casillas intercambiaron una serie de reproches mutuos.
REAL MADRID, 3-MÁLAGA, 2
Real Madrid: Casillas; Arbeloa (Khedira, m. 46), Pepe, Albiol, Marcelo; Lass, Xabi Alonso; Callejón (Benzema, m. 46), Kaká (Özil, m. 46), Cristiano Ronaldo; e Higuaín. No utilizados: Adrián; Mejías y Altintop.
Málaga: Caballero; Sergio Sánchez, Demichelis, Mathijsen, Monreal; Toulalan, Apoño; Cazorla (Buenanotte, m. 77), Seba, Isco (Duda, m. 65); y Van Nistelrooy (Rondón, m. 60). No utilizados: Rubén; Gámiz y Juanmi.
Goles: 0-1. M. 10. Sergio Sánchez. 0-2. M. 29. Demichelis. 1-2. M. 68. Khedira. 2-2. M. 70. Higuaín. 3-2. M. 78. Benzema.
Árbitro: Teixeira Vitienes. Amonestó a Higuaín, Marcelo, Pepe, Xabi Alonso, Sergio Sánchez, Pepe y Xabi Alonso. Expulsó a Rui Faría, ayudante de Mourinho.
83.500 espectadores. La vuelta, el día 10.
El Madrid ocupó el territorio pero no supo gobernarlo. Le suele ocurrir a este equipo cuando se encuentra en desventaja, o ante adversarios que se repliegan hasta negarle los espacios necesarios para contragolpear. El Málaga se aplicó en la protección de su portería. Ordenadas por Caballero, Demichelis y Toulalan, las líneas se cerraron sin dejar resquicios. Isco, arriba, no permitió que Xabi se encontrara cómodo. Sin la lucidez de su cerebro, el Madrid perdió el timón. Dominó por presencia pero le faltó claridad.
El gol de Sergio Sánchez ahondó en los defectos del Madrid, tan ordenado sin el balón como desorientado con él. Ante la imposibilidad de entrar en juego, Kaká y Cristiano bajaron a su campo en busca del alimento. La confusión se hizo mayor. Cristiano solo pudo sacar un disparo desde fuera del área y un cabezazo a la salida de un córner. Xabi, incapaz de arbitrar otra solución, buscó en largo a Callejón. El desconcierto del Madrid aumentó en la medida en que aparecía Cazorla, que dio un recital con la colaboración de Isco y Apoño. Entre los tres pusieron en aprietos al Madrid y rascaron otro córner. Otro gol.
Alarmado ante la ausencia de respuestas de su equipo, Mourinho agotó los tres cambios en el descanso. Quitó a Arbeloa, Kaká y Callejón, por Özil, Khedira y Benzema. Trasladó a Lass al lateral derecho, dio entrada al francés para que actuara con libertad, juntó a Özil con Xabi y liberó a Khedira para que alborotara a la defensa del Málaga. Así, a fuerza de atropello, con Marcelo lanzado como interior y Benzema desplegando sus maravillosos recursos de administrador entre líneas, el Madrid comenzó a despertar. El primer gol encendió la mecha. Se armó con un rechace del Málaga, que fue a los pies de Khedira. El alemán puso la primera marcha, se metió al área como una topadora, y le pegó con el alma. El Bernabéu lo saludó con un estallido.
Al minuto del gol de Khedira la borrasca se había instalado en el campo del Málaga. Objeto de un inexplicable episodio de ansiedad, Sergio Sánchez retrasó un balón para Caballero que se pareció mucho a un pase medido a Higuaín. El argentino se fue del portero y anotó el empate antes de entregarse a una celebración extática en comunión con la muchedumbre. El entusiasmo de la remontada se había instalado en una hinchada especialmente sensible a estos episodios. Albiol, con un pase medido desde la izquierda, lanzó a Benzema para que pusiera el último toque al partido con un disparo seco, formidable, al palo más lejano. El gol hizo justicia a la notable actuación de Benzema y le dio el triunfo al Madrid a la espera de la vuelta en Málaga.
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